Cuando el invierno se viste de primavera en Segovia, el municipio de Cantimpalos se convierte en el epicentro del atletismo nacional. Una mañana radiante y cálida, inusual para la época, recibió a más de 1.800 corredores de todas las edades en la 53ª edición del Cross Nacional Ayuntamiento de Cantimpalos, consolidándose como la prueba de campo a través más longeva de toda Castilla y León.
Lo que diferencia a este evento no es únicamente su trayectoria histórica, sino la esencia que lo impregna. Mientras otras competiciones basan su éxito en presupuestos millonarios, Cantimpalos demuestra que los valores intangibles marcan la diferencia. El compromiso del ayuntamiento local, el respaldo constante de la Diputación Provincial y la colaboración puntual de la Junta de Castilla y León, sumado al entusiasmo de toda la población, configuran un modelo de gestión deportiva basado en la pasión comunitaria.
Una fiesta del atletismo base
El pulso de la jornada comenzó a latir desde primera hora gracias a la masiva convocatoria de cientos de escolares que participaron en la tradicional jornada de cross escolar. Este componente formativo y lúdico elevó el número de inscritos a cifras récord y transformó La Campa en un hervidero de ilusión, donde los más pequeños corrieron con la misma ilusión que los profesionales.
La organización desplegó un programa ágil y dinámico, con carreras sucediéndose sin interrupciones y entregas de premios que reconocían el esfuerzo de cada categoría. El ambiente familiar fue el auténtico protagonista, con familias enteras animando desde las gradas y disfrutando de una jornada deportiva al aire libre.
El duelo élite en categoría femenina
El momento culminante llegó con las pruebas élite y sub-23, donde los focos apuntaban a la segoviana Claudia Corral, subcampeona mundial sub-23 de carreras por montaña. Su ausencia en la línea de salida de las favoritas Idaira Prieto —concentrada para el Europeo de cross— y Águeda Marqués —que no compite en cross este año— convertía a la local en la gran candidata al triunfo.
Sin embargo, la ecuatoriana Katherine Tisalema tenía otros planes. La corredora sudamericana, que ya había demostrado su calidad ganando la Media Maratón de Segovia, planteó una carrera de altísimo nivel. Desde los primeros compases, un grupo de siete atletas se distanció del resto del pelotón, con Corral y Tisalema marcando el ritmo.
La tensión creció con cada vuelta al circuito. Tanto la segoviana como la ecuatoriana mantuvieron un ritmo implacable, mientras el resto de perseguidoras perdían fuelle y se desgajaban del grupo. La última en aguantar el ritmo fue Cristina Espejo, que repitió el tercer puesto del año anterior, demostrando su regularidad en esta prueba.
La definición en la última vuelta
El desenlace se produjo en los metros finales, cuando Tisalema activó su velocidad de desgaste en la última vuelta. Un cambio de ritmo sutil pero demoledor que Corral intentó contrarrestar con su característica garra, pero que resultó insuficiente. La ecuatoriana cruzó la meta con un margen cómodo, mientras la segoviana aguantaba el segundo puesto con honor.
El podio femenino reflejó así la proyección internacional de la prueba, con atletas de primer nivel compitiendo en un escenario que, pese a su carácter provincial, ofrece un nivel técnico excepcional.
El modelo Cantimpalos: tradición y futuro
Lo que hace especial al Cross de Cantimpalos no se mide en metros de circuito ni en premios en metálico. Su fortaleza radica en la cohesión social que genera. Vecinos, comerciantes y autoridades locales trabajan codo con codo para que cada edición supere a la anterior. Esta implicación crea un ambiente único, donde el atleta se siente valorado más allá de su marca.
La prueba demuestra que el deporte de base y el élite pueden convivir y potenciarse mutuamente. Mientras los escolares sueñan con convertirse en los próximos campeones, los profesionales encuentran en Cantimpalos un escenario exigente y bien organizado para medir sus capacidades.
En una época donde el deporte profesional a menudo parece desconectado de su esencia, este cross segoviano representa un modelo sostenible basado en la pasión, la tradición y el trabajo colectivo. Cada edición no es solo una competición, sino una celebración de los valores que hacen grande el atletismo.
La 53ª edición ha vuelto a demostrar que Cantimpalos es mucho más que un punto en el calendario nacional de cross. Es un referente de cómo el deporte puede vertebrar una comunidad, proyectar una localidad y ofrecer a los atletas, desde los más pequeños hasta los consagrados, un escenario digno de su esfuerzo.
Con el éxito de esta edición, la organización ya trabaja en la 54ª, con el reto de mantener vivo el espíritu que ha hecho de esta prueba un clásico del atletismo español. Mientras tanto, atletas y aficionados guardan ya la fecha en su calendario, sabiendo que diciembre en Cantimpalos es sinónimo de buen atletismo, mejor ambiente y la garantía de una experiencia inolvidable.