Este viernes 26 de diciembre se disputa uno de los encuentros más atractivos de la fase de grupos de la Copa África 2025. La selección egipcia, conocida como los Faraones y liderada por su estrella Mohamed Salah, se enfrenta a una Sudáfrica que llega en su mejor momento futbolístico. El choque, correspondiente a la segunda jornada del Grupo B, se presenta como una auténtica final anticipada, donde ambas escuadras pelean por el liderato y por asegurar matemáticamente su pase a los octavos de final del torneo continental.
El combinado egipcio aterriza en este compromiso con la presión de ser la máxima potencia africana en títulos. Su estatus de favorito le precede, pero también la obligación de demostrarlo sobre el césped. En su debut en esta edición de la AFCON, Egipto sufrió más de lo esperado ante Zimbabue, necesitando un gol de Salah en el tiempo de descuento para llevarse los tres puntos. Esa dosis de sufrimiento ha servido como advertencia para una plantilla consciente de que ningún rival se rinde por anticipado en el fútbol africano actual.
La figura de Mohamed Salah sigue siendo el eje sobre el que gira toda la maquinaria ofensiva egipcia. Su capacidad para resolver partidos en instantes decisivos, demostrada una vez más ante los zimbabuenses, convierte al delantero del Liverpool en la principal amenaza para cualquier defensa. Sin embargo, Egipto necesita mostrar una versión más sólida y menos dependiente de sus destellos individuales si quiere aspirar a conquistar su octava corona continental.
Por su parte, la Sudáfrica de los Bafana Bafana llega a este duelo con una confianza inquebrantable. La escuadra sudafricana acumula once encuentros consecutivos sin conocer la derrota, una racha que la convierte en una de las selecciones más en forma del momento. Bajo la dirección del experimentado entrenador belga Hugo Broos, el equipo ha encontrado un equilibrio entre solidez defensiva y efectividad ofensiva que le ha permitido competir de tú a tú contra cualquier adversario.
En su primer compromiso en el torneo, Sudáfrica también tuvo que remar contracorriente ante Angola. La victoria final por 2-1 reflejó la capacidad de reacción del grupo, con Lyle Foster emergiendo como figura decisiva. El delantero, que milita en la Premier League inglesa, anotó el tanto que dio la vuelta al marcador y certificó una victoria vital para las aspiraciones de su país. Su conexión con el ataque y su olfato goleador serán armas fundamentales para intentar sorprender a la defensa egipcia.
El historial reciente entre ambas selecciones añota un ingrediente extra de motivación para los sudafricanos. En la edición de 2019 de la Copa África, los Bafana Bafana ya eliminaron a los egipcios en una de las grandes sorpresas del torneo. Además, en el duelo de repesca para clasificarse al Mundial de Catar 2022, Sudáfrica volvió a imponerse, demostrando que el factor jerarquía no siempre es determinante cuando se miden a los Faraones. Esa dinámica favorable convierte a este encuentro en una oportunidad perfecta para ratificar su superioridad reciente.
El escenario elegido para este vibrante duelo es el Estadio Adrar de Agadir, una de las instalaciones más modernas y emblemáticas del continente africano. Con capacidad para más de 45.000 espectadores, el coliseo marroquí espera un ambiente festivo propio del Boxing Day futbolístico, donde las aficiones de ambos países llenarán las gradas con sus cánticos y colores para apoyar a sus respectivas selecciones.
Desde el punto de vista táctico, el choque promete ser un interesante duelo de estilos. Egipto, con su tradicional juego ofensivo y su vocación de dominio, intentará imponer su ritmo desde el inicio. La velocidad por las bandas y la creatividad en el centro del campo serán sus principales argumentos para desbordar a una defensa sudafricana que ha demostrado ser muy bien organizada bajo las órdenes de Broos.
Sudáfrica, por su parte, no se conformará con defender. Su capacidad para el contraataque, aprovechando los espacios que deje la defensa egipcia, será su mejor baza. La velocidad de sus extremos y la profundidad que aporta Foster en ataque pueden generar serios problemas a una zaga faraona que mostró cierta fragilidad en su debut ante Zimbabue.
La presión del resultado recae especialmente sobre los hombros de los egipcios. Una victoria les permitiría encarar la última jornada del grupo con los deberes cumplidos y con la tranquilidad de haber asegurado su presencia en la siguiente fase. Por el contrario, un tropiezo complicaría notablemente su situación y les obligaría a jugarse la clasificación en la última fecha, algo que quieren evitar a toda costa.
Para los sudafricanos, el empate no sería un mal resultado, pero su mentalidad ganadora les empujará a buscar los tres puntos. Saben que una victoria les daría una ventaja casi insalvable en la lucha por el liderato del grupo y les permitiría afrontar el último partido con la presión a su favor. La confianza que les proporciona su racha invicta será su principal aliado para enfrentarse a un rival de la entidad de Egipto.
Los aficionados españoles podrán disfrutar de este apasionante encuentro a través de Movistar Plus+ (dial 7) y el canal temático Movistar Liga de Campeones. La retransmisión comenzará con los previos correspondientes para que los televidentes no se pierdan detalle alguno de lo que suceda en Agadir. El horario del partido está fijado para las 16:00 horas (peninsular española), un horario perfecto para disfrutar de un gran espectáculo futbolístico en plena tarde del viernes.
Además de la cobertura televisiva, los seguidores del evento podrán mantenerse informados minuto a minuto a través de las plataformas digitares especializadas. El seguimiento en directo ofrecerá todas las incidencias del encuentro, mientras que las redes sociales se llenarán de las mejores imágenes de Salah y Foster, los goles, las jugadas polémicas y las reacciones de los protagonistas.
La narración radiofónica también estará disponible para aquellos que prefieran seguir el partido de forma más tradicional. Los especialistas en fútbol internacional ofrecerán su visión experta de lo que suceda sobre el terreno de juego, analizando las tácticas, los cambios y los momentos clave que decidan el destino del encuentro.
El ambiente previo al choque ya es de máxima expectación. Las redes sociales de ambas selecciones han estado publicando contenido exclusivo con los entrenamientos, las declaraciones de los jugadores y la llegada de las delegaciones a Agadir. Los aficionados han respondido con miles de mensajes de apoyo, creando una atmósfera de auténtico fervor futbolístico que se respira a miles de kilómetros del estadio.
Desde el punto de vista de las apuestas, Egipto parte como favorito, pero las cuotas reflejan la estrecha diferencia entre ambos equipos. La victoria faraona se paga a una cuota baja, mientras que el triunfo sudafricano ofrece una rentabilidad interesante para aquellos que confían en la racha positiva de los Bafana Bafana. El empate también es una opción muy jugada, dada la igualdad que se prevé en el desarrollo del partido.
La importancia de este duelo trasciende más allá de los tres puntos en juego. Para Egipto, es una oportunidad de reafirmar su dominio continental y de dar un paso de gigante hacia su objetivo de levantar la octava Copa África de su historia. Para Sudáfrica, representa la posibilidad de consolidarse como una nueva potencia del fútbol africano y de demostrar que su buen momento no es fruto de la casualidad.
Los jugadores clave no se limitan únicamente a Salah y Foster. En el centro del campo, la batalla será intensa. Egipto contará con su capitán y organizador, mientras que Sudáfrica presentará un mediocampo físico y dinámico capaz de recuperar balones y salir rápido al contrataque. Las duelas individuales en cada línea del campo prometen ser apasionantes y podrán decantar el signo del encuentro.
Las defensas también tendrán mucho que decir. La zaga egipcia deberá mostrarse más sólida que en su debut, evitando los errores que casi le costaron caros ante Zimbabue. Por su parte, la defensa sudafricana tendrá el reto de contener a uno de los mejores delanteros del mundo, lo que requerirá una actuación coral perfecta y una concentración máxima durante los noventa minutos.
El factor psicológico jugará un papel determinante. Egipto debe gestionar la presión de ser favorito y la obligación de ganar, mientras que Sudáfrica puede jugar con la tranquilidad de quien no tiene nada que perder y mucho que ganar. Esa dinámica mental puede ser decisiva en momentos clave del partido, especialmente si el marcador está igualado en la recta final.
El clima de Agadir también será un elemento a considerar. Las condiciones meteorológicas en esta época del año suelen ser favorables para el juego, con temperaturas moderadas y baja probabilidad de lluvia, lo que debería permitir desarrollar un fútbol de calidad y espectacularidad.
En definitiva, el encuentro entre Egipto y Sudáfrica se presenta como uno de los platos fuertes de esta primera fase de la Copa África 2025. La combinación de historia, talento individual, buen momento de forma y rivalidad reciente garantiza un espectáculo de primer nivel. Tanto los Faraones como los Bafana Bafana tienen argumentos más que suficientes para soñar con la victoria, lo que convierte este viernes 26 de diciembre en una cita ineludible para los amantes del fútbol africano y del buen fútbol en general.