Noa Jiménez: Las gafas fucsia que inspiran a toda una generación

La defensa del Barça y la Sub’17 española convierte su necesidad óptica en un símbolo de superación, familia y unidad en el fútbol femenino.

En un deporte donde cada gesto se magnifica, Noa Jiménez ha logrado que un accesorio tan cotidiano como unas gafas se convierta en un ícono de identidad, empatía y fortaleza. La joven defensa del FC Barcelona y de la selección española Sub’17 no solo destaca por su talento en el campo —donde es titular indiscutible—, sino por su historia personal, que ha resonado profundamente en el vestuario y entre los aficionados.

La selección Sub’17 se despidió del Mundial de Marruecos en octavos de final, tras caer ante Francia en penaltis. Un adiós doloroso, pero que dejó claro el potencial de un grupo de jugadoras que ya caminan sobre los pasos de figuras como Alexia Putellas, Aitana Bonmatí y Olga Carmona. Entre ellas, Noa se erige como una líder no solo táctica, sino emocional. Su presencia en el campo, marcada por unas gafas de color fucsia, ha trascendido lo deportivo para convertirse en un mensaje de amor familiar y superación personal.

¿Por qué fucsia? La respuesta es tan sencilla como conmovedora: su madre es casi invidente, y este tono es uno de los pocos que puede distinguir. “Las uso para que, cuando viene a verme, pueda ubicarme en el campo”, explica Noa. Lo que comenzó como una necesidad óptica —ya que nunca se sintió cómoda con lentillas— se ha transformado en una declaración de identidad. “Las gafas hoy ya forman parte de quien soy”, confesó en una entrevista con la RFEF.

Este detalle no ha pasado desapercibido entre sus compañeras. El día de la clasificación para el Mundial, el 10 de mayo, Noa propuso una foto grupal con todas simulando gafas con las manos. La imagen, cargada de simbolismo, se volvió viral y reflejó el espíritu de equipo y la empatía que caracteriza a esta generación. “Era mi forma de compartir con ellas algo muy especial”, dijo. Un gesto que va más allá del deporte: es un homenaje a la familia, a la inclusión y a la visibilidad.

Las gafas, traídas especialmente desde Italia desde que Noa tenía siete años, son más que un accesorio: son un recordatorio de que el talento no necesita esconderse, sino celebrarse. En un fútbol cada vez más mediático, su historia demuestra que la autenticidad y la vulnerabilidad pueden convertirse en fuerza colectiva.

El futuro del fútbol femenino español está en buenas manos. Además de Noa, otras jóvenes como Clara Serrajordi (17), Eunate Astralaga (19), Lucía Corrales (19) y Fiamma Benítez (21) ya están dando pasos firmes en la selección absoluta. La transición generacional está en marcha, y estas jugadoras no solo heredarán el legado de las campeonas del mundo, sino que lo redefinirán con su propia voz, su estilo y su humanidad.

Noa Jiménez, con sus gafas fucsia, no solo defiende la portería: defiende la idea de que el fútbol puede ser un espacio de inclusión, emoción y conexión humana. Y eso, sin duda, es algo que merece ser celebrado.

Referencias