El mundo de la ópera vive un momento excepcional con la llegada de Maria Callas: una tragèdia grega, un espectáculo que trasciende el formato tradicional del recital para ofrecer una experiencia total. Este ambicioso proyecto, que se podrá disfrutar en el Auditori de Girona el 6 de febrero y en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona el 27 del mismo mes, representa uno de los homenajes más sofisticados y emocionantes que se han rendido a la diva por excelencia del siglo XX.
Más allá de un mero tributo musical, la propuesta se configura como un concierto dramático donde la música, la interpretación teatral y la narrativa íntima convergen en un todo orgánico. El objetivo es claro: no limitarse a recordar a la artista, sino adentrarse en la complejidad de la mujer que existía detrás del mito, explorando sus pasiones, sus demonios y su genio sin parangón. Una visión que nos acerca a la Callas humana, lejos de la leyenda, pero sin perder de vista la magnitud de su legado artístico.
La concepción y dirección artística del proyecto recae en Marcel Gorgori, periodista y divulgador operístico de prestigio consolidado. Su conocimiento exhaustivo del universo lírico le permite construir un relato que equilibra rigor histórico con sensibilidad emocional. Gorgori no se conforma con repasar los hitos de una carrera fulgurante; su mirada penetra en los episodios más íntimos y contradictorios de una existencia que, en muchos sentidos, reflejó la intensidad dramática de los personajes que Callas encarnó en los escenarios más importantes del planeta.
El espectáculo se articula a través de una estructura narrativa en primera persona, donde la voz de la propia Callas –recreada teatralmente– guía al espectador por los momentos decisivos de su trayectoria. Este enfoque autobiográfico, aunque filtrado por la sensibilidad de Gorgori, permite una conexión directa y profunda con su historia personal y profesional, revelando las contradicciones de una mujer que fue a la vez poderosa y vulnerable, segura de sí misma y aquejada por la soledad.
El elenco artístico reúne a algunas de las voces más destacadas del panorama lírico catalán y español. Montse Guallar, actriz de gran solvencia y presencia escénica, se encarga de encarnar física y emocionalmente a Maria Callas. Su labor no se limita a la mera representación; Guallar debe transmitir la esencia de una mujer cuya vida fue un constante equilibrio entre la gloria y el sufrimiento, entre la exigencia artística y el desgarro personal.
Acompañándola, tres sopranos de excepción –Sara Bañeras, Eugènia Montenegro y Laura Vila (alternando con Elisabeth Gillming)– se encargan de interpretar las arías más emblemáticas del repertorio callasiano. Su labor es doblemente exigente: deben honrar la memoria de una de las voces más influyentes de la historia sin caer en la mera imitación, aportando su propia personalidad artística a piezas que forman parte del imaginario colectivo de la ópera. El repertorio seleccionado incluye obras que definieron la carrera de Callas y que continúan siendo referencia indiscutible: Norma, La Sonnambula, Lucia di Lammermoor, Tosca, Carmen y La Traviata, entre otras.
La dimensión musical del proyecto recae en dos formaciones de primer nivel: la Orquestra Barcelona Filharmonia y el Orfeó Vigatà. Bajo la dirección musical de Daniel Antolí, estas agrupaciones afrontan un repertorio que exige no solo técnica impecable, sino una profunda comprensión del estilo interpretativo que caracterizó a Callas. Antolí, conocido por su capacidad para extraer la máxima expresividad de las partituras, dirige con una visión que prioriza la verdad emocional sobre la mera exhibición virtuosística, en línea con la filosofía artística de la diva griega.
La elección de Girona y Barcelona como sedes del espectáculo no es casual. Ambas ciudades poseen una tradición operística sólida y un público exigente que valora la calidad y la innovación en las propuestas culturales. El Auditori de Girona, con su acústica excepcional, y el mítico Gran Teatre del Liceu, templo de la ópera mundial, proporcionan el marco idóneo para un evento de esta magnitud. La presencia en ambas ciudades democratiza el acceso a una propuesta de gran formato, permitiendo que diferentes públicos disfruten de una experiencia única.
El título del espectáculo, "una tragèdia grega", no responde solo al origen de la artista, sino a la naturaleza misma de su existencia. La vida de Callas fue, en efecto, una tragedia clásica: un ascenso meteórico, una gloria incontestable, un amor devastador y una caída prematura que la convirtió en un icono eterno. Este prisma dramatúrgico permite explorar los paralelismos entre sus propios dramas y los de los personajes que interpretó, desde la sacerdotisa druida Norma hasta la cortesana Violetta, pasando por la sonámbula Amina o la apasionada Tosca.
La producción se presenta como un hito en la divulgación operística contemporánea. En una época donde el acceso a la ópera a menudo se percibe como elitista o hermético, propuestas como esta rompen barreras al combinar la excelencia musical con una narrativa accesible y emocionalmente poderosa. El público, incluso aquel menos familiarizado con el género, puede conectar con la historia humana de Callas, mientras que los melómanos más exigentes encontrarán en las interpretaciones musicales un nivel de excelencia que honra la memoria de la diva.
La recepción crítica de este formato híbrido ha sido notablemente positiva en anteriores presentaciones. La capacidad de Gorgori para tejer una trama coherente y emotiva, combinada con la calidad interpretativa de los solistas y la orquesta, genera una experiencia que perdura mucho después de que el último acorde se desvanezca. No se trata solo de escuchar buena música; es comprender el contexto, las emociones y las decisiones artísticas que convirtieron a Callas en un fenómeno irrepetible.
Desde una perspectiva educativa, el espectáculo ofrece una oportunidad invaluable para acercar a nuevas generaciones a la figura de Callas. Muchos jóvenes conocen su nombre como un mito lejano, pero rara vez tienen la ocasión de comprender su impacto revolucionario en la interpretación operística, su lucha por la excelencia artística o su influencia en la forma de entender el canto lírico. Esta producción sirve como puente entre el pasado y el presente, demostrando que el legado de Callas no es un capítulo cerrado, sino una fuente viva de inspiración.
La importancia de la mujer en el espectáculo es otro aspecto destacable. Desde la dirección artística de Gorgori hasta la presencia escénica de Guallar y las tres sopranos, la producción pone el foco en voces femeninas que reinterpretan y celebran la obra de una artista que, en su momento, tuvo que enfrentar un mundo dominado por hombres. Esta dimensión añade una capa de relevancia contemporánea al proyecto, conectando con los debates actuales sobre el papel de la mujer en las artes y la necesidad de visibilizar sus logros.
En definitiva, Maria Callas: una tragèdia grega se configura como un acontecimiento cultural imprescindible para cualquier amante de la música, el teatro o la historia del arte. La combinación de rigor académico, emoción pura y excelencia interpretativa crea un producto que trasciende lo meramente entretenido para convertirse en una reflexión profunda sobre el sacrificio artístico, el precio de la fama y la eterna búsqueda de la perfección. En Girona y Barcelona, el público tendrá la oportunidad de vivir una experiencia que, al igual que la propia Callas, difícilmente se repetirá.