Paramount lanza OPA hostil por Warner por 108.400 millones para rivalizar con Netflix

La propuesta supera la oferta reciente de Netflix e incluye todos los activos del conglomerado, incluidos sus canales de cable tradicionales

La batalla por el control de uno de los estudios más emblemáticos de Hollywood está a punto de convertirse en uno de los enfrentamientos corporativos más intensos de los últimos años. Paramount Skydance, la compañía liderada por David Ellison, ha lanzado una oferta pública de adquisición hostil sobre Warner Bros Discovery valorada en 108.400 millones de dólares, una cifra que supera la propuesta que Netflix presentó apenas tres días antes.

El movimiento de Paramount llega como una respuesta directa al acuerdo alcanzado el pasado viernes por Netflix, que se había comprometido a adquirir la división cinematográfica y de streaming de Warner por 83.000 millones de dólares. Esta operación incluía el codiciado servicio HBO Max y todo su extenso catálogo de contenidos, pero excluía los canales de cable tradicionales del grupo.

La propuesta de Paramount presenta una estructura financiera diferente. La compañía ofrece 30 dólares por acción en efectivo, una cifra teóricamente superior a los 27,75 dólares ofrecidos por Netflix, aunque la comparación no es directa. La oferta del gigante del streaming combinaba efectivo y acciones, mientras que Paramount apuesta por una transacción íntegramente en metálico.

El mercado ha recibido con cautela esta nueva oferta. Las acciones de Warner alcanzaron un máximo de 28,16 dólares tras el anuncio, por debajo de los 30 dólares ofertados, lo que refleja las dudas de los inversores sobre la viabilidad de la operación. Esta reticencia no es infundada, ya que el consejo de administración de Warner ya rechazó una propuesta similar la semana pasada.

La principal diferencia entre ambas ofertas radica en el alcance. Mientras Netflix se centra únicamente en los activos de contenido y streaming, Paramount busca hacerse con todo el conglomerado Warner Bros Discovery, incluyendo canales de cable como CNN, TNT, Cartoon Network y Discovery. Esta estrategia integral representa una apuesta mucho más ambiciosa, pero también conlleva mayores desafíos de integración.

El contexto político añade una capa de complejidad adicional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo que revisaría personalmente el acuerdo de Netflix, argumentando preocupaciones sobre la concentración de poder en el sector. "El acuerdo podría ser un problema por el tamaño del gigante resultante. Tienen una cuota de mercado muy grande, y cuando tienen a Warner Bros, esa cuota aumenta muchísimo", declaró el mandatario.

Esta intervención presidencial beneficia claramente los intereses de Paramount, cuyos inversores incluyen a Jared Kushner, yerno de Trump, así como fondos soberanos de Arabia Saudí, Abu Dabi y Qatar, países que mantienen excelentes relaciones con la actual administración estadounidense. Esta conexión política podría resultar decisiva en la revisión regulatoria del acuerdo.

El desequilibrio de tamaño entre las partes no pasa desapercibido. Paramount Skydance tiene una capitalización bursátil de apenas 15.000 millones de dólares, mientras que Netflix supera los 412.000 millones. Esta diferencia plantea serias dudas sobre la capacidad de Paramount para financiar la operación sin generar una carga de deuda insostenible que comprometa su solvencia futura.

Las opas hostiles son procesos largos, costosos y con alta tasa de fracaso. El reciente precedente del BBVA con el Sabadell en España demuestra que incluso las ofertas más bien estructuradas pueden fracasar ante la resistencia de los consejos de administración y la reticencia de los accionistas. En este caso, la operación de Paramount se presenta como particularmente arriesgada, no solo por el desequilibrio financiero, sino también por los condicionantes legales del acuerdo previo con Netflix.

Warner Bros Discovery ya tiene un acuerdo firmado con Netflix que incluye cláusulas de ruptura con penalizaciones económicas significativas. Romper este compromiso implicaría costes millonarios y potenciales demandas que podrían complicar aún más la operación alternativa. Estas cláusulas actúan como una barrera de protección que Paramount debe superar.

La guerra por el contenido audiovisual ha alcanzado su punto máximo. Con la saturación del mercado de streaming, las grandes plataformas buscan asegurar su supervivencia mediante la adquisición de bibliotecas históricas y capacidades de producción. Warner representa el premio gordo: un siglo de cine, franquicias icónicas como Harry Potter y DC Comics, y una infraestructura de producción de primer nivel que sería imposible de replicar desde cero.

Para Netflix, esta operación es estratégica para consolidar su liderazgo. La compañía ha invertido más de 15.000 millones de dólares anuales en contenido propio, pero la adquisición de Warner le proporcionaría un catálogo inmediato y probado, reduciendo la dependencia de producciones costosas con resultados inciertos. Además, eliminaría a un competidor potencial de contenidos premium.

Paramount, por su parte, busca transformarse de productor de contenido a gigante mediático integral. La integración de los canales de cable de Warner, aunque en declive, proporcionaría flujos de caja estables para financiar la transición hacia un modelo dominado por el streaming. Esta diversificación podría ser su única opción de supervivencia en un mercado cada vez más concentrado.

El sector está en máxima alerta. Otros actores como Disney, Amazon y Apple observan atentamente el desarrollo de esta batalla, conscientes de que el resultado redefinirá el mapa del entretenimiento global. Una consolidación tan masiva podría desencadenar una ola de fusiones y adquisiciones sin precedentes, con cada jugador buscando fortalecer su posición.

Los reguladores antimonopolio también mantienen la mirada puesta en estas negociaciones. La Administración Trump ha mostrado una postura más permisiva con las grandes corporaciones, pero la concentración de poder creativo y de distribución que representa la fusión Netflix-Warner podría superar incluso sus límites de tolerancia. La intervención de Trump sugiere que la revisión será exhaustiva.

El tiempo juega en contra de Paramount. La oferta de Netflix ya está sobre la mesa, con un proceso de due diligence avanzado y el respaldo del consejo de Warner. Para que la OPA hostil tenga éxito, Paramount no solo debe superar financieramente la oferta, sino también convencer a los accionistas de que su visión integral es superior a la especializada de Netflix. Cada día que pasa fortalece la posición de Netflix.

Los consumidores finales también tienen mucho en juego. Una mayor concentración podría traducirse en menos opciones y precios más altos, aunque también podría generar sinergias que mejoren la calidad y variedad del contenido. La integración de HBO Max en Netflix sería más sencilla para el usuario que la gestión de múltiples plataformas bajo un conglomerado más complejo.

La batalla está servida. De un lado, Netflix con su oferta limpia, enfocada y respaldada por una fortaleza financiera incontestable. Del otro, Paramount con una propuesta más generosa pero arriesgada, que depende de complejos acuerdos de financiación y de factores políticos. El premio: el control del futuro del entretenimiento en la era digital.

Referencias

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