La Guardia Civil ha recuperado en Durango (Vizcaya) una embarcación de recreo sustraída el pasado mes de noviembre en las aguas de Laredo, Cantabria. La nave, cuyo valor asciende a 120.000 euros, fue trasladada por mar hasta Santoña antes de ser extraída del agua con una grúa y cargada en un camión para su traslado final al territorio vizcaíno, donde permanecía oculta bajo plásticos en un terreno descampado. El operativo ha permitido la identificación de cuatro personas que actualmente están siendo investigadas por su presunta implicación en los hechos.
El suceso, que ha trascendido públicamente este lunes, revela un modus operandi que supera la simple oportunidad delictiva. Según las pesquisas, los presuntos autores contaron con herramientas especializadas y una planificación minuciosa para ejecutar el robo de la embarcación, que cuenta con una eslora de 9,5 metros y está equipada con dos potentes motores fueraborda. La operación nocturna se inició en el puerto de Laredo, donde los individuos forzaron la puerta de acceso al camarote y neutralizaron el sistema de geolocalización con el que contaba la embarcación, dificultando así su rastreo inmediato.
Tras la sustracción, los responsables navegaron con la embarcación hasta el puerto de Santoña, donde tenían preparado un dispositivo logístico para su extracción. Allí, fuera de la zona habilitada para el varado de embarcaciones, aguardaban una grúa y un camión que permitieron sacar la nave del agua y cargarla para su transporte por carretera. La Guardia Civil ha precisado que, según las investigaciones, los operarios de la grúa y el conductor del camión desconocían el origen ilícito de la embarcación, ya que habían sido contratados únicamente para realizar un traslado convencional.
El mismo día del robo, el propietario de la embarcación denunció la sustracción ante la Guardia Civil, lo que activó un protocolo de investigación que condujo a los agentes hasta el terreno de Durango donde finalmente se localizó la nave. Las pesquisas determinaron que los presuntos ladrones pretendían mantener la embarcación oculta durante varias semanas antes de proceder a su venta o traslado definitivo. La embarcación fue hallada cubierta con plásticos en una campa, en condiciones que permitirían su recuperación íntegra para el propietario.
La investigación ha permitido establecer distintos grados de participación entre los cuatro investigados. Dos varones han sido identificados como presuntos autores del robo, mientras que un tercer individuo es investigado como supuesto cooperador necesario. Además, un cuarto varón está siendo investigado por un presunto delito de apropiación indebida de la furgoneta utilizada en el traslado de los implicados hasta Vizcaya. Este vehículo, que también ha sido recuperado, había sido cedido por su propietario para los fines del robo sin contar con el consentimiento del titular legal.
El despliegue operativo implicó la coordinación entre diferentes unidades de la Guardia Civil, destacando el trabajo del Puesto Principal de Castro Urdiales, que ha instruido las correspondientes diligencias. Los agentes han podido reconstruir la ruta completa del robo, desde la sustracción inicial en Laredo hasta la localización final en Durango, pasando por la escala intermedia en Santoña. La investigación ha confirmado que la furgoneta utilizada para el traslado de los presuntos autores presentaba problemas mecánicos y había sido cedida temporalmente por uno de los investigados.
Un aspecto relevante de la investigación es la determinación de que los profesionales contratados para la manipulación y transporte de la embarcación actuaron de buena fe. Tanto los responsables de la grúa como los del camión carecían de conocimiento sobre el carácter ilícito de la operación, lo que excluye su responsabilidad penal en los hechos. Esta circunstancia ha sido corroborada durante las pesquisas y refleja cómo los delincuentes utilizaron servicios legítimos para perpetrar el ilícito.
Las diligencias instruidas en el Puesto Principal de Castro Urdiales han permitido formalizar las investigaciones contra los cuatro implicados. Los dos presuntos autores principales enfrentan acusaciones por robo de embarcación, mientras que el tercer investigado responde como cooperador necesario por su participación en la conducción de la furgoneta. El cuarto varón, por su parte, debe responder por la apropiación indebida del vehículo utilizado en el traslado. La Benemérita continúa con las investigaciones para determinar si existen más personas implicadas o si la embarcación formaba parte de una red más amplia de sustracciones similares.
La recuperación de esta embarcación de alto valor demuestra la efectividad de la colaboración ciudadana en la denuncia rápida de hechos delictivos y la capacidad de reacción de los cuerpos de seguridad. El caso también pone de manifiesto la importancia de contar con sistemas de seguridad adicionales en embarcaciones de recreo, ya que los delincuentes demuestran cada vez mayor sofisticación en la neutralización de dispositivos de localización. La Guardia Civil recomienda a los propietarios de embarcaciones implementar medidas complementarias de protección y mantener actualizados los registros de sus naves para facilitar la identificación en casos de sustracción.
Este operativo se suma a la lista de éxitos de la Guardia Civil en la lucha contra el robo de embarcaciones en la costa cantábrica, un fenómeno que, aunque minoritario, genera importantes perjuicios económicos a los afectados. La investigación permanece abierta para esclarecer todos los detalles del caso y determinar la posible conexión con otros hechos similares registrados en la zona.