Spurs doblegan a Thunder y encienden su rivalidad previa a Navidad

San Antonio vence 130-110 a Oklahoma City en su peor derrota del curso, repitiendo triunfo y prometiendo un duelo épico para la jornada navideña

La competición en la NBA continúa regalando enfrentamientos de alto voltaje, y la emergente rivalidad entre San Antonio Spurs y Oklahoma City Thunder ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad. La franquicia tejana ha conseguido su segunda victoria sobre los campeones en apenas diez días, un resultado que no solo refleja el buen momento de los Spurs, sino que también establece las bases para un duelo de gran expectación en la jornada de Navidad. El marcador final de 130-110 refleja la superioridad mostrada por San Antonio durante los cuarenta y ocho minutos de juego, convertido en la derrota más abultada que han sufrido los Thunder en lo que va de temporada. Este resultado llega justo después de que los texanos eliminaran a Oklahoma City en las semifinales del torneo de la Copa, lo que confirma que los Spurs han encontrado la tecla para contrarrestar el potencial de uno de los equipos más poderosos de la liga. La trayectoria de ambas franquicias apunta a que este no será el último capítulo de su enfrentamiento, con posibles episodios más decisivos en los Playoffs si las circunstancias lo permiten. El encuentro celebrado en el AT&T Center dejó ver una dinámica clara: un conjunto de San Antonio bien engrasado, con múltiples opciones ofensivas y una defensa sólida, frente a un Oklahoma City que pareció desconocerse a sí mismo en los momentos de mayor presión. Los Spurs dominaron los cuatro períodos con autoridad, manteniendo siempre una distancia cómoda en el marcador que rara vez bajó de los quince puntos de diferencia. El juego colectivo de San Antonio brilló especialmente en el tercer cuarto, donde una racha de 15-2 sentenció prácticamente las opciones de remontada de los visitantes. Para los Thunder, este resultado supone su cuarto revés en el curso, pero el más doloroso por el margen y las circunstancias. Curiosamente, Oklahoma City había comenzado la temporada con un espectacular 24-1 que les colocaba como serios candidatos para superar el mítico registro de 73-9 de los Golden State Warriors. Sin embargo, desde aquel arranque demoledor, los campeones han mostrado cierta vulnerabilidad, encajando tres derrotas en sus últimos cinco compromisos. Las caídas anteriores ante Trail Blazers, Spurs y Wolves habían sido por márgenes ajustados de 2, 2 y 5 puntos respectivamente, lo que hace este 130-110 aún más significativo. Los Spurs, por su parte, continúan con su notable racha de resultados, sumando su decimocuarta victoria en los últimos diecisiete encuentros. Con este triunfo, San Antonio mejora su balance a 22-7, consolidándose en la segunda posición de la Conferencia Oeste, justo por detrás de sus rivales de turno. La regularidad mostrada por el equipo dirigido por Gregg Popovich ha sido admirable, especialmente considerando la juventud de su plantilla y la gestión cuidadosa de sus piezas clave. La figura de Victor Wembanyama continúa siendo el eje sobre el que gira el proyecto de los Spurs, aunque en esta ocasión el francés no necesitó forzar su participación. El gigante galo actuó como suplente por sexto encuentro consecutivo, una decisión claramente orientada a preservar su físico y gestionar su adaptación a la exigencia de la liga. En sus 23 minutos en pista, Wembanyama aportó 12 puntos y 5 rebotes, números discretos pero suficientes en un contexto donde el equipo no requirió de su versión más espectacular. La verdadera estrella del encuentro fue Keldon Johnson, quien desde el banquillo firmó una actuación memorable con 25 puntos, demostrando una efectividad sobresaliente en el lanzamiento y una capacidad de liderazgo que resulta fundamental para las aspiraciones de la franquicia. El escolta se mostró imparable en el perímetro y certero en sus penetraciones, convirtiéndose en el referente ofensivo que San Antonio necesitaba para mantener la ventaja. El apoyo llegó de la mano de Stephon Castle y Harrison Barnes, ambos con actuaciones de notable nivel. El rookie Castle continuó demostrando por qué fue una selección tan valorada en el pasado draft, anotando 24 puntos con una madurez que trasciende su corta experiencia en la liga. Por su parte, Barnes, el veterano de la plantilla, aportó 20 puntos con su habitual consistencia, sirviendo como referente estable tanto en ataque como en defensa. La profundidad del banquillo de San Antonio resultó ser la clave del encuentro, superando ampliamente las rotaciones de Oklahoma City. En el bando visitante, la historia fue bien diferente. Shai Gilgeous-Alexander, el favorito para el MVP de la temporada, volvió a mostrar su clase con otra actuación de élite, pero careció del apoyo necesario de sus compañeros para poder competir de tú a tú con el rival. El base canadiense firmó 32 puntos con una efectividad del 60% en tiros de campo, pero sus esfuerzos resultaron insuficientes ante la superioridad colectiva de los Spurs. La falta de acompañamiento ofensivo resultó evidente, especialmente en la segunda mitad, donde el sistema de Oklahoma City se desdibujó por completo. Jalen Williams aportó 17 puntos, pero con una selección de tiros pobre y varios errores en momentos clave. Por su parte, Chet Holmgren, la gran promesa interior de los Thunder, tuvo una noche para olvidar con apenas 7 puntos y un pobre 3 de 10 en tiros de campo. El pívot pareció intimidado por la defensa colectiva de San Antonio y no pudo imponer su juego en la pintura, algo que resulta preocupante de cara a futuros enfrentamientos directos. La ausencia de contribución del resto de la plantilla fue notable, con apenas 34 puntos combinados del resto de jugadores, una cifra insuficiente para competir contra un equipo tan equilibrado como los Spurs. La defensa de Oklahoma City, habitualmente una de las más sólidas de la liga, mostró fisuras importantes, permitiendo que San Antonio anotara con demasiada facilidad tanto en transición como en situaciones estáticas. El reencuentro entre ambos equipos está programado para dentro de poco más de veinticuatro horas, concretamente como uno de los platos fuertes de la jornada de Navidad de la NBA. El duelo, que se disputará en el Paycom Center de Oklahoma City, promete ser un auténtico espectáculo con ambas franquicias buscando imponer su ley. Los Spurs intentarán demostrar que su dominio no ha sido una casualidad, mientras que los Thunder buscarán la revancha en su propio feudo, con la motivación extra de recuperar el liderato de la conferencia y demostrar que la derrota fue un mero accidente. El contexto de la festividad añade un plus de emoción a un enfrentamiento que ya de por sí concentra gran expectación. La NBA ha sabido seleccionar bien sus partidos para la jornada del 25 de diciembre, y este duelo entre dos de los mejores equipos del Oeste tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los más recordados. La rivalidad, lejos de apagarse, parece haber encontrado nuevos bríos, y los aficionados de ambas franquicias ya marcan este duelo como uno de los clásicos del calendario. Más allá del resultado inmediato, lo que realmente está en juego es el dominio psicológico de una posible serie de Playoffs. En un hipotético enfrentamiento en postemporada, estos dos partidos previos servirán como referencia táctica y mental para ambos banquillos. Gregg Popovich, con su experiencia, sabe perfectamente la importancia de sembrar duda en el rival, mientras que Mark Daigneault deberá encontrar soluciones rápidas para revertir la dinámica negativa. La temporada es larga y queda mucho por decir, pero por ahora, los Spurs han ganado la primera batalla de esta guerra que promete emociones fuertes. El baloncesto de calidad, la estrategia y la pasión estarán garantizados en el próximo capítulo de esta fascinante rivalidad.

Referencias

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