Henry Cejudo, ex campeón doble simultáneo de la UFC y medallista olímpico, ha expresado su escepticismo ante la ambición de Ilia Topuria de convertirse en el primer triple campeón de la historia de la UFC. En su podcast 'Pound 4 Pound', junto a Kamaru Usman, Cejudo no ha dudado en señalar que el peleador hispanogeorgiano debería priorizar la defensa de su título en peso ligero antes de pensar en ascender a peso wélter.
Para Cejudo, la trayectoria de Topuria debe seguir un camino más tradicional: limpiar la división antes de dar el salto. "¿Subir a peso wélter? Creo que primero Ilia necesita limpiar esta división antes de ascender a la siguiente", afirmó el estadounidense, recordando que a él mismo no le permitieron intentar un tercer cinturón en peso pluma, pese a su deseo de hacer historia.
La política de la UFC ha cambiado desde los tiempos de Cejudo. En su época, era posible cambiar de peso sin dejar vacante el título, lo que le permitió convertirse en campeón simultáneo de peso mosca y peso gallo. Hoy, sin embargo, la compañía exige que los campeones dejen vacante el cinturón si deciden subir de categoría. Topuria ya lo hizo en peso pluma tras una sola defensa, y ahora planea repetir el esquema en peso ligero.
El plan de Ilia es ambicioso: espera que Islam Makhachev derrote a Jack Della Maddalena por el título de peso wélter el 16 de noviembre, luego defender su cinturón en peso ligero a principios de 2026, y finalmente enfrentarse al daguestaní en una cartelera histórica —posiblemente en la Casa Blanca— para conquistar la triple corona. Pero Cejudo no lo ve tan sencillo.
"Si Ilia sigue adelante de inmediato y lucha contra Makhachev, todo quedará completamente anulado", advirtió. Su crítica se basa en la idea de que la legitimidad de un campeón debe construirse con múltiples defensas, no con saltos estratégicos. Aunque la UFC ya le dio permiso para subir tras una sola defensa en pluma, Cejudo insiste en que eso no debería repetirse en ligero.
Curiosamente, la historia de Cejudo no es tan distinta a la de Topuria. En 2018, tras ganar el título de peso mosca, Cejudo subió a peso gallo tras una sola defensa —exactamente como hizo Ilia— y logró convertirse en doble campeón simultáneo al vencer a Marlon Moraes. Aún así, él mismo reconoce que la UFC no le permitió intentar un tercer cinturón en pluma, lo que le lleva a cuestionar la coherencia de la compañía.
La realidad es que la UFC ha evolucionado. Hoy, el modus operandi es más estricto: los campeones deben demostrar dominio absoluto en su división antes de aspirar a más. Topuria, con su estilo agresivo y su carisma, ha ganado el favor de los fanáticos, pero Cejudo cree que aún le falta consolidarse en peso ligero.
El debate no es solo técnico, sino también simbólico. La triple corona sería un hito histórico, pero para muchos, incluido Cejudo, debe construirse con solidez, no con atajos. "A mí no me permitieron hacerlo, aunque siempre quise hacer historia", reconoció el ex campeón, dejando entrever una cierta frustración por no haber podido completar su propio sueño.
En el fondo, lo que Cejudo está cuestionando no es la habilidad de Topuria, sino el valor simbólico de los títulos. Para él, un campeón debe ser reconocido por su dominio en una categoría, no por su capacidad de saltar entre divisiones. Y aunque la UFC pueda permitirlo, eso no significa que sea justo o merecedor.
Topuria, por su parte, parece decidido a forjar su propio camino. Su sueño no es tener cinturones simultáneos, sino ser el primer triple campeón de la UFC. Y si logra derrotar a Makhachev en 2026, podría convertirse en una leyenda, independientemente de las opiniones de Cejudo.
La discusión sigue abierta. Mientras algunos ven en Topuria al futuro de la UFC, otros, como Cejudo, creen que la historia debe escribirse con paciencia y disciplina. ¿Quién tiene razón? Solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: el camino hacia la triple corona será tan polémico como emocionante.