En un fútbol cada vez más especializado, Ronald Araujo ha demostrado que puede adaptarse a cualquier rol en el campo. Durante el último Clásico en el Bernabéu, el defensa uruguayo entró en el minuto 74 por Eric García y, en los minutos finales, volvió a vestirse de delantero —una posición que, hasta ahora, solo había ocupado en situaciones de emergencia.
La decisión de Hansi Flick no fue casual. Araujo, conocido por su capacidad para marcar a jugadores explosivos como Vinicius Jr., fue considerado la mejor opción para contener a Kylian Mbappé. Pero cuando el partido se volvió tácticamente desesperado, el técnico alemán recurrió a su versatilidad ofensiva. En los 9 minutos de añadido, Araujo se posicionó como referencia en ataque, aunque solo tocó el balón una vez: un intento de uno contra uno desde la banda izquierda.
Este no fue su primer experimento como delantero. En la jornada anterior, contra el Girona, Araujo ya había sido utilizado como punta de emergencia y participó en seis acciones clave, incluyendo el gol del empate marcado por Eric García tras una jugada iniciada por él. En el Clásico, recibió tres centros —dos de Raphinha y uno de Pedri—, aunque ninguno terminó en gol. En uno de ellos, incluso reclamó penalti por un empujón de Carvajal.
¿Cómo llegó un defensa a jugar tan adelantado? Según Turco Apud, el entrenador que le dio su debut en Boston River, Araujo siempre ha mostrado una versatilidad poco común. "Conmigo no jugó de delantero centro, pero sí de lateral e interior. Tiene un temperamento especial y es tan resiliente que podría jugar hasta de portero y hacerlo bien", aseguró el técnico uruguayo.
Sin embargo, esta faceta del uruguayo podría quedar en el pasado. Con el regreso de Robert Lewandowski a los entrenamientos, Flick recuperará a su delantero titular. El polaco podría reaparecer este domingo ante el Elche, lo que devolvería la normalidad al ataque del Barcelona. Araujo, por tanto, podría volver a su posición natural: la defensa, donde su físico, lectura del juego y capacidad de anticipación lo convierten en un pilar fundamental.
Aunque su rol como delantero fue efímero, su actuación refleja una cualidad cada vez más valorada en el fútbol moderno: la adaptabilidad. En un equipo con lesiones y limitaciones en el banquillo, Araujo demostró que puede ser la solución en momentos críticos. Pero con Lewandowski de vuelta, la estrategia de Flick volverá a centrarse en la estructura defensiva y el juego colectivo —donde Araujo brilla con luz propia.