El Nápoles ha iniciado el año con el pie derecho al proclamarse campeón de la Supercopa de Italia en una final que tuvo como gran protagonista a David Neres. El delantero brasileño, con dos dianas decisivas, lideró a los de Antonio Conte hacia la conquista del primer título de la temporada tras imponerse por 2-0 al Bolonia en el Al-Awwal Park de Riad, Arabia Saudita. Un triunfo que sabe a revancha para el conjunto napolitano, que precisamente había caído derrotado ante este mismo rival en la Serie A en uno de los partidos más duros del curso pasado.
El escenario exótico de Riad no desconcentró a un Nápoles que salió al terreno de juego con la determinación de un campeón. Desde el pitido inicial, el equipo de Conte impuso un ritmo controlado pero insistente, buscando desbordar por las bandas y explotar la velocidad de sus extremos. La defensa del Bolonia, bien ordenada por su cuerpo técnico, tuvo que emplearse a fondo desde los primeros minutos para contener las acometidas napolitanas.
La primera ocasión clara llegó en el minuto 5, cuando una pérdida en la salida de balón del Bolonia permitió a los de Nápoles robar en campo rival. El balón llegó a los pies de Khvicha Kvaratskhelia, quien con una conducción vertiginosa se plantó en la frontal del área, aunque su disparo se marchó ligeramente desviado. La respuesta del conjunto italiano no se hizo esperar, y en el minuto 8 tuvieron su primera aproximación con un centro de Riccardo Orsolini que no encontró rematador.
El Nápoles continuó con su plan de juego, insistiendo especialmente por la banda derecha, donde la conexión entre Giovanni Di Lorenzo y Neres empezaba a generar peligro constante. En el minuto 15, una jugada ensayada entre ambos acabó con un centro raso que Eljif Elmas no consiguió rematar con precisión. El balón se perdió por la línea de fondo mientras el portero del Bolonia, Lukasz Skorupski, respiraba aliviado.
El dominio territorial del Nápoles se convirtió en ocasiones cada vez más claras. En el minuto 24, una combinación espectacular entre Victor Osimhen y Neres dejó al brasileño solo ante la portería, pero el guardameta rival salió a tiempo para bloquear el disparo. La insistencia napolitana tenía que acabar por romper el cerrojo defensivo del Bolonia, y así fue en el minuto 38. Neres recibió el balón en la banda derecha, cortó hacia el interior y, desde la frontal del área, lanzó un zurdazo imparable que se coló por el segundo palo de Skorupski. Un golazo que valió una ovación del público presente y que abría el marcador justo antes del descanso.
La segunda mitad comenzó con el mismo guion. El Nápoles no bajó el pistón y siguió presionando la salida de balón del rival. En el minuto 48, un disparo lejano de Stanislav Lobotka obligó al portero del Bolonia a estirarse para evitar el segundo. El conjunto de Vincenzo Italiano intentó reaccionar con un cambio de sistema, pero la defensa napolitana, bien comandada por Amir Rrahmani, no concedía espacios.
El Bolonia tuvo su mejor ocasión en el minuto 54, cuando un centro de Orsolini desde la derecha encontró la cabeza de Joshua Zirkzee, pero el remate careció de potencia y Alex Meret atajó sin problemas. Esa fue la única advertencia seria de un rival que se veía superado en todas las facetas del juego. El Nápoles respondió de la mejor manera posible: con otro gol.
En el minuto 57, una transición rápida liderada por Kvaratskhelia acabó con un pase filtrado a Neres, que entraba por el segundo palo. El brasileño, con sangre fría, definió cruzado ante la salida de Skorupski y estableció el 2-0 definitivo. Doblete personal y tercer gol en la competición, después del que ya anotó en la semifinal contra el Milan. El hat-trick estuvo cerca en el minuto 63, cuando Osimhen le dejó solo ante el portero, pero esta vez el balón se le escapó por centímetros.
Antonio Conte movió el banquillo para dar descanso a sus titulares. Entraron Giacomo Raspadori y Giovanni Simeone, manteniendo el control del partido. El Bolonia, por su parte, intentó maquillar el resultado con alguna llegada aislada, pero la zaga napolitana no concedió ni una sola ocasión clara más. El partido acabó con el Nápoles celebrando su tercera Supercopa de Italia en la historia, la primera desde 2014.
El rendimiento de David Neres ha sido excepcional. El brasileño, llegado este verano, se ha adaptado perfectamente al sistema de Conte, que le ha dado libertad para moverse por todo el frente de ataque. Su velocidad, técnica y olfato goleador han sido determinantes. En dos partidos, ha marcado tres goles y ha sido el MVP de la competición. Un comienzo de temporada soñado para un jugador que quiere dejar atrás una etapa de irregularidad en su carrera.
Para Antonio Conte, este título es un aval a su proyecto. El entrenador italiano ha conseguido que el Nápoles mantenga el nivel que le llevó a conquistar la Serie A la temporada pasada, a pesar de las bajas importantes como la de André-Frank Zambo Anguissa o la ausencia de su estrella Kevin De Bruyne, que no pudo disputar el torneo por lesión. El sistema 3-4-3 funciona a la perfección, con Di Lorenzo y Mário Rui abriendo el campo y Neres como referente ofensivo.
El Nápoles no solo ganó la Supercopa, lo hizo sin encajar un solo gol en los dos partidos disputados. Una defensa sólida, un centro del campo que controla los tiempos y un ataque letal conforman el tridente perfecto. El Bolonia, por su parte, se va con las manos vacías de Riad, pero con la lección aprendida: el campeón de Italia ha demostrado por qué lo es.
La temporada promete emociones fuertes para los napolitanos. Con este título en el bolsillo, el equipo de Conte afronta la segunda parte de la Serie A con confianza máxima. La afición sueña con una temporada histórica, y si Neres mantiene este nivel, los sueños pueden hacerse realidad. El brasileño ha demostrado que puede ser el diferencial en los partidos importantes, y eso es oro puro para cualquier equipo con aspiraciones.
El fútbol italiano cierra su primer capítulo del año con el Nápoles en lo más alto. La Supercopa de Italia ya tiene dueño, y el nombre del campeón suena familiar. Los de Conte han mandado un mensaje claro al resto de Europa: están para grandes cosas. Y David Neres, con su doblete en la final, ha escrito su nombre con letras de oro en la historia reciente del club. Un comienzo perfecto para una temporada que promete ser inolvidable.