El Real Madrid sufrió un revés inesperado en el Santiago Bernabéu contra el Celta de Vigo, y el entrenador Xabi Alonso no ocultó su frustración en la rueda de prensa posterior al encuentro. El técnico vasco mostró una mezcla de enfado y pragmatismo al analizar lo sucedido, señalando como principal factor disruptivo la actuación arbitral y la tempranera lesión de Éder Militao.
El partido, que terminó con un resultado adverso para los blancos, dejó un regusto amargo en el vestuario madridista. Alonso reconoció que la derrota dolía y que el ambiente era de frustración compartida. "Todos estamos enfadados, no era el partido que queríamos, ni el resultado", admitió el entrenador, dejando claro que las expectativas eran muy diferentes a lo que finalmente se materializó sobre el césped. La sensación de oportunidad perdida era palpable en sus palabras, conscientes de que el Bernabéu esperaba otra versión del equipo.
La lesión de Militao en los compases iniciales del encuentro supuso un golpe anímico y táctico difícil de digerir. "Desde el inicio esa lesión de Militao nos hizo daño, nos costó recomponernos", explicó Alonso. La baja del central brasileño obligó a reestructurar el equipo sobre la marcha, algo que el técnico consideró que desestabilizó los planes previstos. La situación se agravó por el contexto de lesiones que ya aqueja al conjunto blanco, una problemática recurrente esta temporada que ha mermado las opciones de rotación y ha forzado a utilizar jugadores fuera de su posición natural. "Es una mala noticia, sufrimos con las lesiones. Es otra que se añade", lamentó el vasco, visiblemente preocupado por la situación médica de la plantilla.
El plan inicial del Madrid era claro: imponer un ritmo alto y presionar a un rival de calidad. Sin embargo, la ejecución distó mucho de la intención. "El partido lo planteamos para jugar con buen ritmo, apretando ante un rival bueno, y faltaron cosas", reconoció Alonso. La falta de intensidad y la dificultad para mantener el nivel competitivo durante los 90 minutos fueron evidentes, aunque el entrenador prefirió no culpabilizar únicamente a los jugadores. El equipo pareció desconectado en varias fases del encuentro, sin la chispa habitual que caracteriza al conjunto blanco en sus buenos momentos.
La polémica llegó cuando Alonso cargó directamente contra la actuación del colegiado. El técnico no dudó en señalar que el arbitraje fue el factor que "desquició" al equipo. "Nos ha desquiciado la decisión del árbitro. No tenía en cuenta las pérdidas de tiempo, nos cortaban el ritmo, y ha estado muy permisivo", criticó abiertamente. Además, cuestionó la tarjeta mostrada a Carreras, calificándola de "muy discutible". Esta percepción de injusticia, según Alonso, descontroló al equipo y le sacó del partido en momentos clave. "El arbitraje no me ha gustado", sentenció, mostrando una contundencia poco habitual en sus declaraciones públicas.
A pesar de la frustración, Alonso mostró una actitud proactiva y centrada en el futuro inmediato. El técnico blanco descartó dramatizar la derrota, insistiendo en que "son sólo tres puntos, queda mucha Liga". Su enfoque ya está puesto en el próximo desafío: el duelo de Champions League contra el Manchester City. "El miércoles tenemos la Champions para reaccionar y quitarnos este mal sabor de boca", afirmó con determinación. Esta capacidad de priorizar el siguiente objetivo es una de las señas de identidad de su filosofía de trabajo, evitando que una derrota se convierta en una crisis.
La presión en el Real Madrid es inherente al club, y Alonso lo sabe bien. Cuando le preguntaron si necesitaría más paciencia y menos presión, el entrenador respondió con la mentalidad ganadora que caracteriza a la entidad. "Pensamos en lo siguiente, el miércoles. El momento ahora está claro que duele, pero debemos mirar hacia adelante, con la exigencia que representa este club. Con el orgullo necesario", manifestó. Asumió la responsabilidad colectiva, dejando claro que tanto en las victorias como en las derrotas, el peso recae sobre todos. "Todos asumimos la culpa, en los momentos buenos y en los no tan buenos. Hay que llevarlo con responsabilidad", subrayó, rechazando cualquier intento de buscar excusas individuales.
Sobre la situación de jugadores como Franco Mastantuono y Dani Ceballos, Alonso ofreció detalles sobre su estado físico. "Franco está recuperando la forma, tras la pubalgia debe entrenarse más. Está mejorando, está disponible. Son decisiones técnicas, por ahora", explicó respecto al joven argentino. La disponibilidad de ambos jugadores abre opciones para los próximos encuentros, aunque el técnico no se comprometió a incluirlos de inmediato en los onces titulares. La gestión de la carga de minutos de los recién recuperados será clave en esta fase decisiva de la temporada.
El desafío de enfrentar a equipos que se cierran atrás sigue siendo una asignatura pendiente. Alonso reconoció que deben encontrar soluciones efectivas para desmontar estos bloques defensivos. "Las tenemos que buscar", admitió de forma concisa, dejando entrever que el trabajo en los entrenamientos se centrará en este aspecto táctico. La falta de creatividad en ataque y la dificultad para generar espacios fueron evidentes contra el Celta, que supo cerrar espacios y aprovechar las transiciones.
La derrota ante el Celta supone un revés importante en la lucha por LaLiga, pero el contexto de crisis de lesiones y la congestión de partidos justifican, en parte, el bajo rendimiento. Alonso insistió en que no hay que mirar a largo plazo, sino centrarse en el día a día. "La situación es apretada por las lesiones. Hay que ir cambiando cosas, veremos", reflexionó. Esta perspectiva pragmática busca evitar que el equipo se hunda en la autocompasión y mantenga la concentración en los objetivos inmediatos.
El formato podcast de las ruedas de prensa de Alonso, ofrecido por AS, permite a los aficionados seguir las declaraciones del técnico en cualquier momento y lugar. Esta iniciativa refleja la creciente importancia del contenido digital en el seguimiento del día a día del club. Los seguidores del Madrid pueden escuchar las palabras de su entrenador mientras hacen deporte, conducen o en cualquier actividad diaria, manteniéndose conectados con la actualidad del equipo.
En definitiva, Xabi Alonso transmitió un mensaje de autocrítica moderada, señalando factores externos (arbitraje) e internos (lesiones, falta de intensidad) que condicionaron el resultado. Su discurso, lejos de ser exculpatorio, busca reconducir la situación rápidamente y preparar al equipo para el crucial duelo europeo. La capacidad de reacción del Madrid en Champions será la verdadera prueba de fuego para un equipo que necesita recuperar su mejor versión cuanto antes. La temporada está lejos de estar decidida, pero los próximos partidos serán fundamentales para definir el rumbo del curso.