Lluvias históricas en Málaga: superan los 100 litros y activan alerta roja

El temporal de diciembre 2025 deja registros récord en la provincia, con más de 274 litros en Cártama y nevadas en carreteras de la sierra

La provincia de Málaga ha vivido este fin de semana uno de los episodios meteorológicos más intensos de los últimos meses. Las predicciones anunciadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se han cumplido con creces, transformando el sábado 27 de diciembre de 2025 en una jornada marcada por el viento, la lluvia torrencial y, de forma sorpresiva, la nieve en zonas de montaña.

Lo que comenzó como una advertencia por condiciones desfavorables escaló rápidamente hasta situaciones de riesgo extremo. Los modelos climáticos anticipaban acumulaciones de hasta 80 litros por metro cuadrado en doce horas, cifra que resultó conservadora comparada con los datos reales registrados por la red de estaciones de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía.

La respuesta de las autoridades fue inmediata. Aemet elevó inicialmente el aviso a nivel naranja, pero la intensidad del fenómeno obligó a una segunda escalada hasta el nivel rojo en las últimas horas del sábado. Esta decisión activó el sistema de notificaciones de emergencia Es-alert, que envió mensajes masivos a los teléfonos móviles de la población para advertir sobre los riesgos durante la madrugada.

El episodio pluvial se desencadenó puntualmente a las tres de la tarde del sábado, afectando de manera desigual a los diferentes comarcas. La Axarquía resultó ser la zona menos castigada inicialmente, mientras que el interior y la capital recibían los primeros chaparrones de una tormenta que no daría tregua.

El viento, constante y de notable intensidad, acompañó las precipitaciones durante toda la jornada, creando un escenario de auténtico temporal invernal que contrasta con la imagen tradicional de sol y buen tiempo asociada a la Costa del Sol.

Uno de los capítulos más destacados de esta situación meteorológica ha sido la presencia de nieve en cotas relativamente bajas. La carretera A-397, que conecta Ronda con San Pedro Alcántara, se vio afectada por una nevada inesperada que dejó una capa blanca de varios centímetros entre los kilómetros 13 y 20, a la altura del municipio de Benahavís.

La circulación en este tramo se vio seriamente comprometida. Las autoridades de tráfico decidieron cortar el paso a las 19:21 horas, medida que se mantuvo hasta las 20:14. Desde entonces, la vía permanece abierta, pero las condiciones exigen extrema precaución por la presencia de nieve y hielo en la calzada, según fuentes oficiales.

Este incidente vial ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras ante fenómenos climáticos extremos, incluso en una región donde la nieve es un visitante esporádico.

Los datos cuantitativos del evento resultan especialmente reveladores. La estación del río Fahala, ubicada en el término municipal de Cártama, registró un volumen espectacular de 274,8 litros por metro cuadrado en apenas doce horas, superando con holgura cualquier previsión inicial.

Otras localidades del interior también experimentaron cifras extraordinarias. Casarabonela acumuló 100,9 litros, mientras que en la cuenca del Guadalhorce, concretamente en Aljaima, se midieron 95,5 litros. El río Grande, en Las Millanas, alcanzó los 91,7 litros, y el Turón, en Ardales, registró 78,2 litros. Hasta la propia capital no se quedó atrás, con 72,4 litros en el barrio de Las Golondrinas.

Estos valores confirman que el 80% de la provincia ha estado bajo una situación de riesgo hidrológico significativo, con afectaciones directas en zonas urbanas y rurales por igual.

En cuanto a las temperaturas, el termómetro ha descendido notablemente. La capital malagueña registró mínimas de 9 grados centígrados, con unos máximos que no superaron los 16 grados durante el momento más cálido del día. En el interior, la situación fue más cruda: Ronda apenas alcanzó los 2 grados de mínima, mientras que Antequera se quedó en 3 grados.

Las zonas costeras tuvieron registros más moderados, con 10 grados en Marbella y 7 en Vélez-Málaga, aunque la sensación térmica resultó considerablemente más baja debido a la combinación de viento y humedad.

Las perspectivas para los próximos días no ofrecen una mejora inmediata. Los modelos meteorológicos mantienen la probabilidad de precipitaciones persistentes hasta prácticamente fin de año, con intervalos más intensos durante las noches y primeras horas de la mañana.

Solo para el 31 de diciembre se vislumbra una ligera tendencia a la estabilización, con apertura de claros y una disminución progresiva de la inestabilidad, lo que permitiría recuperar cierta normalidad de cara a las celebraciones de Nochevieja.

No obstante, este temporal tiene una cara positiva. Los embalses malagueños, que llevan años sufriendo los efectos de la sequía, están recibiendo un importante caudal de agua que se traduce en un incremento notable de sus reservas.

En tan solo ocho días, los siete pantanos de la provincia han ganado 15 hectómetros cúbicos de agua. Para contextualizar esta cifra, equivale al consumo anual de una población de 225.000 habitantes, aproximadamente el tamaño de la ciudad de Marbella.

El ritmo de entrada de agua se mantiene constante por las colas de los embalses, lo que ha elevado el volumen total almacenado hasta los 292 hectómetros cúbicos. Este valor representa prácticamente el 50% de la capacidad total de embalse disponible en toda la provincia, un hito significativo tras años de restricciones y preocupación por el abastecimiento.

Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Sur destacan que, si las precipitaciones continúan al ritmo actual, es posible alcanzar niveles de reserva no vistos desde la década anterior, lo que garantizaría el suministro para agricultura y consumo urbano durante los próximos meses estivales.

En resumen, Málaga enfrenta un fin de semana complicado desde el punto de vista meteorológico, con alteraciones en la movilidad, riesgos para la seguridad vial y afectaciones a los planes de ocio y comercio navideño. Sin embargo, la compensación hídrica resulta invaluable para una región que ha sufrido la presión de la sequía durante demasiado tiempo.

La población debe mantenerse alerta a las comunicaciones oficiales, extremar las precauciones en desplazamientos y seguir las recomendaciones de Protección Civil, mientras disfruta, paradójicamente, de un regalo de agua que el cielo parece haber decidido entregar justo antes de cerrar el año.

Referencias

Contenido Similar