Thiago Borbas, nuevo delantero uruguayo del Real Oviedo

El atacante llega cedido desde el Red Bull Bragantino para reforzar la delantera azul en el mercado invernal

El Real Oviedo ha cerrado su segundo fichaje del mercado de invierno con la incorporación del delantero uruguayo Thiago Borbas. El atacante de 22 años aterriza en el Carlos Tartiere procedente del Red Bull Bragantino brasileño con la misión de revitalizar una línea ofensiva que necesita un empuje decisivo de cara a la segunda mitad de la temporada en LaLiga Hypermotion. La operación, gestionada por Rafael Monge, asesor personal del presidente Jesús Martínez, se enmarca en la estrategia del club de explorar el mercado sudamericano en busca de talento joven y contrastado. Borbas, que ha disputado nueve encuentros en el campeonato brasileño sin ver portería en lo que va de curso, llega con la etiqueta de promesa emergente del fútbol charrúa y la necesidad de reencontrarse con el gol en un contexto competitivo diferente. Su llegada se produce justo cuando la plantilla retoma los entrenamientos tras el parón navideño, con la mente puesta en el crucial duelo del próximo fin de semana contra el Deportivo Alavés en Mendizorroza. El uruguayo se ejercitará por primera vez bajo las órdenes de Guillermo Almada este mismo sábado en las instalaciones de El Requexón, donde la expedición azul se citará a las 17:00 horas para iniciar la preparación del encuentro. La sesión matinal servirá para que el técnico cántabro pueda evaluar de primera mano las condiciones físicas y futbolísticas de su nueva pieza ofensiva, así como para consolidar la integración de Nico Fonseca, otro de los recientes incorporados al proyecto oviedista. La operación de Borbas responde a una necesidad imperiosa del conjunto carbayón. Con las previsibles salidas de Rondón y Álex Forés, la delantera azul quedaba coja de efectivos de garantías. El venezolano y el catalán no han cumplido las expectativas generadas a su llegada y el club ha decidido abrirles la puerta de salida para dar entrada a nuevos rostros con hambre de protagonismo. Este movimiento deja claro que la dirección deportiva no está dispuesta a conformarse con la mediocridad y busca activamente soluciones que permitan al equipo soñar con la permanencia sin sufrir. El mercado de invierno se presenta como una oportunidad de oro para reequilibrar una plantilla que ha mostrado carencias evidentes en la faceta goleadora. Con apenas nueve dianas en quince jornadas, el Real Oviedo es uno de los conjuntos menos efectivos de la categoría, estadística que obliga a una reflexión profunda y a actuaciones contundentes. La apuesta por Borbas no es baladí. Su paso por el fútbol brasileño, aunque discreto en números, le ha permitido foguearse en uno de los torneos más exigentes técnicamente y físicamente del planeta. La adaptación al fútbol español, más táctico y posicional, será un reto que deberá superar con rapidez si quiere ganarse la confianza de una afición que demanda resultados inmediatos. La presencia de Almada, con su conocimiento del idioma y la cultura sudamericana, facilitará sin duda su aclimatación tanto dentro como fuera del terreno de juego. Por otra parte, la sesión de entrenamiento de esta tarde servirá también para confirmar el regreso de todos los jugadores que disfrutaron de unos días de descanso durante las fiestas. La incertidumbre planea sobre varios futbolistas que podrían no volver a vestir la elástica azul. Brandon Domingues aparece como el principal candidato a dejar su ficha liberada para facilitar la inscripción de Fonseca. El extremo franco-portugués no ha contado con la confianza del cuerpo técnico y su marcha sería beneficiosa para todas las partes. La operación permitiría al club cumplir con el límite salarial y dar cabida a las nuevas incorporaciones sin problemas administrativos. La planificación de Almada para el segundo tramo de la temporada pasa por dar galones a sus compatriotas sudamericanos. La conexión uruguayo-argentina en el vestuario puede ser el pilar emocional que necesita un grupo que ha mostrado fragilidad en momentos clave. La experiencia del técnico en la gestión de plantillas multiculturales será un activo invaluable para sacar el máximo rendimiento a un bloque que necesita cohesionarse urgentemente. El duelo ante el Alavés cobra una dimensión trascendental. Los vitorianos ocuestan un rival directo en la lucha por la permanencia y una victoria en su feudo supondría un golpe de autoridad moral de gran calibre. Almada tendrá que decidir si arriesga con alguna de sus nuevas incorporaciones desde el inicio o si prefiere darles un margen de adaptación prudente. Lo que parece claro es que el once inicial experimentará cambios respecto a la última jornada antes del parón. La línea defensiva, la más firme del equipo, mantendrá su estructura. Sin embargo, el medio campo y la delantera son las zonas donde el técnico puede introducir matices para generar más peligro. La velocidad de Borbas y la visión de juego de Fonseca podrían ser las claves para desbloquear partidos que se han escapado por mínimos detalles. La afición oviedista recibe con cautela optimista estas incorporaciones. Los años de decepciones han generado un escudo de escepticismo necesario, pero la ilusión renace con cada nueva cara que aterriza con la promesa de devolver al club a la élite del fútbol español. Las redes sociales ya arden con debates sobre el potencial del uruguayo y su capacidad para adaptarse al ritmo de la competición. Los analistas coinciden en señalar que el éxito de estas operaciones dependerá más de la integración en el grupo que de la calidad individual de los futbolistas. El Real Oviedo necesita un equipo, no once individualidades. La capacidad de Almada para tejer un grupo competitivo y unido será el verdadero factor determinante. Con el mercado de invierno recién abierto, la dirección deportiva no da por cerrada su lista de objetivos. La necesidad de un central de garantías y un mediocentro organizador sigue en la agenda. La operativa salarial del club es compleja, pero la venta de varios activos en el mercado estival ha dado algo de oxígeno para afrontar esta ventana con garantías. La clave estará en acertar con los perfiles, tanto en lo deportivo como en lo humano. El tiempo apremia y los errores se pagan caros en una categoría tan igualada. Cada punto perdido puede significar la diferencia entre la permanencia y el descenso. El Real Oviedo juega mucho en estas próximas semanas, no solo en el terreno de juego, sino también en la oficina. La llegada de Thiago Borbas es el primer paso de una estrategia que debe dar sus frutos cuanto antes. El uruguayo tiene la oportunidad de su vida. A sus 22 años, llega a un club histórico con una afición exigente pero que valora el compromiso sobre el papel. Si logra conectar con el gol y ayudar al equipo a asegurar la permanencia, su carrera dará un salto cualitativo irreversible. El Carlos Tartiere le espera con los brazos abiertos, pero también con la exigencia de quienes han visto pasar a grandes delanteros por su césped. La pelota está en su tejado.

Referencias

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