Alcaraz se somete a pruebas médicas antes de los cuartos de Copa Davis

El número uno mundial espera resultados para decidir si juega contra Chequia. Su médico personal en Murcia evaluará el riesgo de lesión.

Carlos Alcaraz ha llegado a Bolonia tras un viaje más largo de lo previsto desde Turín, y su primera actividad en la ciudad no ha sido un entrenamiento ni un partido oficial, sino una resonancia magnética en una clínica local. El objetivo: evaluar el estado de su isquiotibial derecho, una molestia que comenzó a manifestarse durante las ATP Finals y que se intensificó en las semifinales y final del torneo. Aunque el tenista español quiere estar en la cancha para ayudar a España en la Copa Davis, no tomará riesgos innecesarios. Su prioridad es la salud y la competitividad a largo plazo.

La resonancia fue realizada junto a Ángel Ruiz Cotorro, el fisioterapeuta de la selección española, y los resultados han sido enviados directamente a Juanjo López, el médico personal de Alcaraz con base en Murcia. Este profesional será el encargado de valorar si el jugador puede competir sin poner en peligro su integridad física. La decisión final se tomará tras una prueba física programada para el miércoles, donde se evaluarán las sensaciones del tenista tras un día de tratamiento en el hotel.

Alcaraz, conocido por su actitud positiva y su sonrisa contagiosa, regresó al hotel con una gorra y una prenda de la línea de Michael Jordan que suele lucir en sus momentos de descanso. Aunque su ánimo no ha decaído, la realidad es que su participación en el dobles queda prácticamente descartada. El capitán David Ferrer ya está probando con la pareja formada por Marcel Granollers y Pedro Martínez, quienes serían los elegidos si no hay cambios de última hora.

Por su parte, el equipo checo ya ha definido su estrategia: Tomas Machac y Jakub Mensik serán los encargados de disputar el dobles, tal como lo hicieron en los cuartos de final contra Estados Unidos bajo la dirección del capitán Tomas Berdych. La selección española, por tanto, enfrentará a una dupla con experiencia y buena química en la cancha.

En individuales, la situación es más flexible. Aunque Jaume Munar es el número dos por méritos propios —gracias a su sólido desempeño en Basilea, en condiciones similares a las de Bolonia—, el seleccionador español guarda una carta de reserva: Pablo Carreño. El tenista, actualmente en el puesto 89 del ranking ATP, llega con confianza tras alcanzar la final del challenger de Olbia en superficie dura. Su experiencia y adaptabilidad podrían ser clave si Alcaraz no puede jugar.

La situación de Alcaraz es delicada pero controlada. El jugador ha sufrido una sobrecarga muscular, un problema común en deportistas de alto rendimiento, especialmente tras una temporada intensa como la que ha vivido. No entrenará el martes, y su preparación se centrará en terapias de recuperación y evaluación continua. La decisión sobre su participación no será emocional, sino médica y estratégica.

La Copa Davis es un torneo que exige compromiso y sacrificio, pero también inteligencia. España no puede permitirse perder a su jugador más importante por una lesión evitable. Por eso, aunque el deseo de Alcaraz de jugar es evidente, la prudencia será la guía. Su objetivo no es solo ganar la Ensaladera de plata este año, sino mantenerse en la cima del tenis mundial en los próximos años.

Los aficionados esperan con ansiedad la decisión final, pero también entienden que la salud del jugador es lo primero. La Federación Española de Tenis y el equipo médico han demostrado en el pasado que priorizan el bienestar del atleta sobre cualquier resultado deportivo. Esta vez no será diferente.

Mientras tanto, el equipo español sigue trabajando con normalidad. Los entrenamientos continúan, los planes se ajustan y la moral se mantiene alta. La ausencia de Alcaraz en el dobles ya está contemplada, y en individuales hay alternativas sólidas. La clave será la adaptación y la cohesión del grupo, valores que han caracterizado a la selección española en los últimos años.

En resumen, Carlos Alcaraz está en un momento crucial de su temporada. Las pruebas médicas han sido realizadas, los resultados están en manos de su médico personal y la decisión final se tomará con base en la salud y el rendimiento. El tenista quiere jugar, pero no a cualquier precio. España confía en su equipo, en su estrategia y en su capacidad para competir incluso sin su estrella. La Copa Davis sigue adelante, y todos los ojos estarán puestos en Bolonia, esperando la decisión que podría cambiar el rumbo del torneo.

Referencias