Giménez y Daimiel se quedan fuera de la NBA en Movistar+ pese al acuerdo con DAZN

Los reconocidos comentaristas no regresarán a las retransmisiones de la liga estadounidense pese a la integración de los canales DAZN Baloncesto en la plataforma, que arranca el 11 de diciembre

La reciente alianza entre Movistar Plus+ y DAZN para la incorporación del baloncesto premium ha generado expectación entre los aficionados, pero también cierta decepción. Aunque la plataforma de Telefónica recuperará la NBA y la Liga Endesa a partir del próximo 11 de diciembre, los seguidores deberán despedirse de la posibilidad de escuchar a dos de las voces más emblemáticas del deporte en España: Guille Giménez y Antoni Daimiel. El acuerdo comercial, lejos de suponer el retorno de estos comunicadores a la liga estadounidense, confirma que Movistar+ se limitará a distribuir la señal originada por DAZN, con sus propios narradores y analistas. Esta decisión técnica deja a los veteranos comentaristas fuera de las retransmisiones de los partidos de la mejor liga del mundo, a pesar de su indiscutible popularidad y trayectoria. Los términos del convenio establecen que Movistar+ actuará meramente como distribuidor de los contenidos generados por la plataforma deportiva, sin intervención en la producción ni en la selección de las voces que acompañarán las imágenes. Esto significa que la narración y los comentarios técnicos correrán exclusivamente a cargo del equipo de DAZN, cerrando así cualquier posibilidad de que Giménez y Daimiel retomen su labor con la NBA en la plataforma que les vio crecer como profesionales. La noticia ha causado especial conmoción entre una base de seguidores que durante años ha identificado el baloncesto de élite con las particulares formas de estos dos periodistas. Su capacidad para transmitir emoción, combinada con un conocimiento profundo del juego, había convertido sus retransmisiones en un referente para varias generaciones de espectadores. Ahora, esa conexión directa queda interrumpida por una cuestión de logística empresarial. Para aquellos que deseen seguir disfrutando de sus análisis, la única alternativa oficial será el programa Multicámara de Movistar+, espacio donde semanalmente ofrecen sus impresiones sobre el partido más destacado de la jornada. Sin embargo, esta opción dista mucho de la experiencia completa de una narración en directo, limitándose a comentarios paralelos sin la intensidad del minuto a minuto. El acuerdo transforma radicalmente el panorama del baloncesto televisivo en España. Movistar+ integrará tres canales dedicados exclusivamente: DAZN Baloncesto 1, DAZN Baloncesto 2 y DAZN Baloncesto 3, ubicados en los diales 87, 88 y 90 respectivamente. Esta oferta multicanal permitirá seguir múltiples partidos simultáneos, tanto de la competición doméstica como de la norteamericana, aunque con la uniformidad de una única producción y un único equipo de locutores. La incorporación de estos canales se enmarca dentro del paquete Deportes Total, incluyendo también la opción Motor, lo que representa una apuesta fuerte por consolidar la oferta deportiva premium. No obstante, la ausencia de voces propias en la NBA resta personalidad a una programación que históricamente se había distinguido por la calidad de sus profesionales. Desde el punto de vista técnico, la operación resulta impecable: los suscriptores de Movistar+ accederán sin fricciones a contenidos que hasta ahora requerían una suscripción separada. La convergencia de plataformas simplifica el acceso, pero homogeniza la experiencia, eliminando las particularidades que diferenciaban a cada servicio. En este contexto, la figura de los comentaristas se convierte en un activo estratégico, y su exclusión de la NBA supone una pérdida de identidad para Movistar+. La decisión empresarial obedece a criterios de eficiencia y costes, pero ignora el valor sentimental y de fidelización que representaban Giménez y Daimiel para la audiencia. Su vinculación con el baloncesto trasciende lo profesional, constituyendo un vínculo emocional con millones de seguidores que ahora se ven privados de su acompañamiento sonoro en los momentos más emocionantes de la temporada. El calendario de estreno, fijado para el 11 de diciembre, marca el inicio de una nueva era para el baloncesto en la plataforma, pero también el cierre de un ciclo narrativo. Mientras tanto, Prime Video mantiene su exclusiva sobre una selección de encuentros de la NBA, fragmentando aún más la oferta y complicando la experiencia del usuario que desea seguir la competición completa sin saltar entre servicios. La fragmentación de derechos continúa siendo la gran asignatura pendiente del deporte en streaming, y este acuerdo, lejos de solucionarlo, lo perpetúa bajo nuevas formas. Los aficionados españoles se enfrentan a un ecosistema donde la calidad de la narración pasa a segundo plano frente a la disponibilidad del contenido. La prioridad empresarial es garantizar el acceso, pero a costa de la personalización y el talento consolidado. En este escenario, la figura del comunicador especializado se diluye, convirtiéndose en un mero proveedor de contenido para plataformas que controlan la distribución. La situación de Giménez y Daimiel refleja una tendencia mayor en la industria: la concentración de la producción en manos de grandes operadores que homogeneizan la oferta. Su continuidad en el Multicámara supone un consuelo menor para una audiencia que demandaba su presencia en la competición más importante del planeta. El futuro del periodismo deportivo especializado pasa por reinventarse en formatos híbridos, donde el valor añadido reside en el análisis profundo más que en la narración en caliente. A medida que se acerca la fecha de lanzamiento, los suscriptores de Movistar+ deberán adaptarse a una nueva realidad sonora. Las voces de DAZN, con su propio estilo y metodología, ocuparán el espacio que durante años perteneció a los profesionales de la casa. La transición será inevitable, pero no exenta de cierta nostalgia por una forma de entender las retransmisiones que parece haber quedado obsoleta en la lógica actual del mercado. La pregunta que surge es si esta decisión afectará a la fidelidad de la audiencia, que podría valorar la comodidad de la integración por encima de la calidad de las voces, o si, por el contrario, generará cierto descontento entre los más puristas. Solo el tiempo, y los datos de audiencia, darán respuesta a este dilema comercial. Por ahora, la certeza es que el baloncesto vuelve a Movistar+, pero sin dos de sus grandes protagonistas históricos.

Referencias

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