Lorenzo: 'Dadme la misma moto que a Rossi'

El mallorquín recuerda su título de 2015 en Yamaha, la tensión con Rossi y el incidente en Malasia que le dio el Mundial.

Jorge Lorenzo, una de las figuras más destacadas en la historia del motociclismo, sigue siendo recordado por su estilo pulcro, su precisión en pista y sus cinco títulos mundiales —tres de ellos en MotoGP, en 2010, 2012 y 2015—. Su carrera, marcada por la rivalidad con leyendas como Valentino Rossi, Marc Márquez y Dani Pedrosa, le convierte en un referente indiscutible de la disciplina.

Tras retirarse en 2019, Lorenzo ha mantenido un perfil activo en el mundo del motor, compartiendo reflexiones sobre su trayectoria. Una de las temporadas que más ha marcado su legado es la de 2015, cuando conquistó su último campeonato mundial en el circuito de Cheste, en la Comunidad Valenciana. Hace justo un año, el 8 de noviembre, se cumplió una década de aquel triunfo, motivo por el que DAZN produjo un documental especial en el que el expiloto repasó los momentos clave de esa campaña.

En 2015, Lorenzo y Rossi compartían equipo en Yamaha, pero la convivencia no era fácil. La tensión entre ambos era palpable, especialmente porque ambos aspiraban al título. Lorenzo, consciente de su valor para la marca —había dado a Yamaha los dos mundiales anteriores—, no dudó en exigir igualdad técnica: “Dadme la misma moto que a Rossi, no me la toquéis, que yo hago una carrera perfecta”. Esta frase, pronunciada en el box, refleja la confianza absoluta que tenía en su talento y en su capacidad para sacar el máximo rendimiento de cualquier máquina.

La temporada culminó en una batalla épica en Valencia, donde el título se decidía entre ambos compañeros de equipo. Pero el camino hasta allí no fue sencillo. Uno de los momentos más polémicos ocurrió en Malasia, cuando Rossi, en un gesto controvertido, provocó la caída de Márquez. Lorenzo, testigo de aquel episodio, recordó con asombro: “Valentino mirándole, la pierna moviéndose... No me lo podía creer”. Esa acción, que le valió a Rossi una sanción, cambió el rumbo del campeonato y benefició directamente a Lorenzo, quien terminó llevándose el título.

Aunque el incidente en Sepang fue clave, Lorenzo no oculta que aquella carrera final en Cheste fue “la más tensa y difícil” de su vida. La presión, la rivalidad interna y la necesidad de rendir al máximo en cada curva hicieron de esa jornada una experiencia inolvidable. Su victoria no solo le dio el campeonato, sino que consolidó su estatus como uno de los pilotos más completos de su generación.

Tras su paso por Yamaha, Lorenzo probó suerte en Ducati en 2017 y 2018, y cerró su carrera en Honda en 2019. Aunque no logró repetir el éxito de sus años en Yamaha, su legado como piloto técnico, disciplinado y competitivo sigue intacto. Hoy, su voz sigue siendo escuchada en el paddock, no solo por su experiencia, sino por su honestidad al hablar de los desafíos que enfrentó en su carrera.

La historia de Lorenzo en 2015 es un ejemplo de cómo la combinación de talento, exigencia y mentalidad competitiva puede llevar a la cima, incluso en las condiciones más adversas. Su frase sobre la moto de Rossi sigue resonando como un símbolo de justicia deportiva y confianza en uno mismo. Para los aficionados, aquel Mundial no fue solo un título: fue la coronación de un campeón que supo imponer su estilo en una era de gigantes.

Referencias