Nápoles conquista la Supercopa de Italia con doblete de Neres

El conjunto napolitano superó con autoridad al Bolonia en la final de la Supercoppa Italiana, con una exhibición de David Neres

El Nápoles se ha proclamado campeón de la Supercopa de Italia 2025 tras imponerse con claridad meridiana al Bolonia en una final que dominó de principio a fin sin apenas conceder opciones reales a su rival. El conjunto napolitano, dirigido por su cuerpo técnico, demostró una superioridad evidente sobre el césped que se tradujo en un contundente marcador de 2-0, gracias a una actuación estelar y decisiva del extremo brasileño David Neres, autor indiscutible de los dos goles del encuentro y figura indiscutible de la noche en el estadio.

El partido, correspondiente a la tradicional Supercoppa Italiana que enfrenta al campeón de la Serie A contra el ganador de la Copa de Italia, presentó a un Nápoles que salió al terreno de juego con una actitud decidida y ambiciosa desde el pitido inicial. Los napolitanos controlaron el ritmo del juego mediante una posesión ordenada y generaron las primeras ocasiones de peligro con peligrosidad, mientras el Bolonia intentaba organizar su defensa en una formación replegada y buscar opciones al contraataque que nunca llegaron a materializarse con efectividad ni peligro real.

Una de las polémicas más destacadas y comentadas del encuentro se produjo en los primeros compases del juego, cuando el delantero Santi Castro cayó dentro del área napolitana tras un contacto con un defensor local en una acción de claro riesgo. Los jugadores rossoblù reclamaron penalti con vehemencia y protestaron de forma vehemente, pero el árbitro principal de la contienda no señaló la pena máxima ni consultó el VAR para revisar la jugada, una decisión controvertida que marcó el desarrollo psicológico posterior del encuentro. Este episodio pareció afectar moralmente al conjunto de Bolonia, que nunca logró recuperar su compostura ni su confianza en el resto del duelo, mostrando una actitud dubitativa en sus acciones.

A partir de ese momento determinante, el Nápoles intensificó su dominio territorial y su control absoluto del balón, llevando el peso del partido a su terreno. El mediocampista ofensivo Elmas dispuso de una ocasión clarísima en un mano a mano contra el portero Ravaglia, pero su remate careció de la precisión necesaria para batir al meta visitante. El guardameta del Bolonia se convirtió paradójicamente en la figura de su equipo durante gran parte del encuentro, realizando intervenciones de notable mérito que evitaron un resultado más abultado y vergonzoso para su escuadra. Una de sus paradas más destacadas fue un rechazo espectacular en una acción de Spinazzola que parecía gol cantado y que el portero desvió con un reflejo admirable, demostrando su calidad.

Sin embargo, la insistencia napolitana encontró premio a escasos minutos del descanso, en una jugada que desatascó el encuentro y dio tranquilidad al equipo local. David Neres recibió el balón en la frontal del área y, con un disparo técnico, colocado y con efecto, superó la estirada de Ravaglia. El gol, de gran factura técnica, rompió el empate inicial y dio ventaja a su equipo en el marcador, tranquilizando a la afición local. La calidad del tanto del brasileño fue evidente, con un remate que dejó sin opciones al guardameta rival y que recordó a las grandes estrellas del fútbol mundial, generando el aplauso generalizado del público presente.

La segunda mitad del encuentro siguió el guion establecido en la primera parte, con el mismo dominio territorial. El Nápoles gestionó su ventaja con solvencia y madurez táctica, sin apuros excesivos ni precipitaciones, mientras el Bolonia intentaba reaccionar pero carecía de ideas creativas para crear peligro de forma consistente y organizada. Ravaglia continuó con su labor de contención y resistencia, evitando que la ventaja se ampliara con nuevas intervenciones de calidad y demostrando por qué es titular indiscutible en su equipo, a pesar de los errores cometidos.

A la hora exacta de juego, el mismo Neres sentenció el encuentro de forma definitiva y casi definitiva. El brasileño aprovechó un error garrafal en la salida del balón del propio Ravaglia, quien intentó jugar con sus defensas pero perdió el control del esférico bajo presión. Neres, atento al fallo, robó el balón con astucia y definió con un toque sutil y preciso que superó al portero en el primer palo. Con este segundo tanto, el ex del PSV Eindhoven y del Shakhtar Donetsk ponía el 2-0 definitivo y prácticamente certificaba el título para su equipo, dejando el encuentro visto para sentencia y sin opciones de remontada.

El Nápoles tuvo ocasiones para aumentar aún más su ventaja y hacer el resultado más escandaloso. El recién ingresado Noa Lang, extremo holandés de gran talento, dispuso de una clara oportunidad tras un pase al espacio de McTominay, pero su remate se marchó desviado por muy poco, generando frustración en el jugador. En otra jugada de peligro, el lateral Miguel Gutiérrez, que había entrado en la segunda mitad para refrescar el carril izquierdo, realizó un centro preciso y medido que Polítano no logró conectar correctamente, enviando el balón por encima del larguero cuando parecía más fácil marcar, en una acción que pudo significar el tercer gol.

El Bolonia, por su parte, mostró una imagen discreta y poco ambiciosa durante los noventa minutos de juego efectivo. El equipo rossoblù no logró imponer su juego ni su toque característico y se mostró impreciso en las zonas decisivas del campo. Las sustituciones realizadas por el cuerpo técnico visitante no lograron cambiar el rumbo del encuentro ni aportar la frescura necesaria, y el conjunto de Bolonia se tuvo que conformar con una derrota que, en justicia, reflejó lo visto sobre el terreno de juego y la diferencia de calidad entre ambos planteles en esta ocasión.

Con este resultado, el Nápoles levanta la Supercopa de Italia y confirma su condición de favorito en el panorama futbolístico italiano para la presente temporada. La actuación de David Neres ha sido la gran noticia del encuentro, con un rendimiento excepcional que le convierte en el héroe de la noche para la afición napolitana. El brasileño, con sus dos dianas, ha demostrado su calidad contrastada y su capacidad para decantar encuentros de máxima exigencia cuando su equipo más lo necesita, consolidándose como referente ofensivo.

El once inicial del Nápoles presentó a Milinkovic-Savic bajo palos, una defensa formada por Di Lorenzo, Rrhamani y Juan Jesus, y un centro del campo con Lobotka y McTominay como referentes tácticos. En ataque, la presencia de Neres, Elmas y Hojlund resultó decisiva para el desenlace final. Por parte del Bolonia, Ravaglia ocupó la portería, con una línea defensiva compuesta por Holm, Heggem, Lucumí y Miranda, mientras que en ataque Santi Castro fue el hombre más adelantado sin conseguir destacar ni generar peligro.

Las tarjetas amarillas mostradas durante el encuentro fueron para Conte, Heggem, Cambiaghi, Holm y Politano, reflejando la intensidad de un partido que, aunque dominado por el Nápoles, no careció de tensión en determinados momentos puntuales. La entrada de jugadores como Buongiorno en el Nápoles y Benja Domínguez en el Bolonia no alteraron el desarrollo del choque ni el guion previsto.

Con este triunfo, el Nápoles suma un nuevo título a su palmarés histórico y demuestra que está en forma de cara a los objetivos de la temporada, tanto en el campeonato doméstico como en competiciones europeas. La temporada promete emociones fuertes para los partenopeos, que cuentan con un plantel competitivo, equilibrado y con jugadores en forma como Neres, capaces de marcar la diferencia en los momentos clave de la competición y de ilusionar a su masa social.

Referencias

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