El estadio Giovanni Zini presenció una jornada más de acción en la Serie A italiana con el duelo entre el Cremonese y el Lecce, un encuentro que terminó con victoria local por 2-0. Los tres puntos se quedaron en Cremona gracias a una actuación sólida del conjunto dirigido por David Nicola, que supo aprovechar sus oportunidades y mantener la portería a cero frente a un rival directo en la tabla.
Desde el inicio del compromiso, ambos equipos mostraron sus intenciones claras. El Lecce, bajo el mando de Marco Baroni, planteó un once competitivo con la intención de sumar en campo ajeno, mientras que la Cremonese buscaba afianzarse en la categoría con una victoria que les diera oxígeno en la clasificación. La primera mitad transcurrió con un ritmo intenso, donde el balón pasó de un área a otra sin que ninguno de los dos guardametas tuviera que realizar intervenciones de gran dificultad.
La segunda parte, sin embargo, desveló un guion más abierto y con ocasiones claras de gol. Fue en el minuto 78 cuando llegó el momento decisivo del encuentro. Antonio Sanabria, que había entrado al terreno de juego apenas cuatro minutos antes, se convirtió en el héroe del día. El delantero paraguayo, conocido por su olfato goleador, aprovechó un centro preciso de Alessio Zerbin desde la banda para conectar un cabezazo impecable que batió la meta defendida por Wladimiro Falcone. La película del gol fue perfecta: Zerbin recibió en profundidad, levantó la vista y puso un balón medido al segundo palo, donde Sanabria apareció como un verdadero ariete para firmar el 1-0.
El tanto desató la euforia en las gradas y obligó al Lecce a reaccionar de inmediato. Baroni movió el banquillo con doble cambio en el 77, dando entrada a Mohamed Kaba y Álex Sala en lugar de Ylber Ramadani y Medon Berisha, respectivamente. Las modificaciones buscaban aportar frescura al centro del campo y mayor profundidad en ataque, pero la realidad es que la Cremonese ya tenía el control del partido.
Los minutos siguientes al gol fueron de ida y vuelta. El Lecce intentó responder con un disparo de Konan N'Dri desde la derecha del área, pero la defensa local se anticipó correctamente y despejó el peligro. Por su parte, la Cremonese tuvo una ocasión clarísima para ampliar la ventaja cuando Zerbin, protagonista en el primer tanto, probó suerte desde fuera del área con un disparo que rozó el palo izquierdo de la portería salentina.
La tensión se palpaba en el ambiente y el árbitro tuvo que intervenir en varias acciones polémicas. En el minuto 83, Matteo Bianchetti vio tarjeta amarilla por una entrada dura sobre N'Dri en la banda derecha. La falta fue clara y el colegiado no dudó en sancionarla, mostrando la cartulina al defensor local. La acción generó cierta protesta entre los jugadores, pero la decisión fue firme.
El Lecce, necesitado de un gol, se volcó al ataque en los instantes finales. N'Dri volvió a intentarlo en el 90+3 con un remate de zurda desde dentro del área, pero el balón se marchó alto y desviado. La desesperación del conjunto visitante era evidente, y ello se tradujo en faltas repetidas. Antonino Gallo, lateral izquierdo del Lecce, recibió amarilla en el 84 por una dura entrada sobre Martín Payero, mientras que el propio Payero también fue víctima de otra falta minutos después.
El cuarto árbitro anunció siete minutos de descuento, una decisión que alargó la agonía para los visitantes. En ese período, la Cremonese gestionó el resultado con inteligencia. Nicola realizó sus cambios para reforzar la defensa y consumir tiempo: Francesco Folino y Franco Vázquez entraron por Tommaso Barbieri y Matteo Bianchetti en el 88, aportando experiencia y solidez al centro del campo.
El Lecce tuvo una última oportunidad en el 90+5 con un córner, pero la zaga cremonese se mostró infranqueable. La pelota no encontró rematador y el peligro se disipó. En el 90+6, N'Dri intentó un último disparo desde la derecha del área, pero nuevamente la defensa local bloqueó el intento.
Cuando el árbitro pitó el final del encuentro, la Cremonese celebró una victoria vital que le permite respirar en la tabla clasificatoria. El 2-0 final refleja la superioridad del conjunto local en los momentos decisivos, especialmente en la efectividad de cara a gol. Sanabria, con su tanto, demostró por qué es una referencia en ataque, mientras que Zerbin fue el cerebro creativo del equipo.
El análisis táctico del partido revela que la Cremonese supo esperar su momento. Durante gran parte del encuentro, el Lecce tuvo la posesión y generó ocasiones, especialmente a través de Riccardo Sottil por la banda izquierda y el joven Francesco Camarda, que tuvo una clara oportunidad en el 69 con un disparo a quemarropa que se marchó ligeramente desviado. Sin embargo, la falta de acierto castigó a los salentinos.
Por su parte, la Cremonese demostró una vez más que en el fútbol italiano la eficiencia es clave. Con menos ocasiones claras, lograron marcar en el momento preciso y después cerraron bien los espacios. La defensa, liderada por Federico Baschirotto y Filippo Terracciano, mantuvo la calma en los instantes de presión y no concedió ocasiones claras en la recta final.
El rendimiento individual también merece mención. Antonio Sanabria demostró su instinto goleador con apenas minutos en el campo. Su movimiento en el área y la definición con la cabeza fueron de primer nivel. Alessio Zerbin, por su parte, fue el motor ofensivo del equipo, participando activamente en la creación de peligro y en el gol de la victoria.
En el bando visitante, Konan N'Dri fue el más activo en ataque, con varios intentos que no encontraron la portería rival. Su insistencia fue notable, pero careció de la fortuna necesaria. Riccardo Sottil también creó peligro por su banda, pero la falta de acierto en el último pase y en la definición condenó al Lecce.
La victoria deja a la Cremonese con una importante inyección de moral de cara a los próximos compromisos. Sumar tres puntos en casa ante un rival directo es fundamental en una liga tan competitiva como la Serie A. Para el Lecce, la derrota supone un revés en sus aspiraciones, aunque la temporada es larga y quedan muchos partidos por delante.
El encuentro también dejó detalles tácticos interesantes. La presión alta del Lecce en la primera mitad incomodó a la Cremonese, pero los locales supieron adaptarse en la segunda parte, utilizando la velocidad de sus extremos para salir al contraataque. La entrada de Sanabria resultó decisiva, demostrando la importancia de tener un delantero con experiencia y olfato goleador en el banquillo.
En definitiva, el Cremonese 2-0 Lecce fue un partido que tuvo de todo: intensidad, ocasiones, polémica y, sobre todo, efectividad local. La Serie A vuelve a demostrar que cualquier equipo puede ganar en su feudo si muestra la actitud correcta y aprovecha sus oportunidades. La próxima jornada será crucial para ambos conjuntos, que buscarán mantener la regularidad en una competición donde cada punto es oro.