Arrospide y Fleischmann, campeones de la San Silvestre donostiarra 2025

La prueba de Donostia cierra el año con récord de participación: 5.468 finishers en una edición histórica del 31 de diciembre

La San Silvestre donostiarra ha vuelto a demostrar por qué se ha convertido en una de las citas deportivas más emblemáticas para despedir el año en el País Vasco. La edición de 2025, celebrada el pasado 31 de diciembre, batió todos los registros de participación con 5.468 corredores cruzando la meta, cifra que convierte esta prueba en la más multitudinaria de las aproximadamente cincuenta carreras que tuvieron lugar aquel día en toda la provincia de Gipuzkoa. Un éxito rotundo que refleja el creciente interés por el atletismo popular y la consolidación de esta tradicional carrera urbana.

En una jornada marcada por unas condiciones meteorológicas favorables, aunque con temperaturas que no superaron los 10 grados centígrados, los atletas disfrutaron de un recorrido llano y rápido, ideal para cerrar el año con buenas sensaciones. La distancia, cercana a los ocho kilómetros, aunque no homologada oficialmente, permitió a los participantes exprimir sus últimas energías de 2025 en un circuito que discurre por las calles más céntricas de la capital guipuzcoana.

La victoria masculina recayó en Iraitz Arrospide, un corredor procedente de Villabona que ha vivido un año excepcional. Con un crono de 21 minutos y 45 segundos, Arrospide se impuso con autoridad, llegando a la meta situada en Easo en solitario y sin oposición real. Este triunfo supone su primera conquista en la San Silvestre donostiarra, una meta que se suma a una temporada brillante donde ya ha dejado constancia de su excelente forma. A principios de diciembre, el atleta de la Real Sociedad dejó su marca en el maratón de Valencia, donde registró un espectacular tiempo por debajo de 2 horas y 12 minutos, cifra que le sitúa en la élite del fondo nacional. Además, su tercer puesto en la mítica Behobia-San Sebastián de noviembre pasado le sirvió como perfecto aperitivo para este nuevo éxito en casa.

En categoría femenina, la triunfadora fue Fernanda Fleischmann, una atleta mexicana afincada entre Donostia y Gasteiz que ha conquistado el corazón del atletismo vasco. Su registro de 25 minutos y 59 segundos le valió para alzarse con la victoria, también de manera solitaria, demostrando una superioridad clara sobre el resto de rivales. Fleischmann, que compite por el club LEA La Blanca, llegaba a esta cita en un momento dulce de su carrera. Recientemente se había proclamado vencedora del medio maratón de la capital vasca, prueba en la que ya había mostrado su potencial. Su versatilidad como triatleta de élite le confiere un perfil completo que le permite brillar tanto en pruebas de fondo como en carreras urbanas de distancia media.

El podio masculino completó con Enaitz Aginagalde en segunda posición, parando el cronómetro en 22:04, mientras que el tercer escalón fue para Gonzalo Fuentes con un tiempo de 22:08. En mujeres, la plata fue para Maite Arraiza, que finalizó en 26:04, muy cerca de la campeona. El bronce femenino recayó en Eguzkiñe Zabaleta, que cruzó la línea de meta en 26:45, consolidando así un podio de alto nivel técnico.

Llama la atención que ni Sara Alonso ni Martín Segurola, vencedores de la edición anterior, estuvieran presentes para defender sus respectivas coronas. Su ausencia abrió la puerta a nuevos nombres que aprovecharon la oportunidad para inscribirse en el palmarés de esta prestigiosa carrera. Este relevo generacional es saludable para el atletismo guipuzcoano, que ve cómo emergen nuevos valores capaces de mantener el nivel competitivo de las pruebas locales.

El éxito de la San Silvestre donostiarra no se entiende sin el contexto de las otras cuarenta y nueve carreras que tuvieron lugar ese mismo día en diferentes puntos de Gipuzkoa. Desde pequeños municipios hasta la capital, el atletismo popular se convirtió en el protagonista indiscutible de la jornada, con miles de personas de todas las edades tomando las calles para despedir el año de la manera más saludable posible. Esta red de pruebas conforma un ecosistema deportivo único que convierte a la provincia en un referente del running de masas.

Las características técnicas del recorrido donostiarra también merecen mención. Aunque no homologado oficialmente, el trazado de aproximadamente ocho kilómetros ofrece un perfil completamente llano que favorece la velocidad y permite a los corredores exprimir su máximo potencial. La salida y llegada en la zona de Easo facilita la organización y crea un ambiente festivo que anima tanto a participantes como a espectadores, que se agolpan en las aceras para animar a los suyos.

La temperatura, que se mantuvo por debajo de los diez grados durante toda la mañana, resultó ideal para la práctica del atletismo. Un frío moderado que permitía rendir al máximo sin los inconvenientes del calor estival ni las dificultades de condiciones más extremas. Los corredores pudieron disfrutar de una jornada inmejorable para correr, lo que se reflejó en los numerosos registros personales que se registraron a lo largo de la mañana.

Desde el punto de vista organizativo, la prueba volvió a demostrar su madurez. La gestión de más de cinco mil participantes requiere una logística perfectamente engrasada, desde el control de tiempos hasta los avituallamientos, pasando por la seguridad vial y la coordinación con los servicios municipales. El éxito rotundo de esta edición refuerza la posición de la San Silvestre donostiarra como uno de los eventos deportivos más importantes del calendario guipuzcoano.

Para Iraitz Arrospide, esta victoria representa el broche de oro a un año excepcional. Su progresión constante le ha llevado de dominar el medio fondo regional a codearse con los mejores maratonianos nacionales. La combinación de su reciente éxito en Valencia con este triunfo en casa dibuja un perfil de atleta completo, capaz de adaptarse a distintas distancias y contextos competitivos. Su proyección de cara a 2026 es una de las más prometedoras del atletismo vasco.

Por su parte, Fernanda Fleischmann consolida su estatus como una de las figuras femeninas más destacadas del panorama regional. Su condición de triatleta le aporta una versatilidad que la hace peligrosa en cualquier tipo de prueba. Su victoria en la San Silvestre, sumada a sus recientes éxitos en Vitoria, dibuja una trayectoria ascendente que la convierte en favorita para las principales citas del calendario de 2026.

El futuro de la prueba pinta igualmente brillante. Con este récord de participación, los organizadores ya trabajan en mejoras para la próxima edición. La posible homologación del circuito, la ampliación de servicios para corredores o la integración de nuevas tecnologías de cronometraje son algunas de las líneas de trabajo que se barajan para seguir creciendo. La San Silvestre donostiarra no solo es una carrera, sino un símbolo de cómo el deporte puede convertirse en el mejor vehículo para unir a una comunidad en torno a valores saludables y positivos.

La jornada concluyó con el tradicional ambiente festivo que caracteriza a estas pruebas. La meta se convirtió en un punto de encuentro donde corredores, familiares y amigos compartieron la satisfacción de haber completado el reto. Las calles de Donostia recuperaron poco a poco su ritmo habitual, pero el espíritu de la San Silvestre perdurará hasta la próxima edición, consolidando esta prueba como una cita ineludible para el atletismo guipuzcoano y referente del running nacional.

Referencias

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