El Athletic Club afronta un momento decisivo en su trayectoria europea con la mirada puesta en el compromiso que le espera en la capital checa. Tras la dolorosa derrota sufrida ante el FC Barcelona en el último encuentro liguero, la plantilla rojiblanca se ha reencontrado en Lezama para iniciar la preparación de lo que será un duelo exigente en territorio pragense. Ernesto Valverde, técnico del conjunto bilbaíno, ha tenido que modificar sus planes ante las últimas novedades médicas del vestuario.
La sesión de entrenamiento de esta mañana, desarrollada bajo una persistente lluvia característica del entorno vizcaíno, ha dejado claras las intenciones del cuerpo técnico. Con la mente puesta en el enfrentamiento contra el Slavia de Praga, Valverde ha tenido que hacer malabares con una nómina que se ha visto mermada por las lesiones de dos piezas clave en su esquema.
Las bajas de Iñaki Williams y Nico Serrano han sido confirmadas de manera oficial. El delantero internacional, que ya había coqueteado con su regreso a los terrenos de juego durante la anterior jornada en el Camp Nou, no ha podido completar ninguna sesión al aire libre esta semana. Su proceso de recuperación continúa en las instalaciones interiores de Lezama, donde recibe tratamiento de fisioterapia intensivo con el objetivo de acortar plazos. La lesión que arrastra le mantiene alejado del césped y, por consiguiente, fuera de la expedición que tomará tierra checa en las próximas horas.
Por su parte, Nico Serrano tampoco estará disponible para el míster. El extremo sufre una sobrecarga en la musculatura isquiosural que le ha dejado en la enfermería. Aunque los servicios médicos del club han descartado gravedad en su dolencia, los plazos de recuperación no le permiten incorporarse al grupo de viajeros. La previsión apunta a que sí podría estar en condiciones para el próximo compromiso liguero contra el Levante UD.
Ante este escenario, Valverde ha decidido reforzar la convocatoria con talento procedente del filial. La política de cantera, faro identitario del Athletic, vuelve a manifestarse en toda su dimensión con la promoción de tres futbolistas que han demostrado su valía en las categorías inferiores. Selton Sánchez y Asier Hierro repiten experiencia europea tras su participación en la previa visita a Inglaterra, concretamente en el mítico St James Park. Ambos jugadores no solo formarán parte de la lista de convocados, sino que podrían ver acción si las circunstancias del encuentro lo requieren.
La confianza depositada en estos jóvenes valores no es fruto de la casualidad. Su rendimiento en los entrenamientos con el primer equipo ha llamado la atención del cuerpo técnico, que considera que están preparados para dar el salto de calidad que exige la competición continental. La experiencia adquirida en Newcastle ha sido fundamental para su progresión, y ahora tendrán la oportunidad de demostrarlo en un escenario tan exigente como el de Praga.
Mikel Santos completa el trío de promocionados. El guardameta, que ha estado trabajando con la dinámica del primer equipo durante las últimas semanas, ve recompensado su esfuerzo con una plaza en la expedición. Su presencia aporta profundidad a una posición donde la competencia interna siempre resulta beneficiosa para el rendimiento colectivo.
Las condiciones meteorológicas en el destino checo prometen ser extremas. La ciudad de Praga presenta un panorama invernal con abundante nieve y temperaturas que rondarán los cero grados bajo cero. Este factor añade una dificultad extra al desplazamiento, obligando al equipo a adaptarse no solo tácticamente, sino también a las inclemencias del clima. El césped del estadio rival podría presentar un estado delicado, lo que influirá en el desarrollo del juego.
Desde el punto de vista táctico, Valverde baraja la posibilidad de desplegar un doble pivote en el centro del campo, con Iñigo Ruiz de Galarreta como referente en la medular. Esta configuración busca dar solidez defensiva ante un rival que presume de intensidad y orden táctico. La línea de tres hombres en ataque, con Oihan Sancet como eje creativo, pretende generar superioridad en las zonas de creación y desequilibrar la zaga checa.
Precisamente, tanto Ruiz de Galarreta como Sancet se perderán el siguiente compromiso liguero contra el Levante UD por acumulación de tarjetas. Esta circunstancia convierte el duelo de Praga en una oportunidad única para exprimir al máximo sus capacidades sin reservas, conscientes de que dispondrán de un descanso forzoso en la siguiente jornada doméstica.
La derrota por 4-0 ante el Barcelona todavía resuena en el ánimo de la plantilla. Aquel encuentro dejó heridas que hay que cerrar rápidamente, y la competición europea presenta el escenario perfecto para la redención. La humillación sufrida en casa exige una respuesta contundente, y los jugadores están obligados a demostrar que aquel resultado fue una mera anécdota en el desarrollo de la temporada.
El Slavia de Praga no será un rival cómodo. Su trayectoria en competiciones internacionales demuestra que se trata de un conjunto bien trabajado, con una afición exigente y un estadio que se convierte en un fortín. El Athletic deberá mostrar su mejor versión para sacar un resultado positivo que le mantenga con opciones en el grupo.
La gestión de Valverde será clave. Su experiencia en competiciones europeas le permite conocer las claves de estos desplazamientos complicados. La integración de los jóvenes talentos del filial debe hacerse de forma progresiva y sin presión, pero también con la confianza necesaria para que puedan aportar su frescura y dinamismo al grupo.
La expedición rojiblanca partirá esta tarde con la ilusión de revertir la dinámica negativa y con la convicción de que la cantera volverá a demostrar su valía. Los jugadores promovidos saben que esta es su oportunidad de oro para asentarse en la dinámica del primer equipo y demostrar que merecen un hueco en la élite.
El compromiso de mañana en Praga se presenta como un examen exigente para un Athletic que necesita puntos para mantener vivas sus aspiraciones europeas. La combinación de veteranía y juventud, de experiencia internacional y ilusión de los debutantes, podría ser la fórmula mágica para superar un escenario adverso.
La afición rojiblanca espera una reacción contundente tras el varapalo del Camp Nou. Los seguidores conocen las dificultades del desplazamiento, pero también confían en la capacidad de su equipo para competir en cualquier escenario. La identidad del club pasa por dar oportunidades a los jóvenes valores, y este partido es una nueva oportunidad para que esa filosofía siga vigente.
El tiempo dirá si la apuesta de Valverde resulta acertada. Lo que está claro es que el Athletic viaja a Praga con la intención de dejar atrás el mal sabor de boca del último partido y con la esperanza de que sus jóvenes promesas puedan brillar en el escenario europeo. La nieve checa será testigo de un nuevo capítulo en la historia de un club que siempre ha creído en su cantera como motor de progreso.