En un partido que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos, la selección Sub-17 de Marruecos logró imponerse por 3-2 ante Malí en un encuentro lleno de emoción, giros inesperados y una actuación destacada del VAR. El duelo, correspondiente a una fase clave del torneo, dejó una huella imborrable gracias a la intensidad mostrada por ambos equipos y a la capacidad de reacción de los marroquíes ante la presión de los malianos.
El partido comenzó con un ritmo acelerado, donde ambos conjuntos buscaron tomar la iniciativa desde los primeros minutos. Marruecos, con una línea defensiva sólida y un mediocampo dinámico, logró abrir el marcador en los primeros 20 minutos, aprovechando un error en la salida de balón del equipo rival. El gol, obra de un joven talento que se perfila como una promesa del fútbol africano, encendió las alarmas en el banquillo maliano, que respondió con un juego más agresivo y directo.
Malí no se quedó atrás y, a pesar de la presión, logró empatar el marcador gracias a una jugada colectiva bien trabajada. El gol, anotado por un delantero con gran instinto goleador, fue celebrado con euforia por los jugadores y el cuerpo técnico. Sin embargo, la alegría duró poco: Marruecos volvió a tomar la delantera antes del descanso, aprovechando un contraataque veloz que dejó sin opciones al portero rival.
La segunda parte comenzó con más intensidad aún. Malí salió con la intención de igualar el marcador y lo logró tras una jugada polémica revisada por el VAR. El árbitro, tras consultar la pantalla, confirmó el gol de Tièmoko Berthe, quien remató con precisión desde fuera del área, colocando el balón junto al palo izquierdo. Este momento fue crucial, ya que generó un clima de tensión y expectación en el estadio.
A pesar del empate, Marruecos no perdió la compostura. Con una defensa bien organizada y un ataque eficaz, los marroquíes lograron recuperar la ventaja gracias a un gol de Wassim Dardake, quien aprovechó un centro preciso de Nahël Haddani para definir con la derecha desde el centro del área. El gol, que llegó en los minutos finales, fue el golpe de gracia para los malianos, quienes intentaron hasta el último segundo revertir el resultado.
Durante los últimos minutos, el partido se volvió aún más intenso. Ambos equipos cometieron faltas, recibieron tarjetas amarillas y tuvieron oportunidades claras de gol. Malí, en particular, estuvo cerca de empatar en varias ocasiones, pero la defensa marroquí, liderada por jugadores como Ilyas El Arbaoui y Ilyas Hidaoui, supo contener los embates rivales. Además, el portero marroquí realizó varias intervenciones clave que evitaron que el marcador se modificara.
El partido también estuvo marcado por algunas interrupciones debido a lesiones, lo que añadió un componente de incertidumbre. Zoumana Ballo, jugador de Malí, tuvo que ser atendido en el campo tras una caída, mientras que Bilal Soukrat, de Marruecos, también sufrió una lesión que obligó a una pausa en el juego. Estos momentos, aunque no afectaron el resultado final, mostraron la dureza y el compromiso de ambos equipos.
El árbitro añadió 8 minutos de tiempo extra, lo que generó aún más tensión en el estadio. Malí intentó desesperadamente empatar, pero los marroquíes supieron gestionar el tiempo y mantener la posesión del balón. A pesar de los esfuerzos de los malianos, el marcador no se movió más, y el partido terminó con una victoria merecida para Marruecos.
Este triunfo no solo es importante por el resultado, sino también por lo que representa para el fútbol juvenil en África. Marruecos demostró que tiene un futuro prometedor, con jugadores jóvenes que combinan técnica, velocidad y mentalidad competitiva. Por su parte, Malí, aunque perdió, mostró un gran potencial y una capacidad de reacción que augura buenos resultados en el futuro.
En resumen, el partido entre Marruecos Sub-17 y Malí Sub-17 fue un espectáculo de fútbol juvenil de alto nivel. Con goles, emociones, revisiones del VAR y una intensidad que no decayó en ningún momento, este encuentro quedará en la memoria de los aficionados como uno de los más emocionantes de la fase. Marruecos se llevó la victoria, pero ambos equipos demostraron que el fútbol africano tiene mucho que ofrecer en las próximas generaciones.