La temporada 2025 de Fórmula 1 ha dejado un sabor agridulce en el equipo Aston Martin. Con la mirada puesta en el futuro, Fernando Alonso afrontó el Gran Premio de Abu Dhabi como una despedida necesaria de un año complicado, cerrando el ciclo con una sexta plaza que refleja tanto las limitaciones del monoplaza como la tenacidad del piloto español.
Desde los primeros compases del campeonato, los responsables de la escudería británica dejaron claro que sus verdaderas esperanzas residían en el nuevo reglamento de 2026. Este cambio normativo, que transformará radicalmente los coches de la categoría reina, se ha convertido en el faro que guía los pasos de Aston Martin. Alonso mismo reconoció en Brasil, penúltima cita del calendario, su deseo de dar por concluida una temporada que ha supuesto un auténtico calvario técnico.
El trazado de Yas Marina no prometía facilidades para los de Silverstone. Durante los entrenamientos libres, el AMR25 volvió a mostrar sus carencias, obligando a los ingenieros a trabajar contra reloj en busca de soluciones provisionales. Las modificaciones introducidas en la configuración del coche permitieron a Alonso acceder a la Q3 y certificar una sexta posición en parrilla, su mejor clasificación en varias carreras.
La salida del asturiano fue fulgurante. En los primeros metros, superó a George Russell para colocarse quinto, demostrando una vez más su instinto competitivo intacto. Sin embargo, la alegría duró pocas vueltas. El piloto británico de Mercedes recuperó su posición en la cuarta vuelta, relegando a Alonso a una situación de resistencia que se prolongaría hasta bandera a cuadros.
La estrategia de carrera se centró en proteger la posición frente a rivales directos. En la vuelta 17, el equipo llamó a boxes al coche número 14 para montar neumáticos duros y anticiparse a posibles undercuts de la competencia. Esta decisión permitió mantener a raya a Gabriel Bortoleto y su Sauber, aunque también supuso un reto adicional: gestionar el ritmo con goma usada mientras perseguía a Andrea Kimi Antonelli.
Los compases finales de la prueba estuvieron marcados por la presión constante de Esteban Ocon, quien se acercó lo suficiente como para activar la zona de DRS. Pese al desgaste y las dificultades inherentes al monoplaza, Alonso demostró su maestría defensiva, imponiendo un ritmo sostenido que le permitió cruzar la meta en la misma sexta posición que había conseguido en la clasificación.
Este resultado, modesto pero trabajado, le valió al equipo mantener la séptima plaza en el campeonato de constructores, una posición que sabe a poco para una escudería con aspiraciones de podio. Para el piloto asturiano, la décima posición en el mundial de pilotos representa su peor clasificación en años, un reflejo fiel de las limitaciones del material que ha pilotado.
Tras bajarse del coche, Alonso no ocultó su cansancio acumulado. "Estoy un poco agotado por esta racha final. Desde Austin, pasando por México, Brasil, Las Vegas, Qatar y terminando aquí en Abu Dhabi, los cambios de horario y el desgaste físico se notan. Tienes ganas de que termine para poder descansar y enfocarte en la próxima temporada", reconoció el bicampeón mundial.
No obstante, el asturiano encontró un lado positivo en la adversidad: "Séptimos en Losail y sextos aquí suman más puntos de los que inicialmente esperábamos para estas últimas carreras, así que estoy satisfecho con el resultado". Esta capacidad de ver el vaso medio lleno caracteriza a un deportista que ha aprendido a gestionar la frustración sin perder la ambición.
El análisis de la temporada fue implacable. "No podemos estar satisfechos con lo que hemos hecho este año. Hemos tenido un coche muy difícil de entender y de hacer competitivo. Terminar séptimos en constructores no da motivos de orgullo para nadie en la fábrica", valoró con honestidad. Sus palabras reflejan la autocrítica que impera en el seno de la escudería, consciente de que el rendimiento ha estado por debajo de las expectativas iniciales.
A pesar del contexto negativo, Alonso supo reconocer el mérito ajeno. La lucha por el título entre los tres grandes favoritos llegó a su desenlace en Abu Dhabi, con Lando Norris alzándose con el campeonato mundial. "Los tres pilotos que se jugaban el título han demostrado todo el año que merecían estar ahí. Han acabado en el podio aquí, sin fallos, mostrando su nivel. Solo puede haber un campeón y Lando lo ha conseguido. Es un sueño hecho realidad para él y hay que felicitarle", manifestó con deportividad.
La entrevista exclusiva concedida a Car and Driver después de la carrera dejó claro que la mente de Alonso ya trabaja en el futuro. El reglamento de 2026 representa una oportunidad de oro para Aston Martin, que ha centrado sus recursos en desarrollar un proyecto competitivo desde cero. El piloto español, que renovó su contrato precisamente por esta perspectiva, mantiene intacta su confianza en poder luchar por victorias cuando las nuevas unidades de potencia y los nuevos conceptos aerodinámicos entren en vigor.
El cierre de la temporada 2025 marca el fin de una era para la Fórmula 1. Los coches nacidos del reglamento de 2022, que tantos quebraderos de cabeza han dado a Aston Martin, pasarán a la historia. Para Alonso, esta transición no puede llegar en mejor momento. A sus 44 años, el tiempo apremia, pero la experiencia le ha enseñado que en el deporte motor no hay milagros, solo trabajo metódico y desarrollo constante.
Los próximos meses serán cruciales. El descanso físico y mental del piloto asturiano, combinado con el intenso trabajo en el túnel de viento y en los simuladores de la fábrica, determinarán las opciones reales de Aston Martin para 2026. La afición española, que ha sufrido con cada resultado decepcionante de esta temporada, mantiene la esperanza de ver a Alonso luchando de nuevo por las posiciones de honor.
La lección de 2025 es clara: ni el mejor piloto puede sobreponerse a un coche sin competitividad. Sin embargo, la historia de la Fórmula 1 está llena de ejemplos de escuderías que han paso de la cola a la cabeza en un solo invierno. Aston Martin confía en ser el próximo caso de éxito, y Fernando Alonso ha puesto toda su fe en ese proyecto. La cuenta atrás para 2026 ya ha comenzado.