El centrocampista del Real Betis, Isco Alarcón, afrontará una nueva intervención quirúrgica el próximo lunes 29 de diciembre en la capital española. El malagueño se someterá a una artroscopia, procedimiento mínimamente invasivo destinado a corregir la lesión intraarticular en la zona del cartílago que sufrió durante un encuentro europeo a finales de noviembre. Esta cirugía prolongará su baja durante al menos cuatro semanas más, según las estimaciones médicas del club verdiblanco.
El problema surgió durante el compromiso correspondiente a la quinta jornada de la UEFA Europa League que el conjunto hispalense disputó en el estadio de La Cartuja frente al Utrecht neerlandés. Isco, que regresaba a la titularidad tras superar una anterior dolencia que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante más de tres meses, vio truncada su participación apenas nueve minutos después del pitido inicial. La causa fue un impacto fortuito con su compañero de equipo Sofyan Amrabat en la frontal del área rival, una acción sin intención que desembocó en una seria afectación articular.
Los exámenes médicos inmediatos descartaron daño óseo en ambos futbolistas, pero la evolución del malagueño no ha sido la esperada por los servicios médicos del Betis. El dolor persistente en la zona afectada obligó a reconsiderar el tratamiento inicial, que contemplaba una recuperación conservadora. Hace aproximadamente diez días, el doctor José Manuel Álvarez, máximo responsable de la sanidad del club, explicó que tras evaluar «las posibilidades terapéuticas» junto al equipo de traumatología y otros especialistas, decidieron «en consenso con el jugador» iniciar un protocolo de infiltraciones con factores de crecimiento y plasma rico en plaquetas. Sin embargo, este proceso no ha surtido el efecto deseado, ya que, como reconoció el propio médico, «es más lento de lo que podíamos esperar porque no estamos hablando de una herida».
Tras dos semanas de seguimiento y reevaluación constante, el cuerpo médico ha determinado que la única vía viable para resolver el problema es la intervención quirúrgica. La artroscopia permitirá a los especialistas visualizar directamente el interior de la articulación y proceder a la reparación del tejido cartilaginoso dañado, asegurando una recuperación más efectiva a largo plazo.
El calvario físico de Isco durante esta temporada ha sido notable. La actual lesión se suma a la que sufrió durante la pretemporada en Málaga, que le mantuvo inactivo durante 106 días. Desde su regreso a la competición oficial, el exjugador del Real Madrid apenas ha podido acumular 39 minutos de juego efectivo: nueve minutos en el mencionado duelo europeo antes de retirarse lesionado, y media hora en LaLiga frente al Girona, donde reapareció con la ilusión de recuperar su mejor forma.
Precisamente, ese encuentro ante el conjunto catalán marcó el retorno de Isco a los terrenos de juego después de más de tres meses de ausencia. La alegría del reencuentro con la competición, sin embargo, duró poco. La lesión sufrida en Sevilla ha resultado ser más compleja de lo inicialmente diagnosticado, obligando ahora a pasar por el quirófano para solucionar de raíz el problema articular.
El Real Betis, por su parte, ha mostrado su apoyo incondicional al futbolista. La entidad verdiblanca anunció recientemente la renovación del contrato del centrocampista hasta 2028, un gesto que demuestra la confianza depositada en su talento pese a las adversidades físicas. Este compromiso a largo plazo convierte a Isco en uno de los pilares del proyecto deportivo del club, que espera contar con su mejor versión una vez superado este contratiempo.
La operación, que se realizará en una clínica especializada de Madrid, será llevada a cabo por un equipo de traumatólogos de reconocido prestigio. El procedimiento artroscópico, si bien es considerado menor en comparación con otras cirugías ortopédicas, requiere un periodo de recuperación que se estima en mínimo cuatro semanas antes de poder iniciar el trabajo de readaptación física propiamente dicho.
Para el Betis, la pérdida de Isco representa un contratiempo deportivo significativo. El técnico Manuel Pellegrini contaba con el malagueño como una pieza clave en su esquema de juego, especialmente en la creatividad y el desequilibrio en la zona de ataque. Su ausencia prolongada obligará al chileno a replantearse alternativas en el centro del campo, donde la competencia ya es intensa con jugadores como William Carvalho, Guido Rodríguez o Marc Roca.
Desde el punto de vista médico, la decisión de operar busca evitar complicaciones mayores. Las lesiones de cartílago, si no se tratan adecuadamente, pueden degenerar en problemas crónicos que afecten el rendimiento deportivo del jugador. El protocolo de infiltraciones con plasma rico en plaquetas, aunque efectivo en muchos casos, no ha conseguido revertir el daño en esta ocasión, lo que justifica el paso quirúrgico.
La temporada del Real Betis se presenta exigente en múltiples frentes. La competición europea, donde el equipo ya se ha clasificado para la siguiente ronda, y la lucha por los puestos altos de LaLiga requieren de toda la plantilla en plenitud física. La baja de Isco, sumada a otros posibles contratiempos, pone a prueba la profundidad del banquillo verdiblanco.
Para el propio futbolista, este nuevo revés supone un duro golpe anímico. Tras superar la lesión de pretemporada y sentirse preparado para contribuir al proyecto, verse obligado a pasar nuevamente por el quirófano frustra sus expectativas personales. No obstante, su experiencia previa en procesos de recuperación le servirá de apoyo para afrontar esta nueva etapa con la determinación que le caracteriza.
El club ha comunicado que, una vez finalizada la intervención, ofrecerá un parte médico oficial con los detalles del procedimiento y el tiempo estimado de baja. Mientras tanto, Iisco se concentrará en la preparación previa a la cirugía, manteniendo la forma física dentro de las limitaciones impuestas por su dolencia.
El futuro inmediato del malagueño pasa por una recuperación metódica y sin prisas. El Real Betis ha demostrado paciencia con sus jugadores lesionados, priorizando la salud a largo plazo sobre los resultados a corto plazo. Esta filosofía permite a los futbolistas retornar a la competición en condiciones óptimas, minimizando el riesgo de recaídas.
La operación del lunes marca un punto de inflexión en la temporada de Isco. Superada esta fase, el objetivo será recuperar el ritmo competitivo perdido y justificar la confianza que el club ha depositado en él hasta 2028. La afición verdiblanca, que ha recibido al malagueño con cariño desde su llegada, espera poder disfrutar pronto de su magia en el césped del Benito Villamarín.