Río Breogán vence 100-99 a Bilbao en un final épico

Francis Alonso lidera a los lucenses en un duelo vibrante decidido en el último segundo ante Surne Bilbao

El Pazo dos Deportes de Lugo fue el escenario de una auténtica gesta deportiva que los aficionados al baloncesto recordarán durante mucho tiempo. En una noche donde la emoción estuvo presente en cada posesión, el Río Breogán consiguió imponerse al Surne Bilbao Basket por un ajustado 100-99 que se definió literalmente en el último suspiro del encuentro. La figura indiscutible de la contienda fue Francis Alonso, quien firmó un espectacular partido con 22 puntos y 17 de valoración, convirtiéndose en el líder que sus compañeros necesitaban en los momentos decisivos.

El encuentro, correspondiente a la jornada previa al parón navideño de la Liga Endesa, trascendió más allá de lo deportivo para convertirse en una batalla de resistencia, concentración y temple. Desde el salto inicial, quedó claro que ambos equipos saldrían a por todas, sin concesiones, en un duelo que prometía emoción y que cumplió sobradamente las expectativas.

Inicio sorprendente y primeros intercambios

Luis Casimiro, entrenador del conjunto lucense, decidió sorprender con un quinteto inicial inesperado. El técnico manchego optó por dar la titularidad a Mihajlo Andric en la pintura, dejando a Bakary Dibba en el banquillo. La otra novedad en el cinco inicial generó cierta expectación, con la duda sobre si sería Jordan Sakho o Danko Brankovic quien ocupara la posición de pívot. Finalmente, Brankovic se hizo con el puesto y respondió con una actuación sólida en los minutos iniciales.

Por parte visitante, el regreso de Darrun Hilliard al Pazo fue recibido con una cálida ovación por parte de la afición breoganista, reconociendo su pasado en las filas del equipo gallego. El escolta norteamericano formó parte del quinteto inicial de un Bilbao Basket que pretendía imponer su ritmo desde el primer minuto.

El comienzo del partido fue un intercambio constante de golpes. Bajo la dirección de Harald Frey, los vascos intentaban dominar el tempo del encuentro, pero el Breogán encontró en Danko Brankovic su primera referencia ofensiva, anotando los cinco primeros puntos para los locales. La respuesta no se hizo esperar, y dos triples consecutivos de Andric y Kurucs desencadenaron un parcial de 9-0 a favor de los lucenses, estableciendo un primer marcador de 11-7 a falta de cuatro minutos para el final del primer acto.

La lucha por el control del rebote se intensificó desde los primeros compases. Cada balón suelto se convirtió en una disputa de máxima exigencia, propia de los momentos más críticos de un partido. La entrega de ambos conjuntos era total, y cada jugador aportaba su granito de arena en la construcción colectiva. A pesar de que el Breogán mostraba un excelente porcentaje desde el perímetro (5 de 8 en tiros de tres), un triple de Harald Frey en el último minuto del cuarto le daba la ventaja a los bilbaínos, cerrando el primer periodo con un 21-23 en el luminoso.

Toma y daca constante

El segundo cuarto arrancó con un parcial de 0-5 a favor del Surne Bilbao, que aprovechaba el buen momento de Frey para ampliar su renta. Sin embargo, el encuentro se convirtió en un auténtico toma y daca donde cada mini parcial de un equipo encontraba respuesta inmediata del rival. Era el momento de los jugadores contrastados, de los que asumen responsabilidad cuando el partido se pone cuesta arriba.

En este contexto, Francis Alonso y Justin Jaworski se erigieron como los referentes ofensivos de sus respectivos equipos. El escolta español anotó 8 puntos en este periodo, mientras que el base americano respondía con 6 tantos para mantener a los suyos en la pelea. El marcador reflejaba una igualdad absoluta: 31-36 a falta de cinco minutos para el descanso.

Los porcentajes de tiro eran espectaculares por ambas partes. Ambos conjuntos superaban el 50% de acierto desde la línea de tres puntos, un dato que evidenciaba la calidad ofensiva desplegada y que justificaba el escaso margen en el electrónico. La única estadística donde los vascos mostraban superioridad era en la lucha por el rebote, dominando con 20 capturas contra las 14 de los locales. Cuando parecía que el Bilbao Basket se iría con una ventaja cómoda al descanso, Arturs Kurucs se inventó un triple de gran dificultad a falta de dos segundos, igualando el duelo. La última posesión del periodo terminó con dos tiros libres de Petrasek que establecían el 45-47 con el que se llegó al intermedio.

Reacción breoganista tras el descanso

El paso por los vestuarios benefició claramente al Río Breogán. Los de Luis Casimiro salieron con otra actitud, más enchufados defensivamente y con mayor claridad en ataque. La clave de esta reacción fue DeWayne Russell, quien con su velocidad y acierto anotador puso a los suyos por delante por primera vez desde el segundo cuarto. El base americano desequilibró con su penetraciones y encontró a los compañeros en las posiciones óptimas.

El tercer periodo se convirtió en el momento de la verdad para las aspiraciones locales. La defensa subió su intensidad, forzando pérdidas en el equipo bilbaíno que el Breogán sabía aprovechar en el contraataque. Los puntos de Brankovic en la pintura y la dirección de Russell permitieron a los lucenses culminar un parcial de 12-3 que rompía la igualdad y ponía el 68-61 a falta de dos minutos para el final del tercer acto.

Sin embargo, el Surne Bilbao demostró por qué es uno de los equipos más competitivos de la competición. Liderados por un inspirado Jaworski, los visitantes cerraron el cuarto con un parcial de 5-0 que dejaba todo abierto de cara a los diez minutos finales. El 73-71 con el que se afrontó el último periodo era el mejor reflejo de lo que había sido el encuentro: intenso, igualado y sin un claro favorito.

Desenlace de infarto

El último cuarto fue una montaña rusa emocional. Cada canasta se vivió con la tensión de un partido de playoffs. El intercambio de golpes continuó con Francis Alonso asumiendo la responsabilidad en los momentos clave. El escolta anotó 9 puntos en este periodo, incluyendo un triple crucial a falta de tres minutos que puso el 89-85 en el marcador.

Pero el Bilbao Basket no se rendía. Justin Jaworski respondió con dos triples consecutivos que volvían a dar la ventaja a los suyos (91-92) cuando restaban 90 segundos para la conclusión. El Pazo vivía la agonía del desenlace, con cada posesión convertida en una batalla de vida o muerte.

A falta de 45 segundos, DeWayne Russell anotó una bandeja que ponía el 97-95. La respuesta de los vascos fue inmediata con una jugada de 2+1 que volvía a cambiar el liderato (97-98). Con 20 segundos por jugar, el Breogán disponía de la posesión decisiva. El balón llegó a las manos de Francis Alonso, que fue objeto de falta personal cuando intentaba penetrar. Desde la línea de tiros libres, el escolta mostró una sangre fría excepcional y anotó ambos lanzamientos, estableciendo el 99-98 a falta de 12 segundos.

El Surne Bilbao tenía la última oportunidad. La jugada diseñada por Jaume Ponsarnau buscaba a Jaworski, que había estado encendido durante toda la noche. El base recibió el balón en la esquina, se ajustó y lanzó el triple que hubiera dado la victoria a los suyos. El Pazo contenía la respiración. El tiro tocó el aro, rebotó en la tabla... y salió. El rebote fue capturado por Brankovic, que fue inmediatamente objeto de falta. Con 1.2 segundos en el reloj, el pívot anotó el primer tiro libre (100-98) y erró el segundo intencionadamente para consumir el tiempo restante. La desesperada última posesión de los bilbaínos no fructificó y el 100-99 se convirtió en definitivo.

Figuras destacadas y claves del triunfo

Más allá de los números de Francis Alonso, el triunfo del Breogán fue un esfuerzo coral donde cada jugador aportó su valor. Danko Brankovic terminó con 15 puntos y 8 rebotes, siendo fundamental en la pintura tanto en ataque como en defensa. DeWayne Russell aportó 14 puntos y 6 asistencias, con un gran impacto en el tercer cuarto. Arturs Kurucs, con 11 puntos, demostró su calidad en momentos decisivos, especialmente con su triple al filo del descanso.

Por parte del Surne Bilbao, Justin Jaworski fue el máximo anotador con 24 puntos, aunque el último lanzamiento no le acompañó. Harald Frey añadió 18 puntos y 7 asistencias, mientras que Darrun Hilliard cerró con 12 puntos en su regreso al Pazo.

La victoria tiene un valor incalculable para el Río Breogán, no solo por los dos puntos en juego, sino por la moral que aporta de cara a la segunda vuelta de la competición. Superar a un rival directo en su propia pista y hacerlo de esta manera, con un desenlace épico, refuerza la confianza del grupo y la conexión con la afición. El Pazo volvió a demostrar que es un fortín donde cualquier equipo puede caer.

El partido también dejó patente la capacidad de Luis Casimiro para realizar ajustes en caliente. Los cambios en el quinteto inicial, la gestión de los tiempos muertos y la confianza depositada en jugadores como Andric demostraron la solidez del proyecto lucense. El equipo mostró una madurez competitiva que le permite pelear cada partido hasta el final, sin importar el rival ni las circunstancias.

Para el Surne Bilbao, la derrota es un duro golpe, pero la imagen ofrecida fue positiva. Competir de tú a tú en el Pazo y llegar a tener el tiro de la victoria habla de la calidad de su plantilla y de su capacidad de reacción. Jaworski, a pesar del fallo final, demostró que es un jugador de primer nivel al que habrá que seguir de cerca en lo que resta de temporada.

El baloncesto, en ocasiones, se resume en un solo lanzamiento. En esta ocasión, la fortuna sonrió al Río Breogán, que celebra una victoria de las que marcan temporadas y que servirá como punto de inflexión para afrontar los retos venideros con mayor optimismo. La afición lucense disfrutó de un auténtico espectáculo, el mejor regalo navideño que podían recibir.

Referencias

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