El Real Madrid sumó una nueva victoria en la Euroliga al imponerse al Baskonia por 94-87 en un encuentro vibrante y lleno de alternativas. El conjunto madrileño demostró una vez más su solidez en el WiZink Center, donde consiguió su séptima victoria consecutiva en la competición continental, consolidando su posición en la zona media alta de la clasificación.
El partido, correspondiente a la jornada 15 de la Euroliga, presentó un guion de idas y venidas donde ambos equipos mostraron momentos de gran nivel. El Baskonia, dirigido por Duško Ivanović, planteó un duelo exigente que puso en aprietos a los de Chus Mateo, especialmente en los compases finales del encuentro.
Arranque equilibrado y primeros dominios
Desde el salto inicial, el Real Madrid impuso su ritmo mediante un juego exterior efectivo. La dirección de Facundo Campazzo resultó fundamental para organizar las jugadas y crear espacios. El base argentino, que acabó siendo uno de los protagonistas indiscutibles, gestionó con acierto los tiempos y distribuyó el balón con criterio.
Por su parte, el Baskonia intentó responder a través de la potencia interior y la velocidad en el contraataque. La defensa visitante presionó arriba durante varios minutos, generando pérdidas en el equipo local y consiguiendo canastas fáciles en transición. No obstante, la experiencia del Real Madrid en este tipo de compromisos permitió mantener las distancias en el marcador.
La explosión de Campazzo en el segundo acto
El segundo cuarto marcó un punto de inflexión en el desarrollo del choque. Campazzo, que había comenzado de forma discreta, desplegó todo su repertorio ofensivo. Su capacidad para anotar desde la línea de tres puntos, combinada con su visión de juego, desequilibró por completo la defensa baskonista.
El argentino anotó varios triples consecutivos que ampliaron la ventaja madridista, llegando a superar los diez puntos de diferencia. Su liderazgo en la pista se hizo evidente, y el público del WiZink Center reconoció cada una de sus acciones con aplausos entusiastas. Junto a él, Mario Hezonja aportó su cuota de calidad con penetraciones decisivas y tiros acertados desde el perímetro.
El Baskonia, no obstante, no se derrumbó. Gracias a la energía de Timothé Luwawu-Cabarrot y la dirección de Théo Maledon, los vitorianos lograron cerrar la brecha antes del descanso. Maledon, especialmente, demostró su madurez con decisiones acertadas en momentos de presión, anotando desde media distancia y creando oportunidades para sus compañeros.
Howard despierta y el Baskonia se acerca
La reanudación del encuentro trajo consigo la reacción visitante. Markus Howard, el escolta norteamericano, se convirtió en la referencia ofensiva del Baskonia. Su capacidad anotadora, especialmente desde más allá de la línea de tres puntos, inquietó seriamente a la defensa madridista. Howard anotó varios triples consecutivos que recortaron la desventaja y devolvieron la emoción al partido.
El Real Madrid, por su parte, experimentó un bajón en su producción ofensiva. Los tiros fallados y algunas pérdidas de balón inesperadas permitieron al Baskonia acercarse peligrosamente en el electrónico. La defensa blanca, habitualmente sólida, mostró fisuras que el equipo vasco supo aprovechar.
En este contexto, la figura de Edy Tavares resultó crucial bajo los aros. El pívot caboverdiano dominó el rebote defensivo y anotó varias canastas de segundo intento que frenaron la remontada baskonista. Su presencia en la pintura constituyó un factor de estabilidad cuando el partido más se complicaba.
Un final de infarto y la veteranía madridista
Los últimos minutos del encuentro fueron una auténtica montaña rusa. El Baskonia, liderado por Howard y con la colaboración de Matt Costello en la zona, llegó a ponerse a tan solo tres puntos de los madrileños. La tensión se palpaba en las gradas y en el banquillo local.
Fue entonces cuando el Real Madrid demostró por qué es uno de los grandes de la Euroliga. La experiencia de sus jugadores en situaciones límite marcó la diferencia. Campazzo volvió a tomar las riendas con dos acciones magistrales: un triple desde la esquina y una asistencia a Gabriel Deck para un mate que rompió el partido.
Deck, que había tenido un encuentro irregular, apareció en el momento justo. Su capacidad para jugar de espaldas al aro y su instinto anotador permitieron al Real Madrid respirar tranquilo. Además, la defensa sobre Howard en los últimos segundos, con dobles marcajes bien ejecutados, impidió que el escolta norteamericano pudiera completar su exhibición.
Claves del triunfo blanco
El análisis del partido revela varios factores determinantes para el éxito madridista. En primer lugar, la efectividad desde el perímetro en momentos clave. El Real Madrid anotó triples cuando más los necesitaba, con Campazzo y Hezonja como principales ejecutores. Esta capacidad de responder bajo presión constituye una de las señas de identidad del equipo.
En segundo lugar, el control del rebote, especialmente en ataque. Tavares y Vincent Poirier generaron segundas oportunidades que el equipo supo materializar. Estos puntos extra resultaron vitales para mantener la ventaja cuando el Baskonia apretaba.
Por último, la gestión de los tiempos muertos y la toma de decisiones en los instantes finales. Chus Mateo acertó con sus cambios y con las jugadas diseñadas en los últimos ataques. La veteranía del banquillo madrileño se impuso a la juventud de un Baskonia que, pese a la derrota, demostró estar en buen camino.
El lado positivo del Baskonia
A pesar del resultado adverso, el conjunto vasco dejó buenas sensaciones. La imagen ofrecida fuera de casa, tradicionalmente una asignatura pendiente esta temporada, fue notable. El equipo mostró competitividad y nunca se rindió, luchando hasta el último segundo por la victoria.
La actuación de Howard, con más de veinte puntos anotados, confirma su condición de líder ofensivo. Su capacidad para crear su propio tiro y anotar en situaciones complicadas constituye un activo invaluable. Asimismo, la dirección de Maledon y la versatilidad de Luwawu-Cabarrot ofrecen garantías de cara a las próximas jornadas.
El balance final para el Baskonia es de 5 victorias y 10 derrotas, una marca que obliga a seguir sumando para alcanzar la zona de playoffs. No obstante, el nivel mostrado en Madrid indica que el equipo tiene potencial para revertir la situación.
Perspectivas para el Real Madrid
Con este triunfo, el Real Madrid alcanza un registro de 9 victorias y 6 derrotas, situándose en puestos de privilegio en la tabla. La séptima victoria consecutiva refuerza la moral del grupo y confirma el buen momento de forma que atraviesa el equipo.
El calendario presenta ahora varios compromisos exigentes donde se medirá el verdadero potencial de esta racha. La visita a canchas complicadas y la recepción de otros gigantes de la competición determinarán si el Real Madrid puede consolidarse como candidato a la Final Four.
Campazzo, Hezonja y Tavares conforman un núcleo sólido sobre el que construir las aspiraciones del equipo. La química entre ellos y la capacidad de liderazgo del argentino resultan elementos diferenciadores. Si el equipo mantiene esta regularidad, sus opciones en la Euroliga serán más que considerables.
Datos destacados del encuentro
El partido dejó interesantes estadísticas que reflejan la igualdad del duelo. El Real Madrid finalizó con un porcentaje de tiro del 48% desde el campo, mientras que el Baskonia alcanzó el 45%. Desde la línea de tres puntos, ambos equipos mostraron gran acierto, superando el 40% de efectividad.
En el apartado de rebotes, el conjunto madrileño dominó con 36 capturas por 31 de los vitorianos. La faceta de asistencias también favoreció a los locales, que registraron 19 pases de canasta por 16 del Baskonia. Estos márgenes, aunque estrechos, resultaron decisivos para el desenlace final.
La valoración individual dejó a Campazzo como el más destacado, con 23 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes para un total de 28 créditos. Por el Baskonia, Howard lideró con 24 puntos y 4 triples anotados, aunque su esfuerzo no fue suficiente para evitar la derrota.
Conclusión
El Real Madrid demostró una vez más por qué es un equipo temible en su feudo. La combinación de talento, experiencia y capacidad de reacción le permitió superar a un Baskonia combativo y bien trabajado. La séptima victoria consecutiva en Euroliga no es casualidad, sino el reflejo de un proyecto sólido y ambicioso.
Para el Baskonia, la derrota debe servir como punto de aprendizaje. El nivel mostrado es alentador, pero es necesario cerrar mejor los partidos y evitar los errores en los momentos decisivos. La temporada es larga y quedan muchas jornadas por delante para revertir la situación.
El baloncesto europeo sigue ofreciendo espectáculos de primer nivel, y este duelo entre Real Madrid y Baskonia quedará como uno de los más emocionantes de esta fase de la competición. La regularidad del conjunto blanco y la mejora del vasco prometen más emociones en los próximos enfrentamientos.