Real Madrid vs Sevilla: Bellingham desbloquea el partido en un Bernabéu tenso

El inglés anota el único gol del primer tiempo en un encuentro donde el Madrid decepciona y el entrenador del Sevilla ve la roja en el descanso

El Santiago Bernabéu presenció este viernes 20 de diciembre un duelo de LaLiga EA Sports entre el Real Madrid y el Sevilla que dejó más dudas que certezas en los primeros 45 minutos. Con el marcador favorable a los locales por el mínimo (1-0) gracias a una diana de Jude Bellingham, el conjunto blanco mostró una imagen lejos de lo esperado, generando un clima de tensión entre su afición que se manifestó en pitos en varios momentos del encuentro.

El encuentro, programado para las 21:00 horas, arrancó con los merengues mostrando seriedad defensiva pero careciendo de fluidez en la creación de juego. Los de Carlo Ancelotti no encontraron su ritmo habitual y se mostraron imprecisos en la circulación del balón, con múltiples pérdidas en zona peligrosa que casi costaron caras al equipo y que hicieron saltar las alarmas en la grada.

La primera mitad estuvo marcada por la falta de claridad del Madrid en posesión, que generó situaciones de peligro propias por errores en la salida del balón. El Sevilla, lejos de intimidarse en el feudo madridista, dispuso de ocasiones clarísimas para adelantarse en el marcador. La más destacada llegó a los pies de Isaac Romero, quien se encontró solo ante el portero rival pero no acertó a finalizar con acierto, fallando una ocasión que hubiera cambiado por completo el signo del partido y que hubiera puesto en una situación muy comprometida a los locales.

Tras sobrevivir a esos sustos iniciales, el conjunto blanco fue ganando metros y controlando el esférico con mayor autoridad. Las aproximaciones de Fran García por la banda izquierda y Kylian Mbappé desde la frontal del área avisaron del peligro madridista, pero fue en una jugada a balón parado donde llegó el desbloqueo. Jude Bellingham, con un cabezado potente y colocado, batió la portería hispalense y desató la euforia de una grada que hasta ese momento mostraba su descontento con pitos ante las imprecisiones de su equipo.

La acción del gol generó polémica, ya que los madridistas reclamaron la expulsión de Marcao por una presunta falta previa en la jugada. El árbitro, sin embargo, no consideró necesario mostrar tarjeta roja al defensor sevillista, limitándose a amonestar o simplemente dejar seguir la acción, lo que generó protestas entre los jugadores locales y aumentó la tensión en el terreno de juego.

El panorama se complicó aún más para el Sevilla en el descanso. Según informaciones de Movistar, Matías Almeyda, entrenador del conjunto andaluz, fue expulsado en el túnel de vestuarios. La razón exacta no trascendió de inmediato, pero su ausencia en el banquillo en la segunda mitad suponía un obstáculo adicional para los visitantes, que se veían obligados a remontar sin su máximo responsable en el lateral del campo, lo que complicaba enormemente su capacidad de reacción.

Los análisis del primer tiempo fueron demoledores para el Real Madrid. Expertos en los medios de comunicación señalaron que el resultado era "engañoso" y que la actuación del equipo había sido "muy espesa con balón y con nervios al ir hacia atrás". Solo Rodrygo mostró claridad en la conducción, con algún destello esporádico de Arda Güler cuando encontró espacios para maniobrar entre líneas y crear peligro.

El problema del Madrid parecía ir más allá de lo táctico. Se habló de "un problema de actitud, aptitud y plan", señalando que lo visto en el césped no era suficiente para que el entrenador alejara "los fantasmas" que planean sobre su continuidad. La presión sobre el cargo del técnico refleja la tensión en el club blanco, donde las exigencias son máximas y cualquier bajón de rendimiento genera dudas sobre el futuro inmediato.

Las estadísticas del primer tiempo resultaron reveladoras y preocupantes para el Sevilla. El conjunto hispalense, pese a su buen rendimiento global y su capacidad para generar peligro, no logró ningún disparo entre los tres palos. Con cuatro remates intentados pero sin dirección, los nervionenses igualaron su segunda peor marca en visitas al Bernabéu en LaLiga desde la temporada 2003/04. La peor cifra se registró en diciembre de 2017, con seis disparos sin encarar la portería rival, un dato que evidencia las dificultades del Sevilla para concretar sus aproximaciones.

Otro momento polémico del partido fue una entrada de Rodrygo que muchos consideraron merecedora de segunda tarjeta amarilla. El comentario "Lo de Rodrygo era segunda amarilla..." reflejó la percepción de que el brasileño se benefició de una decisión arbitral indulgente que pudo haber cambiado el desarrollo del encuentro y dejado al Madrid con diez jugadores.

El entrenador del Sevilla, en declaraciones previas a su expulsión, mostró una visión realista y autocrítica: "Estábamos haciendo un gran partido, pero ellos tienen muchas armas. Necesitamos estar más concentrados en esas acciones. Hemos estado jugando bi". La frase incompleta sugiere que fue interrumpido o que el texto original se cortó, pero deja claro que el técnico argentino reconocía la superioridad del rival en determinados aspectos del juego.

El gol de Bellingham, más allá de su valor numérico, se presentaba como un "interruptor" que podía cambiar la dinámica del encuentro. La pregunta era si serviría para que el Madrid mejorara su imagen en la segunda mitad o si, por el contrario, la tendencia negativa continuaría y el equipo seguiría mostrando las mismas carencias que habían preocupado a su afición.

El Bernabéu, que había comenzado el partido con pitos por los errores defensivos, vio cómo su equipo se marchaba al descanso con ventaja pero sin convencer. La afición blanca esperaba una reacción en los siguientes 45 minutos, conscientes de que una victoria es fundamental para llegar a las vacaciones navideñas con tranquilidad y alejar las dudas que han acompañado al equipo en las últimas jornadas, donde el rendimiento ha sido irregular.

La presión sobre el entrenador, la expulsión de Almeyda, el gol de Bellingham y la pobre imagen del Madrid conformaron un primer tiempo intenso y lleno de incidentes. La segunda prometía emociones fuertes, con el Sevilla obligado a arriesgar y el Madrid necesitado de certificar su superioridad con un juego más brillante y convincente que dejara buen sabor de boca a una afición exigente.

Referencias

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