Lachgar y Pelayo se imponen en la 50ª San Silvestre de Beasain

El atleta guipuzcoano repite victoria en la prueba masculina, mientras que la veterana cántabra domina la categoría femenina con autoridad. La cita ha batido récord de participación con 392 finishers.

La localidad guipuzcoana de Beasain ha vuelto a convertirse en el epicentro del atletismo vasco con la celebración de su tradicional San Silvestre, una cita que este año alcanzaba su edición número 50 y que reafirma su posición como la prueba de mayor nivel técnico entre las casi cincuenta que se disputan cada 31 de diciembre en la provincia de Gipuzkoa. La jornada ha dejado un doblete de victorias para Chakib Lachgar e Irene Pelayo, quienes han demostrado una vez más su dominio en el calendario popular navideño.

En la categoría masculina, el guipuzcoano Chakib Lachgar ha conseguido su segundo triunfo consecutivo en una emocionante definición al sprint. El atleta local ha cruzado la línea de meta con un crono de 28 minutos y 54 segundos, imponiéndose por escasos centésimas al burgalés Pablo Sánchez, que ha finalizado con un tiempo de 28:55. El podio lo ha completado el joven prometedor Zakariya Elboubekraoui, quien ha registrado 28:58, mejorando así la cuarta posición que ya obtuvo en la edición anterior.

La victoria de Lachgar no solo le ha valido la gloria deportiva, sino también una importante recompensa económica de 1.500 euros, el premio establecido para el ganador de esta prestigiosa prueba. La contienda ha mantenido el suspense hasta el último metro, con los tres primeros clasificados separados por apenas cuatro segundos, lo que demuestra el altísimo nivel competitivo de la carrera beasaindarra.

Por su parte, la historia en la prueba femenina ha sido notablemente diferente. La experimentada atleta cántabra Irene Pelayo, asidua a las competiciones guipuzcoanas, ha ofrecido una exhibición de poderío y regularidad que le ha permitido dominar de principio a fin los casi diez kilómetros del recorrido. Su tiempo final de 33 minutos y 23 segundos refleja una autoridad indiscutible sobre el resto del pelotón.

La segunda plaza ha sido para Judith Otazua, que ha necesitado 34:12 para completar el trazado, mientras que la tercera posición ha correspondido a la burundesa Odile Nintue, con un registro de 34:25. La diferencia de casi un minuto entre la vencedora y sus perseguidoras más inmediatas pone de manifiesto el claro dominio ejercido por Pelayo durante toda la contienda.

La 50ª edición de la San Silvestre de Beasain ha batido todos los récords de participación, con un total de 392 corredores cruzando la meta, una cifra que supera con creces las ediciones anteriores y que consolida esta prueba como la decana del calendario guipuzcoano. Este hito coincide con el aniversario de medio siglo de una de las carreras populares más emblemáticas de Euskadi, que año tras año atrae a los mejores fondistas de la zona.

El recorrido, de aproximadamente diez kilómetros, ha discurrido por las calles céntricas de Beasain, con la salida y la llegada situadas en el corazón del municipio. La organización ha desplegado un dispositivo impecable que ha garantizado la seguridad de los participantes y el correcto desarrollo de la prueba, contando con el apoyo de numerosos voluntarios y el seguimiento de cientos de espectadores que han animado a los corredores a lo largo de todo el trayecto.

El nivel técnico de esta edición ha sido excepcional, como demuestra el hecho de que tanto en categoría masculina como femenina los tiempos registrados se encuentran entre los mejores de los últimos años. La presencia de atletas de diferentes nacionalidades, como la burundesa Nintue o el marroquí Elboubekraoui, añade un carácter internacional a una prueba que ya es referente en el ámbito nacional.

La San Silvestre de Beasain no es solo una competición deportiva, sino también una celebración comunitaria que marca el cierre del año atlético en Gipuzkoa. La tradición de celebrar carreras el último día del año tiene una arraigo especial en esta provincia, donde cada municipio organiza su propia prueba, pero la de Beasain destaca por su trayectoria histórica y su capacidad para reunir a los mejores talentos.

Para los ganadores, esta victoria representa un broche de oro a sus respectivas temporadas. Lachgar consolida su condición de especialista en esta prueba y demuestra que su triunfo del año pasado no fue fruto de la casualidad, sino el resultado de un trabajo constante y una preparación específica para este tipo de competiciones. Por su parte, Pelayo ratifica su veteranía y experiencia, demostrando que la edad no es un obstáculo cuando la pasión y el entrenamiento se mantienen a un nivel óptimo.

La prueba también ha servido como plataforma para jóvenes promesas como Elboubekraoui, que a sus cortos años ya ha conseguido colarse en el podio de una de las carreras más competitivas del país. Su progresión es un indicador del buen momento que vive el atletismo de fondo en la zona, con una cantera que promete grandes resultados en los próximos años.

La organización ha mostrado su satisfacción por el éxito de la edición, destacando especialmente el récord de participación como un indicador de la buena salud de la prueba. El coordinador técnico ha agradecido el esfuerzo de todos los involucrados, desde los corredores hasta los voluntarios, pasando por el ayuntamiento y los patrocinadores, que han hecho posible que esta edición especial haya superado todas las expectativas.

Con esta 50ª edición, la San Silvestre de Beasain demuestra que las carreras populares siguen teniendo un papel fundamental en el tejido social y deportivo de Gipuzkoa. La combinación de alto nivel competitivo, masiva participación y arraigo comunitario convierte a esta prueba en un modelo a seguir para otras iniciativas similares. A medida que se apaga el año 2025, los atletas guipuzcoanos ya miran hacia 2026, con la certeza de que la San Silvestre de Beasain seguirá siendo una cita ineludible en su calendario.

Referencias

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