Laia Sanz se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia con el Rally Dakar, la prueba todoterreno más exigente del planeta. El próximo 3 de enero, la piloto de Corbera de Llobregat pondrá en marcha su decimosexta participación en una competición que ha marcado su trayectoria deportiva durante más de una década. A sus espaldas, una palmares inmaculada que incluye catorce títulos mundiales de trial y seis de enduro, además de once victorias de etapa en la categoría de motos del desierto saudí.
La trayectoria de Sanz en el Dakar comenzó en 2011, cuando decidió dar el salto al rally más prestigioso del mundo. Durante once ediciones consecutivas, la catalana demostró su valía sobre dos ruedas, completando cada una de las pruebas a las que se presentó sin excepción. Su consistencia y regularidad se convirtieron en seña de identidad, algo prácticamente inédito en una prueba donde el abandono es más común que la llegada. En 2022, tras una década de dominio en motos, Sanz decidió explorar nuevos horizontes y se trasladó a la categoría de coches, donde ha competido los últimos cuatro años con diferentes equipos y vehículos.
La edición de 2026 presenta un cambio significativo en su carrera. Por primera vez, Laia Sanz pilotará un vehículo 4x4 con el respaldo del equipo oficial español EBRO Audax Motorsport. A su lado, el copiloto Maurizio Gerini completará la tripulación de un prototipo EBRO s800 XRR, una máquina diseñada y desarrollada en territorio nacional. La elección de este conjunto no es casualidad, sino el resultado de una alianza estratégica que une a una de las mejores pilotos del mundo con una marca española de reconocido prestigio en el sector todoterreno.
En declaraciones recientes, Sanz no oculta su entusiasmo por este nuevo proyecto. "Tener la oportunidad de ir con un 4x4 es algo muy, muy bueno. Además, marca de casa con Ebro... Es perfecto todo", afirma la piloto, quien valora especialmente el componente nacional de su nueva aventura. La conexión con una marca española añade un significado extra a una participación que ya de por sí representa un hito personal y deportivo. El prototipo EBRO s800 XRR promete ser un contendiente competitivo en la categoría, con la fiabilidad y el rendimiento que caracterizan a los vehículos preparados por Audax Motorsport.
El recorrido de Laia Sanz por el Dakar en coches ha sido intenso y variado. Tras su debut en 2022 con Mini, pasó dos temporadas con el equipo Astara, donde consolidó su aprendizaje en cuatro ruedas. La edición anterior la disputó con Century, acumulando experiencia y adaptándose a las particularidades de cada vehículo y equipo. Ahora, con EBRO Audax Motorsport, busca consolidar su posición como una de las pilotos más completas y versátiles del rally, capaz de brillar tanto en motos como en coches.
Más allá de su inmediato futuro con el 4x4, Laia Sanz ya mira hacia nuevos desafíos. La categoría de camiones ha captado su atención, y no descarta dar el salto a estos gigantes del desierto en un futuro lejano. "En camión es algo que también me llama la atención y que un futuro a largo plazo me gustaría hacer", reconoce la piloto, dejando entrever que su sed de aventura y superación no tiene límites. Esta declaración refleja la mentalidad de una deportista que constantemente busca nuevos retos, sin conformarse con lo ya conseguido.
La figura de Laia Sanz trasciende lo puramente deportivo. Hace catorce años, su presencia en el mundo del motor era una excepción, no la norma. La escasez de mujeres en competiciones de elite del motor hacía de cada una de sus participaciones un acto de visibilidad y representación. "Tarde o temprano llegaría una buena oportunidad, esa era mi motivación durante estos años", explica Sanz, quien convirtió la perseverancia en su mejor aliada. Su trayectoria ha abierto puertas y ha servido de inspiración para nuevas generaciones de pilotos femeninas que hoy ven en ella un referente tangible y alcanzable.
El Rally Dakar que se disputa en Arabia Saudí desde 2020 representa uno de los desafíos más duros del deporte mundial. Kilómetros y kilómetros de dunas, navegación compleja, temperaturas extremas y un terreno implacable ponen a prueba no solo la técnica, sino también la resistencia física y mental de los participantes. Para Laia Sanz, cada edición es una nueva oportunidad de medirse contra el desierto, contra sus rivales y contra sí misma. Su capacidad para adaptarse a diferentes vehículos y categorías demuestra una versatilidad poco común en el mundo del rally.
La preparación para el Dakar 2026 ya está en marcha. Los meses previos a la salida en Yanbu el 3 de enero estarán marcados por intensos entrenamientos físicos, pruebas del vehículo, simulaciones de navegación y un trabajo meticuloso con el equipo técnico. EBRO Audax Motorsport ha demostrado en ediciones anteriores su capacidad para preparar vehículos competitivos, y la expectativa es máxima tanto en el equipo como entre los seguidores de la piloto catalana. La combinación de la experiencia de Sanz y el know-how del equipo español crea un binomio con potencial para sorprender en la clasificación general.
El legado de Laia Sanz en el Dakar ya está asegurado. Once victorias de etapa en motos, múltiples top ten en la categoría femenina y la distinción de ser una de las pocas pilotos en haber completado la prueba en diferentes modalidades. Sin embargo, para ella cada participación es un nuevo comienzo, una página en blanco donde volver a demostrar que el talento, el trabajo y la pasión no entienden de género ni de límites. Su presencia en la línea de salida el próximo enero será, una vez más, una lección de deportividad y determinación.
El rally más duro del mundo espera a sus gladiadores del desierto, y Laia Sanz estará entre ellos con el objetivo de seguir dando guerra. Con el EBRO s800 XRR rugiendo bajo su control y Maurizio Gerini leyendo las notas de navegación, la catalana afronta su decimosexta aventura con la misma ilusión del primer día, pero con la experiencia de quien ya conoce cada trampa del desierto saudí. El Dakar 2026 promete ser otra edición épica, y Laia Sanz quiere estar en los puestos de honor, representando a España y a todas las mujeres que sueñan con conquistar el mundo del motor.