Angola y Egipto firman tablas en la Copa África

Un empate a cero con ocasiones para ambos equipos deja repartidos los puntos en un duelo intenso

La selección de Angola y su similar de Egipto protagonizaron uno de los encuentros más disputados de la fase de grupos de la Copa África, cerrando el marcador con un empate a cero que reflejó la igualdad sobre el terreno de juego. Ambas escuadras mostraron una férrea resistencia defensiva y crearon situaciones de peligro que, sin embargo, no lograron traducirse en goles. El resultado final deja a ambas selecciones con un punto cada una, en un grupo donde cada unidad puede resultar decisiva para la clasificación a la siguiente ronda. El partido, disputado en un escenario vibrante, cumplió con las expectativas de tensión y competitividad que caracterizan a este torneo continental. Desde el pitido inicial, se percibió la importancia del duelo. Angola, con su característica velocidad por las bandas, buscó sorprender a una selección egipcia que llegaba con la experiencia de haber conquistado en múltiples ocasiones el título africano. La táctica de los angoleños se centró en aprovechar los espacios que dejaba la defensa rival, mientras que los faraones apostaban por el control del balón y la creación de jugadas elaboradas desde el centro del campo. La primera mitad transcurrió con un dominio alterno, donde las ocasiones claras escasearon pero la intensidad no decayó en ningún momento. Los sistemas defensivos de ambos conjuntos funcionaron con precisión, neutralizando los intentos ofensivos y obligando a los atacantes a rematar desde posiciones poco favorecidas. El guardameta egipcio tuvo que intervenir en contadas ocasiones, pero siempre con seguridad cuando el balón llegó a su área. Por su parte, la zaga angoleña demostró una organización impecable, cerrando los espacios y evitando que los delanteros egipcios generaran peligro real. La segunda parte, sin embargo, despertó con mayor emoción. Angola salió con una actitud más ofensiva y pronto creó las primeras situaciones de riesgo. Manuel Benson, quien ingresó al campo en la segunda mitad, se convirtió en la principal amenaza de su equipo. Su velocidad y desborde por la derecha generó constantes problemas a la defensa egipcia, que vio cómo el extremo angoleño disponía de hasta cuatro ocasiones claras para abrir el marcador. En una de sus primeras intervenciones, Benson recibió un pase en profundidad y, desde la frontal del área, ejecutó un potente disparo con la izquierda que se marchó rozando el larguero. La pelota salió por encima del travesaño por escasos centímetros, dejando a los aficionados angoleños con la sensación de haber estado a punto de celebrar el primer gol. Minutos después, volvió a probar suerte desde fuera del área, pero esta vez su remate con la derecha se perdió por la derecha de la portería defendida por el meta egipcio. La insistencia de Angola encontró respuesta en una Egipto que, lejos de encerrarse atrás, buscó el golpe de contragolpe. Ibrahim Adel y Zizo se convirtieron en los hombres más activos del ataque faraón, combinando con criterio y creando peligro en las transiciones rápidas. En una jugada especialmente peligrosa, Adel asistió a Hamdi Fathy, quien entró como sustituto de Salah Mohsen, y su disparo desde la frontal también besó el larguero, esta vez en el lado egipcio. El balón impactó en la madera y rebotó hacia el campo, salvando a Angola de encajar el tanto que habría significado una derrota amarga. El encuentro entró en su fase final con ambos equipos buscando desesperadamente el gol de la victoria. Los cambios tácticos fueron constantes. Angola introdujo a Ary Papel y M'Bala Nzola para refrescar el ataque, mientras que Egipto movía sus piezas para mantener el equilibrio. En el minuto 85, una jugada colectiva angoleña terminó con un centro de Rui Modesto que encontró a Nzola solo en el corazón del área. El delantero remató con la derecha, pero el balón se marchó milimétricamente desviado por el palo derecho. Fue, quizás, la ocasión más clara del encuentro. El árbitro decretó seis minutos de tiempo añadido, un período en el que la tensión se palpaba en el ambiente. Angola volcó su juego al ataque, pero la falta de acierto en los metros finales y la seguridad defensiva egipcia impidieron que el marcador se moviera. Benson intentó una última acción individual, regateando a dos rivales y disparando desde la banda derecha, pero su remate se perdió por encima del travesaño. Por su parte, Egipto intentó aprovechar los espacios dejados atrás, pero la defensa angoleña, bien comandada por David Carmo y Kialonda Gaspar, cerró filas y evitó cualquier sorpresa. El pitido final confirmó el empate a cero, un resultado que, aunque justo por lo visto sobre el césped, deja un sabor agridulce en ambos conjuntos. Angola demostró que puede competir de tú a tú con las grandes selecciones del continente, pero la falta de efectividad en ataque es una asignatura pendiente que deberán corregir en los próximos compromisos. La actuación de Manuel Benson, pese a no ver portería, resulta esperanzadora para un equipo que necesita referentes ofensivos. Por su parte, Egipto suma un punto valioso fuera de casa, aunque la sensación es que dejó escapar una oportunidad de oro para hacerse con los tres puntos. La experiencia de su plantilla y la calidad individual de jugadores como Mostafa Fathi y Ahmed Abou El Fotouh son activos importantes de cara a la siguiente jornada. La defensa egipcia, por otra parte, mostró solidez y concentración durante los noventa minutos, algo fundamental en un torneo tan exigente como la Copa África. Este empate deja el grupo abierto y cualquier resultado en los próximos partidos puede alterar significativamente la clasificación. Tanto Angola como Egipto deberán afinar la puntería y aprovechar las ocasiones que generen, ya que en esta competición los goles son oro puro y la efectividad marca la diferencia entre avanzar o quedarse en el camino. La próxima jornada será definitiva para las aspiraciones de ambas selecciones.

Referencias

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