Cabrera castiga de cabeza al Getafe y coloca al Espanyol en el Top-5

El defensa uruguayo, exjugador azulón, sentencia el encuentro con un testarazo en el minuto 52, consolidando al conjunto perico en las posiciones de privilegio de LaLiga

El RCDE Stadium presenció una nueva demostración de poderío aéreo del Espanyol, que esta vez tuvo un protagonista excepcional con un pasado azulón. Leandro Cabrera, central uruguayo formado en las filas del Getafe, se erigió como verdugo de su exequipo al conectar un potente remate de cabeza que significó el único tanto del encuentro y, de paso, consolidó al conjunto perico en el selecto grupo de los cinco primeros clasificados de LaLiga.

El duelo correspondiente a la jornada liguera evidenció las diferencias entre dos proyectos en momentos distintos. Mientras el Espanyol de Manolo González exhibe una solidez envidiable y una capacidad de sacar provecho de las jugadas a balón parado, el Getafe de José Bordalás continúa mostrando síntomas de desconexión y carece de un referente ofensivo claro que le permita traducir su empuje en ocasiones de gol claras.

Desde el pitido inicial, el conjunto local impuso su ritmo. La primera mitad se convirtió en un monólogo ofensivo del Espanyol, que generó las únicas ocasiones de peligro del periodo inicial. La más clara llegó en el minuto 16, cuando Kike García se encontró con el balón a escasos centímetros de la línea de gol. Su remate, sin embargo, impactó en el poste en una acción que posteriormente fue anulada por fuera de juego, lo que le sirvió de alivio al delantero perico.

El Getafe, por su parte, mostró una faceta preocupante. Los visitantes no registraron ni una sola finalización entre los tres palos durante los primeros 45 minutos, evidenciando las carencias de un sistema táctico que priorizaba la contención pero carecía de profundidad. La decisión de Bordalás de prescindir de un delantero centro de referencia, dejando a Borja Mayoral en el banquillo y retrasando la posición de Djené para que actuara como mediocentro, resultó en un bloque sin punta que no inquietó la portería local.

La segunda mitad siguió el guion establecido. El Espanyol salió con mayor determinación, consciente de que el dominio territorial debía traducirse en un gol que desbloqueara el encuentro. En el 47, Edu Expósito probó fortuna con un disparo que obligó a David Soria a emplearse a fondo, desviando el esférico en dos tiempos.

El aviso precedió al golpe de gracia. En el minuto 52, en una jugada de estrategia, Cabrera se elevó por encima de la zaga azulona para conectar un cabezazo que el meta del Getafe logró despejar en primera instancia. Sin embargo, el rechace no sirvió de mucho. En el córner subsiguiente, el uruguayo repitió la acción con mayor contundencia, esta vez enviando el balón al fondo de las mallas sin opción para Soria.

El tanto no solo significó la ventaja en el marcador, sino que también reafirmó una estadística que define al Espanyol esta temporada: es el equipo que más goles ha anotado mediante remates de cabeza en toda LaLiga, con un total de ocho. La especialización en el juego aéreo se ha convertido en un arma letal para los intereses de Manolo González, que ha sabido explotar las cualidades de su plantilla.

El conjunto local pudo aumentar su renta en el 57, cuando Pere Milla vio cómo su tanto era anulado por posición adelantada. El Getafe, consciente de la necesidad de reaccionar, mostró una actitud más combativa en los instantes finales, pero su impulso careció de la claridad necesaria para generar ocasiones claras de empate. La falta de un referente ofensivo de calidad se hizo más evidente a medida que avanzaba el cronómetro.

La estrategia de Bordalás generó debate. La apuesta por jugar sin un nueve puro, confiando en el trabajo de mediapunta y la movilidad de sus extremos, chocó con la realidad de un equipo que no genera peligro. La entrada de Adrián Liso por Mayoral en el 54, y las posteriores modificaciones con Abu Kamara y Alex Sancris, no lograron revertir la dinámica del encuentro.

Por el contrario, Manolo González demostró una vez más su capacidad para adaptarse a las circunstancias. La ausencia de su delantero titular no le impidió configurar un ataque con dos puntas, Roberto y Kike García, que generó constantes problemas a la defensa rival. La gestión del partido fue impecable, con un equipo que supo sufrir cuando fue necesario y que mantuvo la calma para administrar la ventaja.

El árbitro Jesús Gil Manzano tuvo una actuación sin incidencias destacables, asistido por el VAR. Las amonestaciones se repartieron por ambos bandos, con Kiko Femenía, Omar, Domingos Duarte, Djene, Alex Sancris y Abu Kamara viendo la cartulina amarilla.

El resultado deja al Espanyol en una posición envidiable en la tabla, consolidado entre los cinco primeros y con la moral por las nubes. La regularidad demostrada por el equipo de Manolo González, especialmente en su fortaleza defensiva y eficacia en el juego aéreo, le convierten en un serio candidato a pelear por objetivos ambiciosos esta temporada.

Para el Getafe, la derrota supone un revés importante en sus aspiraciones. La falta de gol y la inconsistencia en el juego son problemas que Bordalás debe resolver con urgencia si quiere que su equipo salga de la zona de peligro. La decisión de jugar sin un delantero centro de referencia ha demostrado ser un error en esta ocasión, y el técnico deberá replantearse su enfoque para los próximos compromisos.

El fútbol, en ocasiones, premia la constancia y el aprovechamiento de las virtudes propias. El Espanyol ha encontrado en el juego aéreo su seña de identidad, y con Cabrera como verdugo de su exequipo, ha dado un paso más hacia la consolidación de un sueño que cada vez parece más tangible. La victoria, justa y merecida, refleja la diferencia entre un equipo que sabe a lo que juega y otro que aún busca sus respuestas.

Referencias

Contenido Similar