En un acto que ha conmovido a ambos lados del Alpes, las gemelas Alice y Ellen Kessler, figuras emblemáticas de la escena artística europea durante la segunda mitad del siglo XX, han fallecido juntas a los 89 años en su residencia en Grünwald, cerca de Múnich. Su muerte, confirmada como suicidio asistido, ha generado un profundo impacto en Alemania e Italia, países donde su legado artístico sigue siendo recordado con cariño y admiración.
Las hermanas, nacidas el 20 de agosto de 1936 en Nerchau, Alemania, comenzaron su carrera en el mundo del espectáculo desde muy jóvenes. Formadas en ballet y apoyadas por sus padres, emigraron a Alemania Occidental a los 18 años, donde rápidamente destacaron por su talento y carisma. Su salto a la fama internacional llegó en 1959, cuando representaron a Alemania en el Festival de Eurovisión con la canción "Esta noche queremos ir a bailar", logrando un octavo puesto entre once participantes.
Pero fue en Italia donde las Kessler alcanzaron su mayor popularidad. En 1960, se trasladaron al país transalpino, donde se convirtieron en símbolos de la Dolce Vita gracias a su elegancia, belleza y versatilidad artística. Participaron en programas de televisión, películas y espectáculos de cabaret, consolidándose como íconos de la cultura popular italiana de la época. Su presencia en la pantalla pequeña y en el cine las convirtió en rostros familiares para generaciones de espectadores.
Uno de los momentos más recordados de su carrera fue en 1976, cuando, a los 40 años, posaron para la portada de la edición italiana de Playboy. La revista registró su mayor venta hasta la fecha, convirtiendo a las gemelas en símbolos de la sensualidad y la modernidad de la época.
Tras décadas de éxitos, las hermanas se retiraron y regresaron a Alemania, donde vivieron juntas en Grünwald, un tranquilo pueblo en las afueras de Múnich. Su decisión de recurrir al suicidio asistido fue confirmada por la Asociación Alemana para una Muerte Digna (DGHS), que destacó que ambas tomaron la decisión de forma consciente, premeditada y sin presión externa.
En Alemania, el suicidio asistido fue descriminalizado en 2020, aunque aún se encuentra en un limbo legal mientras se espera una nueva legislación que regule la práctica. La eutanasia, en cambio, sigue siendo ilegal en el país. Este contexto legal ha generado un intenso debate sobre los derechos de los pacientes y la autonomía personal en el final de la vida.
La noticia del fallecimiento de las gemelas Kessler ha sido ampliamente difundida en los medios italianos, donde su figura sigue siendo venerada. En Alemania, la reacción ha sido más contenida, pero no menos significativa, especialmente en círculos culturales y artísticos que reconocen su aporte a la música y la televisión.
La policía bávara confirmó que no hubo intervención de terceros y que las hermanas fueron encontradas sin vida el lunes al mediodía, tras una alerta recibida por vecinos. La investigación oficial descartó cualquier sospecha de foul play, reforzando la versión de un acto voluntario y compartido.
La historia de Alice y Ellen Kessler es un testimonio de una época dorada del entretenimiento europeo, marcada por la innovación, la libertad artística y la búsqueda de la autenticidad. Su decisión final, aunque controvertida, refleja una voluntad de control sobre su propio destino, un tema que cada vez más se discute en sociedades envejecidas y con altos niveles de conciencia sobre los derechos individuales.
Más allá de la polémica legal o ética, el legado de las gemelas Kessler permanece intacto: dos mujeres que desafiaron las convenciones de su tiempo, brillaron en dos culturas distintas y eligieron, hasta el último momento, vivir —y morir— a su manera. Su historia invita a reflexionar sobre la dignidad, la autonomía y el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, incluso en los momentos más íntimos y personales de la vida.