Fallece Fosforito, leyenda del cante flamenco

El maestro Antonio Fernández Díaz, ícono del flamenco del siglo XX, ha muerto a los 93 años en Málaga tras una complicación médica.

El flamenco pierde a uno de sus pilares más sólidos. Antonio Fernández Díaz, conocido como 'Fosforito', ha fallecido este jueves en Málaga a los 93 años de edad. Su hijo, Alejandro Fernández, confirmó la noticia a EFE, tras una hospitalización que se produjo en las últimas horas debido a una infección que complicó su estado de salud. Hace apenas un mes, el cantaor había superado una intervención cardíaca, pero su recuperación se vio truncada por este último contratiempo.

Nacido en 1932 en Puente Genil, Córdoba, Fosforito se convirtió desde muy joven en una voz inconfundible del cante jondo. Su talento comenzó a brillar en los escenarios flamencos desde la infancia, pero fue en 1956, en el I Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, donde se alzó con todos los premios, consolidando su nombre en la historia del flamenco. Desde entonces, compartió escenario con grandes como Pepe Pinto y Juan Valderrama, y recorrió América en 1964 junto a Juan Habichuela, en el marco de la Exposición Universal.

Su voz, profunda y emotiva, no solo cautivó en España, sino también en el extranjero. En América, le cantó a Manuela Vargas, y su presencia en festivales nacionales durante los años 70 lo convirtió en una figura imprescindible. Fosforito también se distinguió por su labor de rescate de estilos regionales, como el Zángano de Puente Genil, un cante que casi se había perdido y que él devolvió al repertorio flamenco con orgullo y maestría.

Su legado no se limita a la interpretación. Fosforito fue también compositor y letrista, y sus versos fueron utilizados por otros grandes, como Camarón de la Isla, en los inicios de su carrera. Grabó junto a Paco de Lucía una antología que hoy se considera un referente del género. Además, participó activamente en la lucha por la III Llave de Oro del Cante, entregada a Antonio Mairena en 1962, y recibió múltiples reconocimientos a lo largo de su vida, entre ellos el Premio Ondas en 1998 y el Pastora Pavón en 1999, el máximo galardón de la Junta de Andalucía para artistas flamencos.

En 2005, fue galardonado con la VI Llave de Oro del Cante en el Teatro Cervantes de Málaga, un honor que lo colocó junto a leyendas como El Nitri, Manuel Vallejo, Antonio Mairena y Camarón de la Isla. Su trayectoria, marcada por la autenticidad y el respeto por la tradición, lo convirtió en un referente para generaciones de cantaores y amantes del flamenco.

Fosforito no solo cantó flamenco: lo vivió, lo defendió y lo enriqueció. Su voz, su entrega y su compromiso con el arte han dejado una huella imborrable. Su fallecimiento es una pérdida irreparable para la cultura española, pero su legado perdurará en cada copla, en cada letra y en cada cante que él ayudó a preservar y difundir. El flamenco, hoy, llora a uno de sus maestros más puros.

Referencias