Felipe VI excluye a Juan Carlos I del acto oficial por los 50 años de la Monarquía

Aunque no asistirá al homenaje institucional, el rey emérito recibirá una invitación privada para un almuerzo familiar en El Pardo.

El próximo 21 de noviembre, la Casa Real celebrará un acto institucional para conmemorar los 50 años de la Monarquía parlamentaria en España, un hito que se remonta al juramento de Juan Carlos I ante las Cortes el 22 de noviembre de 1975. En aquel momento, el entonces nuevo Jefe del Estado prometió ser el rey "de todos los españoles", marcando el inicio de una transición democrática que culminaría con la Constitución de 1978 y el triunfo electoral de Felipe González en 1982.

Sin embargo, en esta conmemoración, Juan Carlos I no tendrá presencia oficial. La Casa Real ha justificado su ausencia argumentando que, desde su retirada de la vida institucional en 2019, ya no forma parte activa de la Familia Real. Aunque su figura será inevitablemente evocada —como el "elefante en la habitación"—, no participará en los actos públicos que presidirá Felipe VI.

En un gesto de conciliación familiar, el Rey ha organizado un almuerzo privado en el Palacio de El Pardo para el 22 de noviembre, al que ha invitado a su padre. Según fuentes cercanas, Juan Carlos I aún no ha confirmado su asistencia, y su entorno ha expresado cierta molestia, calificando el gesto como "de poca valentía". Este almuerzo se enmarca en una dinámica de distanciamiento institucional pero mantenimiento de lazos familiares.

El acto principal del 21 de noviembre, que tendrá lugar en el Palacio Real, será presidido por los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. En él, Felipe VI entregará la Orden del Toisón de Oro a figuras clave de la transición: la Reina Sofía, el ex presidente Felipe González, y los constitucionalistas Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. Con esta distinción, el Monarca reconoce a quienes sentaron las bases de la democracia española.

La ausencia de Juan Carlos I en el evento oficial refleja la renovación simbólica de la Monarquía que Felipe VI ha impulsado desde su acceso al trono. Aunque el pasado sigue siendo parte esencial de la historia institucional, el enfoque actual busca proyectar una imagen de modernidad y transparencia, alejada de los escándalos que marcaron los últimos años del reinado de su padre.

La celebración, por tanto, no solo conmemora medio siglo de democracia, sino que también marca un punto de inflexión en la dinámica familiar y política de la Corona española.

Referencias