El método de entrenamiento de Jason Statham a los 58 años

El actor de acción combina disciplina, core funcional y sesiones maratonianas para mantenerse en forma

A sus 58 años, Jason Statham continúa siendo un referente indiscutible del cine de acción internacional. Lo que diferencia al actor británico de muchos de sus colegas es su compromiso con el trabajo físico real, lejos de depender exclusivamente de dobles de acción o trucos digitales. Su preparación para películas como Beekeeper: El protector demuestra que la constancia y una planificación meticulosa pueden desafiar el paso del tiempo.

La clave de su éxito no reside en atajos milagrosos, sino en una ética de trabajo férrea que mantiene durante todo el año. Según su entrenador personal, James Moontasri -exluchador de la UFC y bicampeón nacional de taekwondo-, Statham llega a cada rodaje en un estado físico ya óptimo. "Jason se mantiene en una forma fenomenal todo el año por sí solo, así que llegó en un momento excelente", declaró Moontasri tras doce semanas de preparación intensiva con el actor.

Uno de los pilares fundamentales de su rutina es un entrenamiento de core compuesto por siete ejercicios específicos. Esta no es una rutina orientada únicamente a la estética abdominal, sino diseñada para mejorar la estabilidad, potencia y control corporal que exigen las secuencias de acción. Un torso fuerte y estable resulta esencial para ejecutar patadas, golpes, caídas y combates prolongados sin comprometer la seguridad física.

El trabajo en el core se complementa con movimientos complejos como dominadas, muscle-ups y ejercicios en anillas, disciplinas en las que Statham muestra un dominio particular. Estos ejercicios de peso corporal no solo desarrollan fuerza funcional, sino que mejoran la movilidad articular y el control neuromuscular, aspectos críticos para las exigentes coreografías de lucha que protagoniza.

La duración de sus sesiones de entrenamiento sorprende incluso a profesionales del sector. Mientras muchos optan por entrenamientos cortos y fragmentados, Statham mantiene la concentración durante tres o cuatro horas consecutivas. Como explicó su entrenador a Men's Journal: "Podemos entrenar tres o cuatro horas sin que nadie se aburra". Esta capacidad refleja no solo una resistencia física excepcional, sino una mentalidad centrada en la perfección del movimiento.

Para el actor, repetir una técnica durante horas hasta alcanzar la precisión absoluta forma parte esencial de su trabajo. Cada patada, cada combinación de golpes, cada secuencia de acción debe ejecutarse con la máxima eficiencia y elegancia ante la cámara. Esta persistencia metódica distingue a los profesionales que construyen una carrera sostenible en el género de acción.

El entrenamiento de Statham integra múltiples disciplinas marciales. Sus sesiones incluyen jiu-jitsu brasileño y boxeo, artes que domina desde hace décadas. Esta base en combate real le proporciona no solo las habilidades técnicas, sino también la mentalidad de lucha y adaptación necesaria para enfrentar escenarios impredecibles en el set de rodaje.

Gran parte de su fortaleza proviene del entrenamiento autónomo que mantiene incluso cuando no prepara un papel específico. No espera a que una producción le asigne un preparador físico; su condición es el resultado de un estilo de vida donde el ejercicio ocupa un lugar central y no negociable. Esta autodisciplina le permite iniciar cualquier preparación cinematográfica desde un nivel avanzado, reduciendo el tiempo necesario para alcanzar los estándares exigidos.

El actor británico demuestra que mantenerse en forma tras los 50 no requiere de secretos inaccesibles. Su transformación física y su longevidad en el cine de acción se sustentan en años de práctica constante en artes marciales, entrenamiento funcional y una alimentación acorde a sus demandas energéticas. El disfrute del proceso resulta, según sus propias palabras, el factor clave para sostener rutinas largas y exigentes sin desfallecer.

La preparación de Statham responde a una filosofía integral donde el cuerpo es una herramienta de trabajo que debe mantenerse en óptimas condiciones permanentemente. No se trata de prepararse para una película, sino de vivir de manera que cada proyecto cinematográfico sea una extensión natural de su forma de vida. Esta perspectiva le ha permitido permanecer como protagonista del género de acción durante casi tres décadas, desde sus primeros éxitos hasta sus más recientes producciones.

Los principios de su método son aplicables a cualquier persona que busque mantener su condición física más allá de la juventud. La consistencia supera a la intensidad esporádica, la variedad en el entrenamiento previene el estancamiento, y la mentalidad de disfrutar el proceso garantiza la adherencia a largo plazo. Statham no entrena para una escena; entrena para una vida activa y plena.

En un sector donde muchos actores recurren a soluciones temporales, el británico construye su rendimiento sobre cimientos sólidos y diarios. Su ejemplo ilustra que la edad no es una barrera cuando la preparación, la disciplina y la pasión convergen en un propósito claro. La clave no está en los siete ejercicios específicos, sino en la decisión diaria de ejecutarlos con la máxima dedicación.

Referencias

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