El FC Barcelona ha conseguido una victoria de gran valor al imponerse al Bilbao Basket por 66-71 en el pabellón de Miribilla, en un encuentro correspondiente a la duodécima jornada de la Liga Endesa 2025/26. Este triunfo resulta especialmente significativo por dos motivos: es la primera derrota que encaja el conjunto vizcaíno en su feudo en toda la competición doméstica, y permite a los barcelonistas cerrar el año calendario con un balance prácticamente perfecto.
El choque, que se desarrolló con gran intensidad desde el salto inicial, dejó momentos de gran tensión en los compases finales, cuando el Bilbao apretó los dientes y estuvo a punto de remontar una desventaja que parecía insalvable. Sin embargo, la experiencia y el acierto de los visitantes en los instantes decisivos acabaron decantando la balanza a su favor.
Desde el primer cuarto, el conjunto local salió enchufado y dominó las acciones con autoridad. Los hombres de Txus Vidorreta imprimieron un ritmo vertiginoso que desconcertó a la defensa azulgrana, que tardó en encontrar su sitio en la pista. Los locales aprovecharon esta circunstancia para tomar las riendas del electrónico y dejar claro que no iban a regalar nada ante uno de los grandes favoritos del campeonato.
La reacción del Barça no se hizo esperar. En el arranque del segundo periodo, Xavi Pascual movió el banquillo y sus cambios surtieron efecto inmediato. La entrada de Willy Hernangómez resultó determinante para equilibrar las fuerzas en la pintura. El pívot madrileño, con su presencia intimidatoria bajo los aros, comenzó a generar ventajas claras y a romper la defensa bilbaína con penetraciones contundentes. Su contribución fue clave para que los visitantes se metieran de lleno en el partido y neutralizaran la ventaja inicial de los locales.
El tercer cuarto mantuvo la tónica de igualdad máxima. Ambos equipos se alternaron en el liderazgo del marcador, sin que ninguno lograra abrir una brecha significativa. Los intercambios de canastas se sucedían sin pausa, con Tomáš Satoranský liderando el ataque barcelonista con su habitual inteligencia en la toma de decisiones. El base checo, que finalizaría como uno de los más valorados de su equipo, demostró una vez más por qué es un jugador de referencia en la competición. Su capacidad para leer el juego y encontrar a los compañeros en las mejores posiciones resultó fundamental para mantener viva la máquina ofensiva del Barça.
Sin embargo, el desenlace del encuentro se decidiría en los diez minutos finales. El Barça salió de los vestuarios con una marcha más y logró distanciarse en el marcador. Un parcial de 0-6, con canastas de Norris y Punter, colocó a los de Pascual con una ventaja de ocho puntos a falta de minuto y medio para la conclusión. En ese momento, todo parecía sentenciado.
Pero el Bilbao no estaba dispuesto a tirar la toalla. Los locales, apoyados por su afición, reaccionaron con orgullo y pusieron en jaque a los visitantes. Petrasek y Jaworski conectaron desde el perímetro con sendos triples que recortaron distancias y devolvieron la emoción a Miribilla. La presión defensiva de los vizcaínos provocó pérdidas de balón en el Barça y el electrónico se apretó de nuevo.
Los últimos segundos fueron una auténtica montaña rusa emocional. Con 27 segundos por jugar, Satoranský acudió a la línea de tiros libres y anotó uno de dos, lo que permitió al Bilbao tener opciones de empate. Krampelj respondió con un triple que colocó el 66-69 y obligó a Pascual a parar el juego.
En la siguiente posesión, una falta sobre Willy con apenas tres segundos restantes parecía dejar el partido visto para sentencia. El pívot, con sangre fría, anotó el primero de sus dos lanzamientos, pero falló el segundo, lo que dio una última oportunidad a los locales. No obstante, la defensa azulgrana se cerró con eficacia y evitó que el Bilbao pudiera lanzar a canasta con garantías.
El pitido final confirmó el 66-71 a favor del Barça, que celebró una victoria trabajada y sufrida. Para el conjunto de Xavi Pascual, este triunfo representa el cierre de un año excepcional. Desde que el técnico catalán asumió las riendas del equipo, los barcelonistas han mostrado una progresión constante y han recuperado la confianza que parecían haber perdido en las últimas temporadas. El juego colectivo, la solidez defensiva y la capacidad de reacción ante la adversidad son señas de identidad de este nuevo proyecto.
El balance del Barça en estas últimas semanas resulta prácticamente perfecto. La victoria en Miribilla se suma a una racha positiva que ha permitido al equipo consolidarse en las primeras posiciones de la clasificación. La confianza que ha inyectado Pascual a la plantilla se traduce en una mayor rotación de balón, una defensa más agresiva y una mayor eficacia en los momentos decisivos.
Por su parte, el Bilbao pese a la derrota demostró que es un rival temible, especialmente en su feudo. La capacidad de lucha de sus jugadores y el apoyo incondicional de su afición hacen de Miribilla uno de los pabellones más complicados de la competición. Aunque el acierto desde el perímetro falló en los instantes finales, el conjunto de Vidorreta dejó claro que competirá por los puestos de privilegio hasta el final de la temporada.
El partido también dejó destacadas actuaciones individuales. Además de Satoranský y Willy, Norris demostró su calidad con varios triples de gran importancia, mientras que Punter aportó la veteranía necesaria en los momentos de máxima presión. Por el Bilbao, Bagayoko y Pantzar fueron los más activos en ataque, manteniendo vivo el sueño de la remontada hasta el último suspiro.
Con este resultado, el Barça refuerza su candidatura al título y demuestra que puede ganar en las canchas más difíciles. La victoria en Miribilla no solo suma dos puntos en la clasificación, sino que envía un mensaje claro al resto de aspirantes: el conjunto azulgrana ha vuelto para quedarse. La segunda vuelta de la temporada promete emociones fuertes, y el Barça de Xavi Pascual ya ha demostrado que está preparado para los desafíos más exigentes.
El baloncesto español vuelve a tener un equipo en forma que combina talento joven con veteranía contrastada, todo ello regido por un entrenador que conoce a la perfección la idiosincrasia del club. La Liga Endesa 2025/26 se presenta más apasionante que nunca, y el Barça quiere estar en lo más alto cuando llegue el momento de los playoffs.