En vísperas de alcanzar un hito histórico —su partido número 1.000 como entrenador—, Pep Guardiola ha tomado una decisión estratégica y cautelosa: Rodrigo Hernández no estará disponible para el duelo entre Manchester City y Liverpool en el Etihad Stadium. Este encuentro, considerado uno de los clásicos modernos de la Premier League, se jugará sin uno de los jugadores más importantes del equipo, y no por capricho, sino por una cuidadosa gestión de su recuperación física.
Rodrigo, galardonado con el Balón de Oro 2024, ha vivido una temporada complicada desde su regreso tras una grave lesión en la rodilla derecha, sufrida en septiembre del año pasado. Esa lesión lo mantuvo alejado de los campos durante ocho meses, y su reaparición ha estado marcada por recaídas: primero, molestias en la rodilla operada, y luego, una lesión en los isquiotibiales que ha limitado su participación.
En los últimos ocho partidos del City en todas las competiciones, Rodrigo apenas ha jugado un minuto —en el tiempo añadido frente al Bournemouth—. Esta ausencia no es casualidad: Guardiola ya lo reservó en el partido de Champions contra el Borussia Dortmund, y hoy repite la decisión. El entrenador catalán ha sido claro: no va a arriesgar con un jugador tan clave en un momento tan delicado de su recuperación.
La ausencia de Rodrigo abre la puerta a Nico González, quien vuelve a ocupar el puesto de mediocentro en su lugar. Aunque el joven centrocampista no tiene el mismo peso táctico ni la experiencia de Rodrigo, su dinamismo y entrega han convencido a Guardiola para confiar en él en partidos clave. Esta decisión también refleja la profundidad del plantel del City, capaz de adaptarse incluso sin uno de sus pilares.
Para los aficionados, la ausencia de Rodrigo es una decepción, pero también una señal de que el club prioriza la salud del jugador sobre los resultados inmediatos. En un deporte tan exigente como el fútbol moderno, donde las lesiones pueden marcar la diferencia entre una temporada exitosa y una frustrante, la gestión médica y deportiva es fundamental.
Guardiola, conocido por su meticulosidad y visión a largo plazo, parece estar jugando una partida más allá del partido de hoy. Su enfoque no es solo ganar el City-Liverpool, sino asegurar que Rodrigo esté en óptimas condiciones para los próximos desafíos, incluyendo la recta final de la Premier League y la Champions League.
En resumen, aunque el partido entre City y Liverpool promete ser emocionante, la ausencia de Rodrigo es un recordatorio de que, en el fútbol de alto rendimiento, la salud de los jugadores es tan importante como el resultado del partido. Y en este caso, la prudencia de Guardiola podría ser la clave para que el City no solo gane hoy, sino que también esté en plena forma cuando más importe.