¿Es posible convertirse en una estrella a pesar de no tener talento? La historia de Florence Foster Jenkins lo demuestra. Esta rica heredera neoyorquina, apasionada por la ópera pero con una voz que desafía toda afinación, se convirtió en una sensación cultural en la década de 1940. Su concierto en el Carnegie Hall en 1944 fue un éxito de taquilla, aunque las críticas fueron implacables. Hoy, su legado cobra vida en Barcelona con el estreno de la obra 'Glorious!', una comedia dramática que mezcla humor, ternura y una dosis de absurdo que invita a reflexionar sobre el verdadero significado del éxito.
Escrita por el dramaturgo británico Peter Quilter, la obra ha recorrido más de 40 países desde su estreno en 2005. En esta versión catalana, dirigida por Paco Mir, el elenco está encabezado por Marta Ribera, quien interpreta a la excéntrica y encantadora Florence. A su lado, Ramon Gener hace su debut como actor en el papel de Cosme McMoon, el pianista que acompaña a Florence en su histórico concierto. Completando el reparto, Santi Millán regresa a los escenarios tras 15 años para encarnar a St. Clair Bayfield, el segundo marido de Florence: un hombre encantador, mujeriego y profundamente fascinado por su esposa, a pesar de todo.
La obra no se limita a ridiculizar a su protagonista. Al contrario, profundiza en su humanidad. Como señala Millán, "Florence puede parecer ridícula al principio, pero al final tiene algo que todos admiramos: sigue sus sueños sin importarle la opinión ajena". Su historia no es solo una anécdota cómica, sino una reflexión sobre la autenticidad, la pasión y la libertad de expresión. ¿Qué significa ser una estrella? Para Gener, la respuesta está en la taquilla: "Las entradas se agotaron porque la gente sabía que estaban ante algo único".
El montaje, de aproximadamente 1 hora y 40 minutos, incluye piezas musicales de Cole Porter y arias de ópera que, interpretadas con intención, se convierten en momentos de pura comedia y emoción. También participan Anabel Totusaus como la fiel amiga de Florence, Meritxell Duró como la presidenta de la Asociación de Amantes de la Música —quien dice en voz alta lo que todos piensan—, y Eva Cartañà como la criada de la cantante, añadiendo capas de ironía y lealtad al relato.
La popularidad de Florence Foster Jenkins ha trascendido el teatro. Su historia inspiró la película 'Florence Foster Jenkins' (2016), protagonizada por Meryl Streep, que ayudó a difundir su figura más allá de los círculos culturales. Para el equipo de 'Glorious!', esto es una ventaja: "La película generó interés, pero la obra ofrece una experiencia más íntima y teatral", explican.
En un mundo donde el talento suele ser el único pasaporte al éxito, Florence Foster Jenkins desafía todas las reglas. No cantaba bien, pero su entusiasmo, su carisma y su inquebrantable convicción la convirtieron en una leyenda. 'Glorious!' no solo es una comedia, es un homenaje a quienes se atreven a brillar a su manera, sin pedir permiso ni disculpas. Si te gusta el teatro con corazón, con risas y con una pizca de locura, esta es una cita ineludible en el Poliorama.
La obra invita a preguntarnos: ¿qué valoramos más en el arte? ¿La perfección técnica o la autenticidad emocional? Florence, con su voz desafinada y su espíritu indomable, nos recuerda que a veces, lo más memorable no es lo mejor, sino lo más verdadero.