El Castellón sigue con paso firme en su objetivo de alcanzar el ascenso directo tras imponerse por 3-1 al Mirandés en un encuentro vibrante disputado en el estadio Castalia. La figura indiscutible del choque fue Camara, quien tras saltar al terreno de juego desde el banquillo, firmó un doblete en la segunda mitad que desató la euforia entre la parroquia local y consolidó la quinta victoria consecutiva del equipo dirigido por Pablo Hernández.
El conjunto albinegro se adelantó en el marcador gracias a un tempranero gol de Doué, pero los visitantes lograron igualar la contienda mediante un lanzamiento desde el punto de penalti ejecutado por Carlos Fernández. No obstante, la verdadera diferencia llegó tras el descanso, cuando el atacante Camara demostró su olfato goleador con dos dianas que sentenciaron el duelo.
Primera mitad con alternativas
Los locales salieron decididos a imponer su ritmo desde el pitido inicial. La presión adelantada del Castellón pronto dio sus frutos cuando Doué aprovechó una jugada de estrategia para batir la portería defendida por el cancerbero rival. El tanto tempranero parecía encarrilar el encuentro para los intereses de los castellonenses, pero el Mirandés no se amilanó.
El conjunto rojillo reaccionó con orden y poco a poco fue ganando metros en el campo. Su empeño tuvo recompensa cuando una acción dentro del área local provocó la pena máxima. Carlos Fernández asumió la responsabilidad desde los once metros y no perdonó, estableciendo el empate a uno que se mantendría hasta el intermedio.
La revolución de Camara
La segunda parte trajo consigo el cambio de dinámica decisivo. El técnico local decidió refrescar el ataque con la entrada de Camara, una decisión que resultó magistral. El delantero apenas necesitó unos minutos para dejar su impronta en el encuentro.
Su primera intervención estelar llegó tras una jugada de contraataque vertiginosa. Recibió un pase en profundidad, se deshizo de su marcador con una rápida carrera y definió con frialdad ante la salida del guardameta. El tanto devolvió la ventaja al Castellón y revitalizó a una afición que comenzaba a inquietarse.
No conforme con eso, Camara volvió a aparecer en los instantes finales para redondear su exhibición. En una acción individual de mérito, el atacante se zafó de la marca de Álex Cardero, ganó la línea de fondo y cruzó el esférico imparable para el meta visitante. El doblete personal certificaba el 3-1 definitivo y aseguraba tres puntos de oro para la causa albinegra.
Control y eficacia
Más allá de los goles, el Castellón demostró una solidez defensiva notable. El lateral Mellot protagonizó una intervención clave anticipándose a su rival y despejando el peligro cuando el Mirandés buscó el empate. Aunque la jugada finalmente fue anulada por fuera de juego, la lectura defensiva del equipo local fue impecable durante la mayor parte del encuentro.
El portero Matthys tuvo una actuación segura, especialmente en los momentos de mayor acoso visitante. Un cabezazo de Carlos Fernández en la recta final del choque fue atrapado sin complicaciones, evidenciando la comodidad del cancerbero bajo los palos.
El conjunto rojillo intentó reaccionar con cambios ofensivos. La entrada de Mari por Tamarit y la posterior incorporación de Marino buscaban dar más profundidad al ataque, pero la defensa local se mostró bien organizada y concedió pocas ocasiones claras.
Implicaciones en la tabla
Este triunfo resulta trascendental para las aspiraciones del Castellón. La quinta victoria consecutiva sitúa al equipo a tan solo un punto de la segunda plaza, posición que otorga el ascenso directo. El buen momento de forma del conjunto albinegro, sumado a la efectividad de sus delanteros, convierte a Castalia en una fortaleza inexpugnable.
Por su parte, el Mirandés continúa en la parte baja de la clasificación. La derrota mantiene al equipo en la última posición, a cuatro puntos de la salvación. La falta de puntería y los errores defensivos en momentos clave condenan al conjunto de Pablo Hernández a una situación complicada, aunque aún quedan jornadas por delante para revertir la dinámica.
Próximos desafíos
El calendario presenta nuevos retos para ambos contendientes. El Castellón afrontará un desplazamiento complicado a tierras andaluzas para medirse al Cádiz, uno de los gallitos de la categoría. El encuentro servirá para medir el verdadero potencial del equipo en condiciones adversas y confirmar si puede mantenerse en la pelea por los puestos de privilegio.
El Mirandés, por su parte, recibirá en casa al Córdoba en un duelo directo por la permanencia. Los puntos en juego son vitales para las aspiraciones de salvación del conjunto rojillo, que necesitará una victoria para recortar distancias con los equipos que marcan la zona de permanencia.
La fiesta de Castalia
La afición local disfrutó de una tarde memorable en las gradas. El ambiente festivo se extendió desde el pitido inicial hasta el final del encuentro, con cánticos que animaron a los suyos en los momentos de mayor tensión. La figura de Camara fue ovacionada cuando abandonó el terreno de juego, reconociendo su contribución decisiva al triunfo.
El encuentro no estuvo exento de pequeñas tensiones. Una trifulca entre jugadores de ambos equipos en los instantes finales encendió los ánimos, aunque el arbitraje logró controlar la situación sin mayores consecuencias. Los incidentes, protagonizados por Mabil y Cardero, no empañaron el buen sabor de boca de una victoria merecida.
Análisis de las estadísticas
El dominio territorial del Castellón se tradujo en ocasiones claras de gol. El equipo local registró más remates a puerta y una mayor precisión en los pases en zona ofensiva. La efectividad de Camara contrastó con las dificultades del Mirandés para superar la línea defensiva rival.
El porcentaje de posesión estuvo equilibrado, pero la capacidad del conjunto albinegro para generar peligro en transiciones rápidas resultó decisiva. Las bandas, especialmente la derecha con Mellot, se convirtieron en vías de ataque constantes que desbordaron a la zaga visitante en múltiples ocasiones.
Conclusiones
El Castellón demostró una vez más su madurez competitiva y su capacidad para resolver encuentros complicados. La gestión del partido por parte del cuerpo técnico, con cambios acertados que alteraron el devenir del choque, refleja un equipo en crecimiento con objetivos claros.
La figura de Camara emerge como un activo fundamental para la recta final del campeonato. Su capacidad para marcar diferencias desde el banquillo aporta un plus de competitividad al plantel, demostrando que la calidad no entiende de titularidades.
El Mirandés, pese a la derrota, mostró espíritu de lucha. No obstante, necesita corregir errores defensivos y mejorar la efectividad en ataque si quiere revertir su situación en la tabla. La permanencia pasa por sumar victorias en los próximos compromisos, comenzando por el crucial duelo ante el Córdoba.
El fútbol, una vez más, dejó en Castalia una tarde de emociones, goles y una victoria que sabe a gloria para un equipo que sueña con lo grande. La regularidad del Castellón le convierte en un serio candidato a la fiesta del ascenso, mientras que el Mirandés deberá apelar a su carácter para evitar el descenso.