Eli Ndiaye se pierde toda la temporada con los Hawks por lesión

El exjugador del Real Madrid será operado de un desgarro en el hombro izquierdo y no debutará en la NBA este curso

La aventura estadounidense de Eli Ndiaye ha llegado a un abrupto final en su primer año. El joven ala-pívot español, de 21 años y 2,04 metros de estatura, no volverá a saltar a la cancha durante lo que resta de temporada tras confirmarse la gravedad de su lesión en el hombro izquierdo, tal y como han informado fuentes del equipo. La resonancia magnética a la que fue sometido ha revelado un desgarro del labrum que requiere intervención quirúrgica inminente, lo que pone punto y final a sus opciones de debutar con los Atlanta Hawks en esta campaña.

El contratiempo físico se remonta al pasado 9 de diciembre, cuando el exmadridista sufrió una subluxación del hombro izquierdo mientras disputaba un encuentro de la G League con los College Park Skyhawks, filial del conjunto de Georgia. Desde ese momento, el jugador ha estado sometido a tratamiento y pruebas médicas que finalmente han confirmado la peor de las expectativas. La operación está programada para principios de enero, lo que le mantendrá alejado de las pistas durante varios meses.

La decisión de Ndiaye de cruzar el Atlántico el pasado verano generó expectación en el panorama del baloncesto nacional. Tras finalizar su vínculo con el Real Madrid, donde había formado parte de la estructura de cantera y había dado sus primeros pasos en el primer equipo, el internacional español sub-21 optó por una apuesta arriesgada: firmar un contrato bidireccional con los Hawks. Este tipo de acuerdo le permitía alternar entre la máxima competición mundial y la liga de desarrollo, la G League, con los College Park Skyhawks.

Sin embargo, la suerte no ha acompañado al joven talento. En los nueve partidos que disputó con el filial antes de la lesión, Ndiaye registró unas cifras discretas pero prometedoras: 8,1 puntos, 6,9 rebotes y 1,4 asistencias de media, con un tiempo de juego aproximado de 26,2 minutos por encuentro. Estos números reflejaban una progresión constante y una adaptación gradual al estilo físico y vertiginoso del baloncesto estadounidense, pero no han sido suficientes para abrirse un huecho en la rotación del primer equipo.

Durante el período pretemporada y los primeros entrenamientos con Atlanta, Eli Ndiaye sí que dejó destellos de su potencial, especialmente en el aspecto defensivo. Varios destacados defensivos y tapones espectaculares se convirtieron en contenido viral entre los aficionados, generando ilusión sobre sus posibilidades de convertirse en un especialista defensivo de utilidad en la plantilla. No obstante, los problemas físicos han truncado de forma prematura su proyección y le han privado de la oportunidad de demostrar su valía en el máximo nivel.

La lesión no solo le impide debutar en la NBA esta temporada, sino que también le priva de continuar con su desarrollo en la G League, donde estaba acumulando valiosa experiencia y minutos de calidad. La recuperación de una operación de labrum suele requerir entre cuatro y seis meses, lo que significa que Ndiaye deberá enfocarse en la rehabilitación y en preparar su regreso de cara a la próxima campaña.

El futuro inmediato del español pasa por superar con éxito la intervención quirúrgica y completar un proceso de recuperación que le devuelva la confianza en su hombro. Aunque la temporada 2023-24 ha sido un fracaso desde el punto de vista de la participación, la experiencia adquirida en el día a día de una franquicia NBA y la exposición al método de trabajo estadounidense pueden resultar valiosos de cara a su progresión profesional. La paciencia será su mejor aliada en los próximos meses, mientras espera una nueva oportunidad para demostrar que su apuesta por el sueño americano puede tener éxito.

Referencias

Contenido Similar