El municipio cordobés de Puente Genil ha vivido una jornada histórica este 8 de diciembre, conmemorando el 375 aniversario del patronazgo de la Purísima Concepción. La ciudad se ha engalanado para recibir a su patrona en una de las celebraciones más importantes del año, donde tradición, fe y comunidad se han fundido en un evento memorable que ha congregado a miles de personas en las calles, creando un ambiente de fervor colectivo y devoción compartida que se respiraba en cada esquina.
La jornada festiva ha comenzado con la salida puntual de la imagen mariana a las cinco de la tarde desde su templo de origen, la iglesia de la Purificación, situada en el emblemático casco antiguo de la localidad. Desde allí, la Virgen ha iniciado su recorrido procesional por las arterias principales de la ciudad, acompañada por una multitud de devotos que han colmado las calles para presenciar este acto de profunda raigambre espiritual y cultural que define la identidad de Puente Genil desde hace generaciones, convirtiendo cada paso en una manifestación de fe colectiva.
El itinerario, que sigue el trayecto tradicional establecido por generaciones de pontanos, ha concluido en el santuario de la calle Aguilar, donde la imagen recibe la veneración de los fieles. Este recorrido, que une el corazón histórico de Puente Genil con su centro de devoción mariana, simboliza el vínculo indestructible entre la ciudad y su patrona, un lazo que se renueva cada año con mayor intensidad y que se fortalece con cada nueva generación que participa en la tradición, asegurando su continuidad.
Uno de los momentos más destacados de esta edición ha sido la recuperación de un patrimonio histórico invaluable: el manto más antiguo que atesora la Virgen. Se trata de una pieza de terciopelo en tono turquesa, confeccionada en Italia con una artesanía exclusiva que data del siglo XIX, período de la industrialización, y que la Virgen lució hasta aproximadamente 1933. Esta prenda, de incalculable valor histórico y artístico, ha sido exhibida como broche de oro de las celebraciones del 375 aniversario, conectando al presente con la rica herencia devocional de la localidad y mostrando el cuidado con que la comunidad conserva sus tesoros artísticos y religiosos para las futuras generaciones.
La imagen ha sido portada durante todo el trayecto por una cuadrilla mixta de 54 bastoneros y bastoneras, un equipo que refleja la participación comunitaria y el compromiso de los ciudadanos con su tradición. Este detalle pone de manifiesto la implicación de toda la sociedad pontana en el cuidado y la veneración de su patrona, independientemente de edad o género, consolidando un modelo de participación inclusiva que enriquece el significado social del evento y fortalece los lazos vecinales.
El Voto de 1650: raíz histórica de la devoción
Antes de la procesión, la mañana del 8 de diciembre ha estado marcada por la Función del Voto, una ceremonia que rememora el juramento realizado en 1650 por los habitantes de Puente Genil a la Inmaculada Concepción. Este voto nació como agradecimiento por un milagro de curación de la peste que asoló el municipio en aquella época, y que los vecinos atribuyeron a la intercesión de la Virgen. La tradición cuenta que la epidemia cesó de forma milagrosa tras la promesa de consagrar la ciudad a la Purísima, estableciendo así un compromiso perpetuo que ha perdurado hasta nuestros días.
En este acto solemne han estado presentes las autoridades políticas, civiles, militares y eclesiásticas de la comarca, junto a numerosos fieles y devotos que han querido renovar su compromiso espiritual con la patrona. Esta tradición, mantenida durante más de tres siglos y medio, constituye uno de los pilares identitarios de Puente Genil y demuestra la continuidad histórica de una fe que se transmite de generación en generación, manteniendo viva la memoria colectiva de la ciudad y su relación con lo sagrado.
Novena y preparativos previos
Las celebraciones no se han limitado únicamente al día 8 de diciembre. Desde el 29 de noviembre hasta el 7 de diciembre, la localidad ha acogido la Solemne Novena a la Virgen, nueve días de rezo y reflexión que han preparado espiritualmente a la comunidad para la festividad principal. Esta novena ha adquirido un carácter extraordinario al coincidir con el 375 aniversario del patronazgo, convirtiéndose en un período de intensa devoción y preparación que ha involucrado a múltiples parroquias y hermandades de la zona, creando una red de fe que ha unido a toda la comarca.
El pasado 6 de diciembre, el séptimo día de la novena, los cultos fueron presididos por el obispo de Córdoba, Don Jesús Fernández González, quien ha acompañado a la diócesis en estas fechas señaladas. Su presencia ha conferido un mayor solemnidad a los actos previos a la procesión principal, y ha servido para unir aún más a la comunidad pontana con la institución eclesiástica provincial, reforzando los lazos diocesanos y la pertenencia a una comunidad más amplia.
Acompañamiento musical de excepción
La procesión ha contado con un acompañamiento musical de primer nivel que ha enriquecido la experiencia de los asistentes. En cabeza, la Agrupación Nuestro Padre Jesús de los Afligidos ha guiado la comitiva con su cruz de guía, mientras que la Banda de Música de Estepa ha cerrado el cortejo, interpretando piezas marianas que han embellecido el recorrido. Esta colaboración musical ha sido una de las novedades más apreciadas por el público, elevando la emotividad del acto y creando un ambiente de reverencia y solemnidad que ha perdurado durante todo el trayecto, marcando el ritmo de la peregrinación urbana.
Patrimonio vivo más allá de lo religioso
Más allá de su significado espiritual, esta celebración representa un patrimonio cultural inmaterial de excepcional valor para Puente Genil. Los ritos, las vestimentas históricas, la música procesional y la organización comunitaria conforman un legado que trasciende lo estrictamente religioso para convertirse en un referente de la identidad local. Este tipo de manifestaciones son fundamentales para la preservación de la memoria histórica y la cohesión social en un mundo cada vez más globalizado, donde las raíces locales adquieren un valor preciado.
Una tradición que mira al futuro
El 375 aniversario del patronazgo de la Purísima Concepción sobre Puente Genil no solo celebra una fecha histórica, sino que reafirma la vitalidad de una tradición que perdura en el tiempo. La combinación de elementos históricos como el manto recuperado, con la participación activa de la comunidad a través de la cuadrilla de portadores, demuestra que estas celebraciones no son meros recuerdos del pasado, sino manifestaciones vivas de la identidad colectiva que evolucionan sin perder su esencia.
La ciudad de Puente Genil ha demostrado una vez más su capacidad para conjugar fe, historia y comunidad en un evento que trasciende lo religioso para convertirse en un referente cultural de la provincia de Córdoba. La devoción a la Purísima Concepción sigue siendo, tres siglos y medio después, uno de los elementos más característicos y queridos de esta ciudad cordobesa, un símbolo de unidad que resuena en cada rincón de sus calles durante estas fechas señaladas y que proyecta su identidad más allá de sus fronteras municipales, asegurando su legado para las generaciones venideras.