El Barça femenino se mide a un rival incómodo en Palamós

Las azulgranas visitan al Badalona Women con la necesidad de mantener el liderato ante la presión del Real Madrid

El FC Barcelona Femenino afronta este domingo un compromiso exigente en su visita al Badalona Women, un conjunto que ya demostró en la final de la Copa de Catalunya que puede complicarle la vida a las campeonas. Aquel encuentro del pasado 16 de agosto, resuelto con un solitario tanto de Ewa Pajón en el minuto 55, dejó claro que el equipo entrenado por Marc Ballester no es un rival a tomar a la ligera. La cita, que se disputará en el estadio de Palamós a partir de las 15 horas, presenta un escenario peculiar, ya que las badalonesas se ven obligadas a jugar lejos de su municipio natal debido a que sus instalaciones no cumplen con los requisitos exigidos por la Liga F. Esta circunstancia, lejos de debilitarlas, parece haberlas fortalecido, convirtiéndolas en una escuadra competitiva y peligrosa para cualquier adversario. La demostración de su potencial no es un hecho aislado. Su actual posición en la tabla, la octava plaza, respalda con números su buen momento deportivo. Con un balance de tres victorias, siete empates y tan solo tres derrotas, el Badalona Women ha construido una identidad basada en la solidez defensiva y la capacidad para resistir la presión de los equipos grandes. Este bagaje convierte el desplazamiento al Costa Brava en una prueba de fuego para las barcelonistas, que no pueden permitirse el lujo de descuidar ni un solo detalle si quieren regresar con los tres puntos en el bolsillo. La importancia del choque trasciende lo meramente deportivo. El Barça llega a esta jornada con la necesidad imperiosa de cerrar el año 2025 con una ventaja mínima de siete puntos sobre su inmediato perseguidor, el Real Madrid. Esa es precisamente la distancia que mantienen actualmente las culés sobre las merengues, y cualquier tropiezo podría reabrir la lucha por el título cuando el calendario entre en su fase decisiva. La presión, por tanto, es máxima, y el contexto de la jornada añade un elemento de incertidumbre adicional que podría influir en la dinámica del encuentro. El factor temporal jugará un papel crucial en la gestión emocional del plantel azulgrana. Cuando el árbitro dé el pitido inicial en Palamós, el Barça ya conocerá el resultado del compromiso del Real Madrid en Granada, que se disputa a las 12 del mediodía. Esta circunstancia obliga a las jugadoras a mantener la concentración durante horas antes de saltar al terreno de juego, sabiendo que el margen de error podría haberse reducido o, por el contrario, haberse ampliado. La capacidad del cuerpo técnico para aislar al grupo de estas distinciones será clave para evitar que la ansiedad o la relajación condicionen el rendimiento sobre el césped. En el capítulo de novedades, la recuperación de las jugadoras lesionadas centra buena parte de la atención previa al duelo. Kika Nazareth, una de las piezas ofensivas más talentosas de la plantilla, se ejercitó ayer con el resto de sus compañeras, lo que abre la puerta a su posible presencia en el once inicial. Sin embargo, el cuerpo médico del club valora con cautela su situación, ya que forzar su regreso podría resultar contraproducente a medio plazo. La decisión final se tomará en las últimas horas, tras valorar cómo responde su cuerpo a la carga de entrenamiento. Por su parte, Irene Paredes, capitana y referente en la zaga, también aparece en la lista de dudas. La central internacional se vio afectada por un proceso febril que le impidió participar en el último compromiso europeo contra el Benfica, y aunque realizó parte de la sesión de entrenamiento, su estado físico no está garantizado al cien por cien. La experiencia y liderazgo de la defensa son activos inestimables para un partido como este, donde la solidez atrás puede marcar la diferencia ante un rival que espera sus oportunidades al contragolpe. Las ausencias, por otro lado, son contundentes y afectan al núcleo duro del equipo. Las bajas de Aitana Bonmatí, Ona Batlle, Patri Guijarro y Salma Paralluelo son bajas sensibles que obligan a Pere Romeu a reconfigurar su esquema táctico. La profundidad de la plantilla será puesta a prueba, y jugadoras que habitualmente tienen un rol secundario tendrán la oportunidad de demostrar su valía en un escenario de máxima exigencia. La rotación forzada, sin embargo, también puede ser una oportunidad para refrescar dinámicas y sorprender a un rival que habrá estudiado las tendencias del once titular habitual. Las declaraciones de Pere Romeu en la previa del encuentro reflejan la conciencia del cuerpo técnico sobre las críticas recibidas tras el último compromiso continental. El técnico azulgrana salió en defensa de su equipo tras el triunfo por 3-1 ante el Benfica, un resultado que, aunque positivo, generó cierto debate sobre el rendimiento, especialmente en la segunda mitad. Romeu fue tajante al respecto: "La primera parte fue brillante, estuvimos cerca de marcar muchos goles. No soy yo el que más se fija en las estadísticas, pero el otro día las probabilidades de gol fueron altísimas". Con estas palabras, el entrenador buscó poner el foco en el dominio territorial y las ocasiones generadas, más allá del resultado final. La autocrítica, no obstante, también estuvo presente en sus palabras. Romeu reconoció que "en la segunda parte no entramos lo suficientemente bien, nos empataron y eso es algo a correcir". Esta reflexión demuestra la capacidad de análisis del cuerpo técnico, consciente de que la irregularidad en el rendimiento a lo largo de los noventa minutos es una asignatura pendiente. Sin embargo, rechazó tajantemente las críticas más duras, asegurando que "de aquí a decir que el equipo no está jugando bien... falta un poco de análisis". La frase final de Romeu en su intervención resultó especialmente reveladora y constituye una especie de aviso para navegantes de cara al duelo en Palamós: "Esperamos materializar las ocasiones porque parece que si no ganas de goleada no es suficiente aquí". Esta reflexión pone el dedo en la llaga sobre la exigencia creciente que rodea al Barça femenino, donde no solo se valora el triunfo, sino también la manera y el margen con el que se consigue. La presión por ofrecer un espectáculo dominador es constante, y el técnico sabe que ante un rival cerrado como el Badalona Women, la efectividad de cara a puerta será la clave para evitar sufrimientos innecesarios. El contexto del partido, por tanto, se presenta como un examen completo para el líder de la Liga F. Por un lado, la necesidad de sumar para mantener la distancia con el Madrid. Por otro, la obligación de demostrar que el juego fluido y ofensivo que caracteriza a este Barça no se resiente por las bajas ni por la presión. El Badalona Women, con su organización táctica y su capacidad para competir de tú a tú con los grandes, representa el tipo de obstáculo que puede desnudar las carencias de cualquier equipo. La capacidad de las azulgranas para imponer su ritmo desde el primer minuto, para no conceder espacios al rival y para ser contundentes en las áreas definirá el rumbo de una tarde que se prevé complicada. La jornada, en definitiva, se configura como un punto de inflexión en la primera mitad de la temporada. Un triunfo cómodo reforzaría la moral del grupo y silenciaría las voces críticas. Un resultado ajustado, por el contrario, mantendría vivas las dudas sobre la capacidad del equipo para mantener el nivel en las grandes citas. Lo que está claro es que el Barça femenino no puede permitirse el lujo de especular. La competición no perdona, y el Badalona Women ya advertido en agosto de que no regala nada. La pelota ya rueda en Palamós, y con ella, las aspiraciones de un equipo que quiere cerrar el año de la mejor manera posible.

Referencias

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