Serena Williams no solo dominó las pistas de tenis, sino que redefinió lo que significa ser una campeona en el siglo XXI. En 2022, tras una carrera llena de récords y emociones, se retiró como una de las figuras más influyentes del deporte mundial. Ahora, su legado se consolida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, un reconocimiento que celebra no solo su talento, sino su impacto social y cultural.
Con 23 títulos de Grand Slam en individuales, cuatro oros olímpicos y 96 títulos en total, Serena no solo compitió, sino que transformó el tenis femenino. Su intensidad, su pasión y su capacidad de superación la convirtieron en un símbolo de resistencia y determinación. En sus propias palabras: “Soy una luchadora”. Esa frase resume su esencia: una atleta que nunca se rindió, incluso frente a lesiones, críticas y momentos de duda.
Su historia, retratada en la película ‘El Método Williams’, que ganó un Oscar en 2021, no es solo una historia deportiva, sino familiar y social. Producida por ella y su hermana Venus, la cinta muestra cómo un entorno de apoyo, disciplina y fe les permitió romper barreras en un deporte tradicionalmente elitista. En una escena icónica, su padre —interpretado por Will Smith— le dice a una joven Serena: “Tú serás la mejor de todos los tiempos”. Una predicción que se cumplió con creces.
Serena se une así a leyendas como Billie Jean King y Martina Navratilova, quienes no solo brillaron en la cancha, sino que usaron su voz para cambiar el deporte y la sociedad. Ella, con su carisma y su activismo, se convirtió en un referente global: una mujer negra que desafió estereotipos, inspiró a generaciones y demostró que el éxito no tiene límites de género, raza o origen.
Su retiro no fue un adiós, sino un nuevo capítulo. Serena sigue siendo una fuerza en el mundo del deporte, la moda y los negocios. Su legado no se mide solo en trofeos, sino en el impacto que dejó en quienes la vieron jugar, en quienes se sintieron representados por ella y en quienes aprendieron que la grandeza se construye con esfuerzo, coraje y autenticidad.
El Premio Princesa de Asturias no es solo un reconocimiento a su carrera, sino a su humanidad. Serena Williams no solo fue una campeona. Fue, y sigue siendo, una princesa del deporte.