El Estadio Ciudad de Valencia fue testigo de un intenso enfrentamiento entre dos equipos necesitados de puntos que finalizó con un marcador de 1-1 y un regusto amargo para ambos contendientes. La Real Sociedad, que dominó buena parte del encuentro, se adelantó en el tanteador gracias a una diana de Takefusa Kubo, pero un lanzamiento desde los once metros en el último suspiro, transformado por Dela, dejó las cosas igualadas tras una polémica decisión arbitral que generó un intenso debate postpartido.
Desde el pitido inicial, el conjunto donostiarra mostró una mayor voluntad de controlar el esférico, mientras que el Levante optó por una postura más conservadora, esperando su oportunidad para sorprender a la contra. Los primeros compases del duelo ofrecieron pocas ocasiones claras, con ambos equipos estudiándose mutuamente y mostrando un evidente respeto defensivo. La primera aproximación significativa llegó por medio de una incursión de Toljan por la banda derecha, que puso en apuros a la zaga visitante sin llegar a materializarse en peligro real.
Conforme avanzaba el primer periodo, la Real Sociedad fue ganando terreno y haciéndose con el mando del partido. Mikel Oyarzabal, que regresaba a los terrenos de juego tras su ausencia, se convirtió en el principal argumento ofensivo de su equipo. Fue precisamente el capitán txuri-urdin quien protagonizó la primera ocasión clara del encuentro, ejecutando un potente disparo cruzado que obligó al guardameta local a estirarse para evitar el golpe en el ecuador del primer tiempo. Esta acción despertó a la escuadra granota, que respondió de inmediato mediante Víctor Gómez, quien protagonizó prácticamente la única llegada peligrosa de su equipo en los primeros cuarenta y cinco minutos.
La contienda se volvió más física y disputada en la zona media del campo, con ambos conjuntos mostrando dificultades para crear ocasiones de gol claras. Jon Martín tuvo una excelente oportunidad para adelantar a los locales con un cabezazo potente a la salida de un córner, pero su remate se marchó ligeramente desviado. El portero de la Real Sociedad, Alex Remiro, protagonizó un momento de tensión cuando se enredó con el balón en los pies, regalando una ocasión de oro a Iván Romero que este no supo aprovechar. Esta acción podría haber cambiado por completo el signo del encuentro, pero la falta de puntería del delantero levantinista dejó el marcador intacto.
La segunda mitad comenzó con un guion similar, con la Real Sociedad manteniendo el control territorial y el Levante aguardando su momento. Sin embargo, cuando el reloj marcaba el minuto 62, los visitantes encontraron la recompensa a su dominio. Una jugada ensayada por la banda izquierda culminó con un preciso centro de Gonçalo Guedes que encontró a Kubo en el segundo palo. El japonés, en un estado de forma envidiable, se elevó por encima de la defensa rival y conectó un cabezazo impecable que se coló en la escuadra, dejando sin opciones al cancerbero local. Este tanto parecía encaminar el duelo hacia una victoria merecida para los de Imanol Alguacil.
El gol despertó a un Levante que hasta ese momento había mostrado escasa capacidad ofensiva. Los granotas reaccionaron con ímpetu y crearon varias ocasiones para igualar la contienda. Pablo Martínez, el capitán del conjunto valenciano, tuvo la más clara tras el paso por los vestuarios, pero su remate fue detenido por una mano milagrosa de Remiro, que evitó el tanto del empate. El propio Martínez volvió a intentarlo desde la distancia minutos después, pero su disparo careció de la precisión necesaria para batir al meta donostiarra.
La Real Sociedad, por su parte, tuvo ocasiones para sentenciar el encuentro y llevarse los tres puntos. Oyarzabal dispuso de dos clarísimas oportunidades para aumentar la ventaja, pero el guardameta del Levante, Predrag Rajkovic, respondió con dos intervenciones de gran nivel que mantuvieron vivas las esperanzas de su equipo. Estas paradas resultarían fundamentales para el desenlace final del compromiso.
Cuando todo parecía indicar que los puntos viajarían a San Sebastián, el destino tenía preparada una jugada polémica que cambiaría el signo del encuentro. En el tiempo añadido, Mariezkurrena, defensa de la Real Sociedad, cometió una falta dentro del área sobre Carlos Álvarez que el colegiado César Soto Grado no dudó en sancionar con pena máxima. La decisión generó protestas airadas entre los jugadores visitantes, que consideraron la infracción inexistente. El VAR revisó la jugada pero, al existir un mínimo contacto, decidió no intervenir, manteniendo la decisión del árbitro principal.
Dela, central del Levante, asumió la responsabilidad del lanzamiento y no perdonó, engañando a Remiro y estableciendo el definitivo 1-1 en el electrónico. El gol supuso un duro golpe para la moral de la Real Sociedad, especialmente para Mariezkurrena, quien abandonó el terreno de juego entre lágrimas tras el pitido final, visiblemente afectado por su error.
El empate deja a ambos conjuntos en una situación complicada en la tabla clasificatoria. El Levante alarga su racha negativa a ocho encuentros consecutivos sin conocer la victoria, su peor registro desde la temporada 2021-2022, cuando permaneció 27 jornadas sin ganar. Por su parte, la Real Sociedad ve cómo su racha sin triunfos alcanza las cuatro jornadas, su peor momento de forma desde mayo-septiembre de 2025, cuando encadenó seis partidos sin sumar los tres puntos.
Las reacciones no se hicieron esperar tras la polémica decisión arbitral. El exárbitro Iturralde González fue tajante en sus declaraciones: "No puede ser penalti en la vida, no hay nada de nada", manifestando su rotundo desacuerdo con la decisión de Soto Grado. El analista consideró que el contacto fue mínimo e insuficiente para señalar la pena máxima, aunque reconoció que el protocolo del VAR dificulta la intervención en jugadas con contacto por mínimo que sea.
En la zona mixta, los protagonistas ofrecieron sus impresiones. Dela, autor del gol del empate, dedicó su tanto a Jon Martínez, compañero que atraviesa un momento complicado: "La dedicatoria es para Jon, que está sufriendo muchísimo. Necesita el apoyo del fútbol. Ojalá vaya todo bien". Por su parte, el técnico de la Real Sociedad mostró su frustración: "Con 1-0 podíamos haber rematado el partido antes. Ellos necesitaban la victoria", reconociendo las ocasiones falladas por su equipo.
El propio Kubo, feliz por su gol pero frustrado por el resultado final, comentó: "He podido ayudar al equipo a sumar. Personalmente me siento cada vez mejor", mostrando su compromiso con la causa donostiarra a pesar del tropiezo final. El capitán del Levante, Pablo Martínez, reflexionaba sobre la situación: "Nosotros todavía no sabemos qué va a pasar, de momento nos quedamos con el punto conseguido", mostrando la incertidumbre que vive el club en estos momentos.
El encuentro deja más dudas que certezas para ambos equipos. La Real Sociedad, pese a mostrar un buen nivel de juego y contar con ocasiones para sentenciar, vuelve a casa con un solo punto que no satisface sus aspiraciones europeas. El dominio territorial y la calidad individual de jugadores como Oyarzabal y Kubo no se tradujeron en la victoria que necesitaban para romper su mala dinámica.
Por su parte, el Levante rescata un punto que sabe a poco pero que al menos corta la hemorragia de derrotas consecutivas. La capacidad de reacción mostrada en los minutos finales y la efectividad desde el punto de penalti le permiten sumar un punto que, aunque insuficiente para sus objetivos de permanencia, sirve para recuperar algo de moral en un momento crítico de la temporada.
El campeonato continúa su curso y ambos conjuntos tendrán que afrontar la siguiente jornada con la necesidad imperiosa de sumar de tres en tres. La competición no da tregua y los errores, como el cometido por Mariezkurrena, se pagan caros. La polémica arbitral, las rachas negativas y la presión por los objetivos marcan un nuevo capítulo en una temporada llena de incertidumbre para Levante y Real Sociedad por igual.