La capitana que guió el primer vuelo solitario de la princesa Leonor

Elena Gutiérrez Vidal, pionera en pilotar el Eurofighter, instruye a la futura reina en la Academia del Aire de San Javier

La Casa Real anunció recientemente un hito en la formación de la princesa de Asturias: Leonor de Borbón completó con éxito su primera experiencia de vuelo sin instructor a bordo, conocida como 'suelta', en la Academia General del Aire de San Javier. Este logro, alcanzado el pasado jueves, marca un paso decisivo en su instrucción militar y aeronáutica, mostrando su progreso en la ruta hacia la consolidación como futura jefa de Estado. El comunicado oficial incluía material visual que captaba los instantes previos a esta gesta, donde una figura cobra especial protagonismo: la capitana Elena Gutiérrez Vidal, la instructora encargada de preparar a la heredera para este momento crucial. La oficial no solo ha demostrado excelencia profesional, sino que representa un referente de ruptura de barreras en un ámbito históricamente masculinizado. Su trayectoria personal y profesional añade una capa simbólica adicional a este episodio de la vida de Leonor, conectando tradición e innovación en las Fuerzas Armadas españolas. La preparación previa al vuelo refleja la rigurosidad del programa formativo. En las imágenes difundidas, se observa a la capitana Gutiérrez explicando minuciosamente los protocolos de despegue en formación, ascenso vertical, gestión del tráfico aéreo en el sector operativo y maniobras de aterrizaje. Leonor, por su parte, registra cada detalle con atención meticulosa, asimilando conocimientos que le permitirán manejar la aeronave con autonomía. La instrucción teórica precede a la práctica en simulador, donde la princesa demuestra su capacidad para ejecutar procedimientos de vuelo bajo la supervisión experta de su mentora. Este proceso formativo culmina con el traslado al estacionamiento de aeronaves, donde ambas mujeres, uniformadas con los equipos reglamentarios -monos de vuelo, sistemas anti-G, cascos protectores y material de navegación- se disponen a la acción real. El Pilatus PC-21, avión de entrenamiento avanzado de la Academia, se convierte en el vehículo que materializa los esfuerzos de meses de dedicación. La figura de Elena Gutiérrez Vidal trasciende su rol de instructora. Con apenas 29 años, esta oficial de Zaragoza -donde nació mientras su padre, el teniente general José Antonio Gutiérrez Sevilla, pilotaba cazas F18- ha forjado un currículum excepcional. Su madre, Encarna Vidal, murciana de origen, le conecta además con la tierra que acoge esta etapa formativa de Leonor. Desde temprana edad, la vocación militar la impulsó a superar obstáculos en un entorno donde la presencia femenina era excepcional: en su promoción, apenas tres mujeres se enfrentaban a sesenta compañeros varones. Esta proporción refleja las dificultades históricas de las mujeres para integrarse en las especialidades de combate de las Fuerzas Armadas. La perseverancia de Gutiérrez Vidal la llevó a convertirse, a los 24 años, en la primera piloto femenina de un caza Eurofighter del Ejército del Aire español. Para alcanzar esta distinción, superó el exigente curso en la Escuela de Caza y Ataque del Ala 23, ubicada en la Base Aérea de Talavera de la Reina (Badajoz). Este logro no pasó desapercibido: en diciembre de 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la felicitó públicamente a través de la red social X, destacando su contribución a la igualdad de género. «Superar barreras, romper techos de cristal, avanzar hacia una completa igualdad entre hombres y mujeres. Nuestra sociedad da un paso más en este camino. Elena Gutiérrez es la primera mujer en pilotar un caza Eurofighter del Ejército del Aire ¡Enhorabuena!», escribió el mandatario. Tras su formación en cazas, la oficial pasó a prestar servicio en el Ala 11 de la Base Aérea de Morón de la Frontera, consolidando su experiencia operativa. En 2024, su carrera dio un giro hacia la instrucción cuando se incorporó como profesora de vuelo en la Academia General del Aire de San Javier. Este cambio de rol le permitió transmitir su conocimiento a nuevas generaciones de pilotos, incluida la princesa Leonor, quien inició su formación militar en agosto de 2023. El reconocimiento a su trayectoria no se limita al ámbito institucional. En 2023 recibió el premio AMMDE (Asociación Multisectorial de Mujeres Directivas y Empresarias) en la categoría de Defensa, Seguridad y Sector Aeroespacial, un galardón que celebra el liderazgo femenino en industrias tradicionalmente dominadas por hombres. La prensa especializada la ha calificado como la primera y única 'top gun' del Ejército del Aire español, una referencia cinematográfica que ella misma matiza. En declaraciones previas, Gutiérrez Vidal ha señalado que la película Top Gun: Maverick comparte ciertos elementos con la realidad aeronáutica militar, aunque considera que las reacciones en «caliente» de los personajes ficcionales resultan poco creíbles comparadas con la frialdad y precisión que exige la profesión. Su experiencia le ha valido también encuentros con la familia real. Durante el festival aéreo Aire 25, tuvo la oportunidad de saludar al rey Felipe VI y pilotó el mismo modelo de avión que acompañó la aeronave del monarca en su exhibición. Este antecedente la convirtió en la instructora ideal para guiar a Leonor, estableciendo un puente directo entre la institución militar y la Corona. La instrucción de la princesa en la Academia General del Aire forma parte de un programa integral de tres años que combina formación académica, militar y física. Leonor, como cadete, comparte las mismas exigencias que sus compañeros, sin privilegios que la diferencien del resto de la promoción. Su presencia en las aulas y pistas de San Javier simboliza la continuidad de la tradición de monarcas españoles formados en las Fuerzas Armadas, adaptada a los valores del siglo XXI. El vídeo oficial difundido por la Casa del Rey captura la esencia de esta relación mentor-alumna. Las imágenes muestran a Leonor escuchando atentamente las explicaciones técnicas, tomando apuntes en un cuaderno de vuelo, ejecutando maniobras en el simulador y finalmente caminando hacia el avión con determinación. La capitana Gutiérrez, a su lado, proyecta autoridad y confianza, cualidades esenciales para quien forma a quien será la futura comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Este episodio refuerza el compromiso de la Corona con la modernización y la representatividad. La elección de una instructora mujer, pionera en su especialidad, para guiar el primer vuelo solitario de la heredera al trono envía un mensaje claro sobre la apuesta por la igualdad de oportunidades. No se trata solo de un gesto simbólico, sino de una realidad tangible: Leonor aprende de la mejor, de quien ha demostrado que el talento y la dedicación no tienen género. La Región de Murcia, con su cielo despejado y su tradición aeronáutica en San Javier, sirve de escenario para este capítulo histórico. La base, que alberga la Academia General del Aire desde 1956, ha formado a generaciones de pilotos y ahora presencia la evolución de una institución que abre sus filas al talento sin distinción. La presencia de Leonor y su instructora en estas instalaciones conecta el pasado glorioso de la aviación española con un futuro más inclusivo. La preparación de la princesa no se limita al dominio técnico de la aeronave. La instrucción militar integral incluye liderazgo, toma de decisiones bajo presión y gestión de equipos, competencias todas ellas esenciales para su futuro rol constitucional. La experiencia de vuelo, particularmente la 'suelta', representa un rito de paso que certifica su capacidad para asumir responsabilidades críticas, un paralelismo con las funciones que desempeñará como reina. La capitana Gutiérrez Vidal, con su propia historia de superación, se convierte en modelo de referencia no solo para Leonor, sino para toda una generación de jóvenes que contemplan las Fuerzas Armadas como una opción profesional viable. Su trayectoria demuestra que las barreras, aunque existen, pueden derribarse mediante el esfuerzo, la preparación y el apoyo institucional. El reconocimiento público de su labor, desde la felicitación del presidente hasta los premios sectoriales, legitima su autoridad para formar a quienes liderarán el país. El vídeo concluye con ambas mujeres dirigiéndose al avión, listas para la misión. La imagen, cargada de simbolismo, muestra a la instructora y a la alumna caminando juntas hacia el futuro, una escena que resume la transición generacional y la evolución de las instituciones. Leonor, con 18 años, asume el desafío con la seriedad que caracteriza su formación; Gutiérrez, con 29, transmite la experiencia de quien ha roto techos de cristal. Este momento captura la esencia de una monarquía que se adapta a los tiempos, preservando sus tradiciones mientras abraza la diversidad y la excelencia profesional. La noticia de la 'suelta' de Leonor no es solo un hito personal, sino un reflejo de la España actual: una nación que valora el mérito, promueve la igualdad y prepara a sus líderes con rigor. La capitana Elena Gutiérrez Vidal, faro en un campo profesional exigente, ilustra el camino que la princesa recorre, un camino donde la tradición y la modernidad convergen en el cielo de Murcia.

Referencias

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