El atletismo mundial vive estos días su particular momento de reflexión anual, con galardones repartidos y balances cerrados. Sin embargo, sobre el calendario planea un asterisco significativo: el Maratón de Valencia Trinidad Alfonso Zurich, que este domingo convertirá la ciudad del Turia en el epicentro internacional del running. La prueba, que se celebra en pleno puente de diciembre en España, ha fijado sus miras en un objetivo ambicioso: registrar las mejores marcas del año en la distancia reina de los 42 kilómetros y 195 metros.
Los registros a batir son dos hitos establecidos en 2024. En categoría masculina, el keniano Sebastian Sawe fijó el listón en 2h02:16 al imponerse en Berlín. Por su parte, la etíope Hawi Fayse estableció la marca femenina en 2h14:57 con su victoria en Chicago. Estos tiempos representan el estándar a superar, aunque la organización mantiene los pies en el suelo. La marca de Sawe, de cumplirse, no alcanzaría el récord de la prueba valenciana -el espectacular 2h01:48 que Sisay Lemma logró en 2023-, mientras que el tiempo de Fayse sí superaría el 2h14:58 que Amane Beriso consiguió en 2022.
La meteorología, factor decisivo
La principal preocupación de los organizadores radica en las condiciones climáticas. Los pronósticos apuntan a temperaturas que oscilarán entre los 14 y 17 grados centígrados durante la salida de la élite, con cielos despejados. Para los participantes populares que requieran más tiempo, el mercurio podría alcanzar los 21 grados. Estas cifras, si bien no son extremas, se sitúan por encima del rango óptimo para la práctica de la maratón. El componente eólico añade otra variable: ráfagas que podrían rozar los 15 kilómetros por hora. No se trata de condiciones catastróficas, pero tampoco del escenario ideal para la consecución de grandes registros.
Esta incertidumbre climática influye directamente en las declaraciones de los atletas. A pesar del millón de euros que la organización ha destinado como premio para quien supere un récord mundial, ninguno de los corredores de élite se ha mostrado excesivamente optimista. El propio Sisay Lemma, vigente plusmarquista de la ciudad y quien cumplirá 35 años en breve, se ha mostrado cauteloso: "En el futuro intentaré batir el récord del mundo". Su actitud refleja la prudencia de un deportista consciente de las dificultades que presenta la distancia, especialmente tras un año donde su rendimiento no ha sido el esperado -finalizó décimo en su última gran cita y no ha competido en maratón durante 2024-.
La élite masculina se presenta en Valencia
El cuadro masculino presenta un duelo interesante entre Lemma y el keniano John Korir, de 29 años, quien defiende su condición de campeón de Chicago 2023 con un personal de 2h04:44. La diferencia de dos minutos entre ambos y el resto del pelotón es significativa. Hasta ocho corredores han registrado tiempos por debajo de 2h05, pero la brecha con los favoritos es considerable.
Entro los aspirantes europeos destaca Tariku Novales, quien por marca personal se sitúa a las puertas del grupo de cabeza. El gallego, tras una temporada marcada por la decepción olímpica en París, afronta esta cita sin presión añadida. Lidera la representación española, que incluye a corredores consolidados como Ibrahim Chakir, Dani Mateo, Jorge Blanco y Carlos Mayo. La prueba también servirá como escenario para los debuts de Fernando Carro y Nassim Hassaous, dos nombres con potencial para sorprender en su primera experiencia sobre la distancia.
El cartel femenino, a la altura
En categoría femenina, la expectativa es igualmente elevada. Amane Beriso, la plusmarquista de la prueba, regresa a Valencia dispuesta a revalidar su dominio. La competencia será feroz, con cinco atletas que han perforado la barrera de las 2h20. La campeona mundial Peres Jepchirchir, con un registro de 2h16:16, y la experimentada Joyciline Jepkosgei -vencedora en Nueva York 2019 y Londres 2021 con 2h16:24- encabezan las aspirantes al triunfo.
La representación nacional, si bien más modesta en número, cuenta con la veteranía de Ester Navarrete y Meritxell Soler, dos maratonianas con experiencia internacional que aportarán su calidad a la prueba. Su presencia garantiza un nivel competitivo en la categoría española, aunque la atención mediática se centrará principalmente en la batalla por las cabezas de carrera.
Más allá de la élite: una fiesta del running
El verdadero alma del Maratón de Valencia reside en su componente popular. Este año, 36.000 corredores tomarán la salida -una cifra que supera en mil el cupo inicialmente establecido-. La dimensión internacional de la prueba queda patente con el 67% de participación extranjera, procedente de 150 países diferentes. Entre ellos, 16.627 debutarán en Valencia, mientras que 7.869 afrontarán su primera maratón absoluta. Estas cifras consolidan a la prueba como el gran referente español y una de las citas más importantes del circuito mundial fuera de los seis grandes maratones.
El recorrido, plano y rápido, discurre por el centro de la ciudad, permitiendo a los participantes disfrutar de emblemáticos monumentos mientras buscan sus mejores marcas. La salida en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la meta junto al Museo Príncipe Felipe crean un marco incomparable para la celebración del atletismo.
La combinación entre élite mundial y participación masiva convierte a Valencia en un modelo de gestión deportiva. La capacidad de atraer a los mejores atletas del planeta mientras mantiene su esencia popular es la clave de su éxito sostenido. El domingo, la ciudad respirará atletismo en cada esquina, desde las primeras horas de la mañana hasta el cierre de la última meta, en una jornada que promete emociones de alto nivel y una fiesta deportiva sin precedentes.