El Real Madrid llega a Vallecas con la necesidad de reafirmarse. Tras una derrota dolorosa en Anfield, donde solo la brillantez de Courtois evitó un marcador más abultado, los blancos deben demostrar que aún tienen la piel de la Liga. Su próximo desafío: un Rayo Vallecano en plena euforia tras remontar un 0-2 ante el Lech Poznan en la Conference League. Un escenario complicado, donde el Madrid no ha ganado desde febrero de 2022.
La semana ha sido de contrastes. Mientras los merengues se lamían las heridas tras caer en Europa, los franjirrojos celebraban una victoria épica que les reafirma como un equipo con carácter y personalidad. La atmósfera en Vallecas, además, se ha caldeado con incidentes previos entre ultras y polémicas sobre las instalaciones del estadio, lo que añade tensión al duelo.
Xabi Alonso, técnico del Madrid, reconoce que el partido será exigente. En rueda de prensa, destacó la solidez del Rayo y el trabajo de su entrenador, Iñigo Pérez: “Es un muy buen equipo con un gran entrenador. Está haciendo las cosas muy bien y le han dado continuidad”. Alonso también elogió la personalidad de Pérez, quien ha sabido mantener el legado de Andoni Iraola con firmeza.
Para el técnico vasco, este partido es una prueba de fuego. “Madurez, conexión e identidad” son las palabras clave que pide a su equipo para superar un encuentro que promete intensidad y ritmo. El Madrid, que ha mostrado altibajos esta temporada, necesita volver a ser el equipo sólido y eficaz que dominó la Liga en los últimos meses.
Las bajas complican los planes. Tchouaméni, tercer jugador con más minutos esta temporada, se pierde el partido por lesión muscular. Se suma a las ausencias de Mastantuono y Rüdiger. Camavinga parece el elegido para ocupar el pivote defensivo, mientras que la duda recae en si Valverde regresará al centro del campo o si Trent Alexander-Arnold se mantendrá como lateral derecho.
El Rayo, por su parte, llega con moral alta y una identidad clara. En su estadio, son un equipo difícil de batir. El Madrid no ha ganado allí en sus tres últimos intentos, y en la última visita cayó por 3-2. Esa estadística pesa, pero también es un desafío que el líder debe asumir si quiere mantener su posición en la tabla.
Xabi Alonso enfrenta lo que algunos consideran su segundo momento de crisis del curso. Tras la goleada en el Metropolitano ante el Atlético, el equipo reaccionó con seis victorias seguidas, incluido el triunfo en el Clásico. Ahora, tras la derrota en Anfield, el debate sobre el rendimiento del Madrid ante los grandes vuelve a la palestra. Pero el Rayo no es un grande en términos de presupuesto o historia, sino un equipo con corazón, que sabe cómo hacer daño en su feudo.
La clave del partido estará en la capacidad del Madrid para imponer su ritmo y controlar el juego desde el primer minuto. Si no lo logran, el Rayo, con su intensidad y organización, puede convertir Vallecas en un infierno para los blancos. El equipo de Alonso debe demostrar que, más allá de los altibajos, sigue siendo el líder de la Liga por mérito y no por casualidad.
Este domingo, el fútbol español tendrá un duelo que va más allá de los puntos. Es un examen de carácter, de identidad y de capacidad para reaccionar ante la adversidad. El Madrid debe mostrar que, aunque camaleónico, sigue siendo el equipo que sabe levantarse cuando más lo necesita.