El pasado miércoles, el Gobierno de Navarra entregó una de sus distinciones más prestigiosas, la Medalla de Oro, en un acto cargado de emotividad y reconocimiento. El homenajeado, Manuel Torres, fundador del grupo industrial MTorres, recibió este honor a título póstumo en el año en que su empresa celebra medio siglo de existencia, un hito que marca la mitad de un siglo de innovación y compromiso con el territorio.
El acto oficial tuvo lugar en el patio isabelino del Instituto Navarro de Administraciones Públicas (INAP), donde la presidenta del Ejecutivo foral entregó la medalla a Amparo Lusarrata, viuda de Torres y mujer que compartió con él más de cinco décadas de vida y proyectos comunes. La conexión entre el homenajeado y la tierra navarra no podría ser más profunda, a pesar de que Manuel Torres nació lejos de estas tierras, demostrando que el arraigo se construye con los actos, no con el lugar de nacimiento.
**De Murcia a Navarra: una historia de arraigo y compromiso**
Manuel Torres Martínez vio la luz en Aljucer, Murcia, el 6 de julio de 1938. Su llegada a Pamplona se produjo en 1961, cuando aceptó un puesto como responsable de mantenimiento en la Papelera de Navarra. Fue en esta etapa cuando conoció a Amparo Lusarrata, una mujer de Lumbier que se convertiría en su compañera de vida y en el pilar fundamental de su proyecto personal y profesional. Este encuentro fortuito en el ámbito laboral marcó el rumbo de toda una existencia.
Como recordó su hijo Eduardo Torres durante la ceremonia, su padre siempre se sintió "navarro de primera", una expresión que resume perfectamente su identidad forjada no por el lugar de nacimiento, sino por la elección de vida y el compromiso con la comunidad que le acogió. "Gracias a Navarra de un navarro de primera, pues no habiendo nacido aquí me siento navarro por elección", fueron las palabras que Eduardo atribuyó a su padre en un momento de la intervención que conmovió a los asistentes y que reflejó la profundidad de su arraigo.
**El nacimiento de un gigante industrial**
En 1975, en un contexto de transición política que abría nuevas oportunidades para el país, Manuel Torres decidió dar forma a sus ideas y fundó MTorres. Lo que comenzó como un proyecto empresarial modesto en un garaje o pequeño taller se transformó con el tiempo en un grupo industrial de referencia internacional, especializado en el desarrollo de maquinaria de alta tecnología para sectores estratégicos y de alto valor añadido.
La compañía, con sede principal en Torres de Elorz, ha diversificado su actividad en tres pilares fundamentales: la industria del papel, el sector aeronáutico y la energía eólica. En el ámbito aeronáutico, MTorres cuenta entre sus clientes con gigantes mundiales como Airbus, Embraer y Boeing, lo que demuestra el nivel de excelencia tecnológica alcanzado y la capacidad de competir en los mercados más exigentes del planeta.
**Un legado de empleo, innovación y valores**
La expansión de MTorres ha sido constante a lo largo de casi cinco décadas. Actualmente, el grupo cuenta con plantas de producción no solo en Torres de Elorz, sino también en Murcia, Ólvega y Estados Unidos, formando una red industrial que le permite atender mercados globales con agilidad y eficiencia. Esta presencia internacional ha permitido la creación de cientos de puestos de trabajo de alto valor añadido, caracterizados por su componente tecnológico y su especialización en ingeniería avanzada.
Más allá de los números y el crecimiento económico, el legado de Manuel Torres se fundamenta en una cultura empresarial basada en valores sólidos y en la reinversión constante de los resultados. Esta filosofía ha permitido a la compañía mantenerse competitiva en mercados globales altamente exigentes, consolidando su posición como referente en innovación industrial y generando un impacto positivo en el tejido productivo navarro.
**Un acto de reconocimiento con protesta política**
La entrega de la Medalla de Oro, que se celebra cada año con motivo del Día de Navarra, contó con la presencia de numerosas autoridades políticas, sociales y militares de la Comunidad foral. Sin embargo, también hubo ausencias notables que no pasaron desapercibidas. Ningún representante de Contigo-Zurekin, uno de los socios del Gobierno Foral, ni de EH Bildu, su socio presupuestario, acudió al acto, generando un debate sobre los límites del reconocimiento institucional.
La razón de estas ausencias radica en la oposición de ambas formaciones al reconocimiento al grupo MTorres, argumentando sus vínculos con la industria armamentística y con Israel. Este rechazo se materializó en una concentración de protesta convocada por la plataforma 'Gerrarik, ez' (No a la guerra), que tuvo lugar a escasos metros de las puertas del INAP y que visibilizó las tensiones políticas en torno a este reconocimiento.
**La voz de la familia: emoción y gratitud**
El discurso de Eduardo Torres, hijo del fundador, fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. Tras las palabras de David Erice, presidente de ASPACE, quien recordó la figura de Manuel Torres y su compromiso social, Eduardo tomó la palabra para agradecer el reconocimiento en nombre de su familia y de todos los empleados del grupo.
"La larga colaboración con ustedes ha sido para nuestra familia y empresa una fuente de orgullo y gratitud", manifestó Torres, refiriéndose a la Asociación para la Atención a la Parálisis Cerebral ASPACE, entidad que había propuesto a su padre para este reconocimiento y con la que la empresa ha mantenido una relación de colaboración durante años.
Durante su intervención, Eduardo Torres situó a su madre, Amparo Lusarrata, como el hilo conductor de la historia familiar. Conoció a su padre cuando él tenía 24 años, en aquella etapa de la Papelera Navarra. "La Providencia llevó a Manuel a trabajar en Papelera Navarra y a encontrar a la mujer de su vida", relató con emoción. Gracias a ella, "Navarra dejó de ser para él un lugar y se convirtió en un destino, que le proporcionó hogar, familia y horizonte", palabras que resumen la profundidad de sus raíces en la comunidad.
**Un reconocimiento a título póstumo y su significado institucional**
Manuel Torres falleció en noviembre de 2020, dejando tras de sí un legado empresarial impecable y una familia comprometida con la continuidad de sus valores y su visión. La Medalla de Oro del Gobierno de Navarra representa el reconocimiento oficial a una trayectoria que trasciende lo puramente empresarial, vinculándose con el desarrollo económico y social de la comunidad foral de manera indisoluble.
La propuesta de ASPACE para este reconocimiento pone de manifiesto la dimensión social del compromiso de Torres y su empresa. Durante años, MTorres ha mantenido una colaboración estrecha con la entidad, demostrando que la responsabilidad social corporativa formaba parte del ADN de la compañía desde sus orígenes, algo no siempre frecuente en el tejido empresarial de la época.
**El debate sobre los vínculos industriales y la ética empresarial**
La polémica generada por la ausencia de algunas formaciones políticas pone sobre la mesa el debate sobre la ética empresarial y los límites de la colaboración público-privada en materia de reconocimientos institucionales. Los críticos argumentan que los supuestos vínculos de MTorres con la industria armamentística y con Israel son incompatibles con los valores que deberían representar los reconocimientos oficiales de una institución pública.
Desde la empresa y sus defensores se mantiene que la actividad principal de MTorres se centra en la innovación tecnológica para sectores civiles como la aeronáutica comercial, la industria papelera y las energías renovables. La presencia de clientes de renombre mundial como Airbus o Boeing, fabricantes principalmente de aeronaves comerciales, refuerza esta postura.
**Un legado que perdura más allá del tiempo**
A medio siglo de su fundación, MTorres continúa siendo un referente indiscutible en el sector industrial navarro y español. La capacidad de adaptación a los cambios del mercado, la apuesta constante por la innovación tecnológica y el mantenimiento de una cultura empresarial basada en valores sólidos han sido las claves de su éxito sostenido.
La Medalla de Oro recibida por Manuel Torres a título póstumo no solo reconoce una trayectoria empresarial exitosa, sino también una historia personal de arraigo, compromiso y visión de futuro. Desde su llegada a Pamplona en 1961 hasta su fallecimiento en 2020, Torres demostró que el éxito empresarial y la responsabilidad social pueden ir de la mano.
En un momento en que Navarra celebra su día institucional, el reconocimiento a Manuel Torres sirve como ejemplo inspirador de cómo el talento, el trabajo incansable y la dedicación pueden transformar una comunidad, generando riqueza, empleo de calidad y compromiso social. Su historia, desde aquel joven murciano que llegó a la Papelera de Navarra hasta convertirse en un referente industrial reconocido internacionalmente, sigue inspirando a nuevas generaciones de emprendedores.