Mar Flores vs la prensa: la dura respuesta de Silvia Taulés

La modelo acusa a los medios de tergiversar su relación con su hijo, pero la periodista no se queda callada

La confrontación entre Mar Flores y determinados sectores de la prensa ha llegado a un nuevo punto de tensión. La modelo, conocida por su trayectoria en el mundo de la moda y su vida personal mediática, ha lanzado duras críticas contra los medios de comunicación durante una reciente entrevista en el podcast 'Zodiac' de Vanitatis. Sus palabras no han caído en saco rojo, generando una contundente réplica por parte de la periodista Silvia Taulés, quien ha calificado las acusaciones como un intento de tratar a los profesionales de la información 'como tontos'.

El origen de esta polémica se remonta a las declaraciones que Mar Flores realizó en el citado programa, donde abordó sin tapujos la compleja relación que mantiene con su hijo, Carlo Constancia. Durante la conversación, la modelo expresó su frustración ante lo que considera una campaña mediática persistente por evidenciar supuestos desencuentros familiares. 'Me resulta gracioso, porque en ocasiones las propias agencias de prensa prefieren orientar la narrativa hacia un terreno que les resulta beneficioso, alimentando la polémica', señaló Flores.

Para ilustrar su argumento, la modelo recuperó un episodio concreto: el pasado 13 de noviembre, fecha del cumpleaños de su hijo. Según su relato, el equipo de rodaje donde se encontraba preparó una celebración sorpresa con una tarta y velas, capturando el momento en numerosas fotografías que, curiosamente, nunca vieron la luz pública. 'Todas esas imágenes existen, pero no se han publicado. En cambio, sí que hemos visto fotos nuestras por separado con titulares que afirman que no nos hablamos. Es surrealista', lamentó la modelo, insinuando una selección interesada de la información por parte de los medios.

Estas afirmaciones han provocado una reacción inmediata en el programa 'La Roca', donde la colaboradora Silvia Taulés no ha dudado en responder con contundencia. 'Nos trata como tontos', sentenció Taulés, refutando directamente las palabras de Flores. La periodista considera que las acusaciones de la modelo no solo son injustas, sino que además desconocen la realidad de los hechos que, según ella, han sido ampliamente documentados.

La postura de Taulés encuentra eco en la de otros profesionales del sector, como Berni Barrachina, quien también participó en el debate. Barrachina fue tajante al afirmar que 'la culpa no es de los medios que queremos hacer ver que ellos se llevan mal... es que se llevan mal, nos han dado muchas pruebas'. Esta declaración pone el foco en la responsabilidad personal, sugiriendo que las acciones públicas del propio hijo y de la modelo han alimentado las especulaciones, más allá de cualquier interpretación sesgada por parte de la prensa.

El conflicto pone de manifiesto una tensión recurrente en el ecosistema mediático: la relación entre figuras públicas y la cobertura periodística de su vida privada. Por un lado, Mar Flores defiende que existe una intencionalidad clara en la construcción de una narrativa negativa que no se ajusta a la realidad. Por otro, los periodistas argumentan que su labor se limita a reflejar hechos constatables, muchos de ellos generados por los propios protagonistas.

La modelo ha insistido en que los medios eligen deliberadamente qué momentos mostrar y cuáles ocultar, creando así una percepción distorsionada. Sin embargo, desde el otro lado se responde que la selección de contenidos responde a criterios profesionales y que, en última instancia, son las propias acciones de los famosos las que generan noticia. El caso del cumpleaños, por ejemplo, podría interpretarse como un intento de contrarrestar una imagen pública preexistente, pero no necesariamente como prueba de una conspiración mediática.

Esta polémica se enmarca en un contexto más amplio donde las celebrities demandan cada vez más control sobre su imagen, mientras que los medios luchan por mantener su independencia editorial. Las redes sociales han amplificado este debate, permitiendo que los famosos tengan su propio altavoz, pero también exponiéndolos a un escrutinio constante. La batalla por la narrativa ya no se libra solo en las páginas de los periódicos, sino en múltiples plataformas donde cada versión compite por la atención del público.

La respuesta de Silvia Taulés refleja el cansancio de muchos periodistas ante lo que perciben como intentos de deslegitimar su trabajo. La frase 'nos trata como tontos' resume esa sensación de que las críticas al sector ignoran la complejidad y los criterios profesionales que guían la labor informativa. Desde esta perspectiva, las acusaciones de sesgo no tendrían en cuenta que los medios actúan basándose en evidencias y fuentes, no en conjeturas infundadas.

Por su parte, Berni Barrachina ha añadido una capa adicional al debate al señalar que la propia dinámica familiar ha proporcionado material más que suficiente para la cobertura mediática. Esta afirmación sugiere que, independientemente de la intencionalidad que pueda atribuirse a los medios, son los hechos objetivos los que han marcado la agenda. La distinción entre lo que se muestra y lo que se oculta sería, desde este punto de vista, secundaria frente a la realidad de las acciones públicas.

La polémica entre Mar Flores y la prensa no es un caso aislado, sino un síntoma de la compleja relación entre famosos y medios en la era digital. Mientras los personajes públicos demandan mayor respeto a su intimidad y una representación más fiel de su realidad, los periodistas defienden su necesidad de informar sobre hechos de interés público. El equilibrio entre ambos extremos sigue siendo un terreno movedizo, donde cada caso concreto alimenta un debate más amplio sobre ética, responsabilidad y el derecho a la propia imagen.

Lo que está claro es que las palabras de Mar Flores han logrado su objetivo inmediato: poner el foco en el papel de los medios. Sin embargo, la contundente réplica de Silvia Taulés y Berni Barrachina demuestra que el sector no está dispuesto a asumir críticas sin responder. La batalla por la verdad, o al menos por la versión más creíble, continúa abierta, con el público como único juez ante dos narrativas contradictorias.

Referencias

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