El Real Madrid cae ante el Celta en un partido lleno de polémica

Derrota del conjunto blanco en el Bernabéu con lesión de Militao, expulsión polémica y duras críticas al arbitraje

El Real Madrid no pudo superar al Celta de Vigo en un encuentro que dejó más dudas que certezas en el conjunto merengue. La derrota en el Santiago Bernabéu se convirtió en una nueva piedra en el zapato para un equipo que atraviesa por uno de sus momentos más complicados de la temporada, con solo dos victorias en los últimos siete partidos disputados. La lesión temprana de Éder Militao trastocó por completo los planes de Carlo Ancelotti, quien no ocultó su frustración en la rueda de prensa posterior al encuentro. El técnico italiano reconoció que el golpe anímico sufrido por la baja del central brasileño condicionó el desarrollo del partido desde los primeros minutos. La lesión de Militao se suma a una lista de bajas que ya es preocupante para el cuerpo técnico, que ve cómo cada semana debe recomponer el once titular con nuevas ausencias. La situación defensiva del equipo se ha vuelto crítica, y esta nueva contrariedad obligará a Ancelotti a buscar soluciones creativas de cara a los próximos compromisos, especialmente con la Champions League a la vuelta de la esquina. El desarrollo del encuentro no favoreció los intereses del conjunto blanco, que se mostró impreciso en ataque y vulnerable en defensa. Las decisiones arbitrales terminaron por desquiciar a los jugadores madridistas, que vieron cómo el colegiado Alejandro Quintero mostraba una actitud permisiva que no gustó en el banquillo local. La expulsión polémica de uno de los jugadores del Real Madrid, sumada a una tarjeta amarilla muy discutible para Álvaro, generó un clima de frustración evidente entre los futbolistas. Ancelotti no dudó en criticar abiertamente el arbitraje: "No me ha gustado la actuación. La tarjeta a Álvaro es muy discutible, como con muchas ganas... No me ha gustado y eso nos ha descontrolado un poco". Las protestas no se quedaron solo en el técnico. Tras el pitido final, el ambiente en el túnel de vestuarios se caldeó. El lateral Daniel Carvajal, visiblemente molesto y sin atuendo deportivo, se dirigió a uno de los árbitros con un claro reproche: "El nivel que dais y llorando luego en rueda de prensa". Estas palabras reflejan el malestar generalizado en el seno del plantel hacia la actuación del colegiado. Por su parte, el acta del encuentro recogió otro incidente protagonizado por Carreras, quien directamente le espetó al árbitro: "Eres malísimo". Estas declaraciones podrían traer consecuencias disciplinarias para los jugadores, aunque en el club blanco consideran que las críticas están justificadas tras las polémicas decisiones que, a su juicio, perjudicaron claramente al equipo. La rueda de prensa de Ancelotti dejó titulares preocupantes. El entrenador reconoció que "todos estamos enfadados" y que "no era el partido y el resultado que queríamos". El italiano insistió en la necesidad de "pasar página lo más rápido posible" y mirar hacia adelante, consciente de que la temporada aún está lejos de terminar y que quedan objetivos importantes por conquistar. La situación del equipo es delicada. Las lesiones se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el cuerpo técnico, que no puede contar con piezas clave en los momentos decisivos de la temporada. Militao se suma a una lista que ya incluye a jugadores importantes, lo que obliga a rotaciones forzadas que afectan al rendimiento colectivo. El técnico italiano asumió la responsabilidad colectiva: "Todos asumimos la culpa. Estamos juntos en los momentos buenos y no tan buenos". Esta unidad es precisamente lo que el entrenador demanda de cara a los próximos desafíos. La situación es apretada, pero el mensaje es claro: el club debe mantenerse cohesionado para superar esta mala racha. Sobre el futuro inmediato, Ancelotti envió un mensaje de esperanza. El miércoles llega el Manchester City en un duelo clave de Champions League que puede ser el punto de inflexión necesario. "Tenemos el partido de Champions del City para reaccionar y quitarnos el mal sabor de boca", aseguró el entrenador, consciente de que una buena actuación en Europa podría cambiar por completo la dinámica del equipo. El técnico descartó que se juegue el puesto en ese encuentro: "Nos jugamos tres puntos de Champions en una competición en la que estamos en una buena situación". Las palabras de Ancelotti buscan descomprimir la tensión y alejar los rumores sobre su continuidad, que inevitablemente surgen tras una racha de resultados negativos. El foco está en el rendimiento colectivo y en demostrar que el equipo puede jugar mucho mejor de lo mostrado contra el Celta. En cuanto a las opciones de rotación, Ancelotti habló sobre jugadores como Franco Mastantuono y Dani Ceballos. El joven argentino está recuperando su mejor forma tras superar una pubalgia, mientras que el andaluz no entró en los planes del técnico para este encuentro por las circunstancias del partido. "Franco está recuperando la forma después de la pubalgia. Está mejorando. Cada vez está más cerca de jugar", explicó el entrenador, abriendo la puerta a su participación en próximos compromisos. La afición del Bernabéu mostró su descontento con el resultado y con algunas decisiones del equipo. Ancelotti lo entiende perfectamente: "Duele, estamos enfadados y entendemos que la gente esté enfadada". El entrenador sabe que la exigencia del Real Madrid no admite concesiones, y que cada derrota en casa se vive como un pequeño fracaso. Sin embargo, también recordó que "un partido malo en casa se puede tener" y que lo importante es la reacción inmediata. La temporada aún tiene mucho recorrido y la Liga no está perdida. Quedan muchos puntos en juego y el equipo tiene capacidad para revertir la situación. El mensaje de Ancelotti es de calma, pero también de urgencia: "Hay que mirar hacia adelante" y "entre todos tenemos que querer hacer las cosas bien". El próximo reto es el City, una oportunidad de oro para demostrar que el Real Madrid sigue siendo un equipo de élite capaz de competir por los títulos más importantes. La plantilla trabajará estos días en recomponerse anímica y físicamente. La unidad será clave para afrontar una semana decisiva que puede marcar el rumbo de toda la temporada. El conjunto blanco necesita una victoria de prestigio que devuelva la confianza al grupo y tranquilice una afición que empieza a impacientarse.

Referencias

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