Derrota del Bilbao Athletic en Gobela tras su racha de victorias

El Bilbao Athletic no pudo prolongar su excelente serie de resultados en la competición doméstica. El conjunto dirigido por Jokin Aranbarri se vio sorprendido en el feudo getxotarra de Gobela, donde sucumbió por un contundente 3-1 ante un Arenas Club que supo aprovechar sus oportunidades con eficacia. Este resultado pone fin a una racha de cuatro victorias consecutivas que había consolidado al filial en una posición privilegiada dentro de la tabla clasificatoria de Primera Federación.

El encuentro, programado para las 12:00 horas del domingo 7 de diciembre de 2025, comenzó de manera desfavorable para los intereses lezamistas. Antes de cumplirse el primer cuarto de hora, el conjunto local ya había abierto el marcador mediante una acción a balón parado que sorprendió a la defensa visitante. Un centro lanzado directamente a la portería por Troncho se coló por la escuadra, superando la estirada de Gamen, quien defendía la meta del Bilbao Athletic en esta jornada.

La tempranera desventaja obligó a los cachorros a reaccionar con premura. El equipo de Aranbarri intentó reorganizarse y buscar la igualada mediante la posesión del balón y el despliegue de su juego combinativo. Sin embargo, el fútbol castiga con dureza los errores de cara al gol. En una clara ocasión para restablecer la paridad, Lete se encontró con el poste, desbaratando la mejor ocasión del filial en esta primera mitad. El balón no entró por muy poco, pero la falta de puntería tendría consecuencias inmediatas.

Como suele ocurrir en estos casos, el castigo no se hizo esperar. El Arenas Club, bien plantado en el terreno de juego y con una idea clara de juego, lanzó una contra fulminante que culminó Álex Hidalgo con un disparo preciso y ajustado que batió nuevamente a Gamen. El 2-0 antes del descanso dejaba al Bilbao Athletic en una situación complicada, obligado a remontar en la segunda mitad con dos goles de desventaja.

Justo antes del pitido final del primer tiempo, los visitantes lograron recortar distancias. Duñabeitia, atento en el área, cabeceó a la red colocando el esférico fuera del alcance de Gastesi, el guardameta cedido por el Athletic Club al Arenas para esta temporada. El gol dio esperanzas a la parroquia rojiblanca, que veía posible la remontada con tan solo un gol de diferencia al descanso.

La reanudación del encuentro trajo consigo cambios tácticos por parte del cuerpo técnico visitante. Aranbarri decidió refrescar el once introduciendo a Hierro y Johaneko en sustitución de Ibai Sanz y Barandalla. Estas modificaciones tenían como objetivo aportar mayor profundidad ofensiva y dinamismo a las bandas. El Bilbao Athletic asumió el control del partido y dominó el ritmo del juego durante buena parte de la segunda mitad.

A pesar de la posesión y del dominio territorial, el filial no logró transformar esta superioridad en ocasiones claras de gol. Los intentos de penetración se topaban con una defensa local bien estructurada y con un orden táctico impecable. El Arenas Club, consciente de su ventaja en el marcador, achicaba espacios y cerraba bien todos los caminos hacia su área. Los de Lezama acariciaban el empate en varias aproximaciones, pero les faltó la claridad en el último pase o la definición necesaria en el momento decisivo.

El conjunto getxotarra, por su parte, cuajó un partido muy serio y comprometido. Su planteamiento defensivo fue excelente, y supo sufrir en los momentos de presión visitante sin perder la compostura. La experiencia de sus jugadores se hizo evidente en la gestión del tiempo y los recursos cuando el Bilbao Athletic acumulaba hombres en ataque.

Cuando el encuentro parecía encaminarse hacia un final incierto, llegó la sentencia. En el minuto 78, Baba culminó una buena combinación colectiva del Arenas en ataque, estableciendo el definitivo 3-1 en el marcador. El gol prácticamente sentenció las opciones de puntuación del filial, que vio cómo se esfumaban sus posibilidades de mantener la racha positiva.

El resultado final deja al Bilbao Athletic con una sensación agridulce. Por un lado, la derrota interrumpe una dinámica muy positiva de resultados que había generado optimismo en la entidad. Por otro, el equipo demostró carácter y reacción ante la adversidad, especialmente en la segunda mitad, donde mostró un dominio claro pero careció de efectividad en las áreas. La incapacidad para materializar las ocasiones generadas resultó determinante, mientras que el rival fue letal a la hora de definir sus oportunidades.

El filial rojiblanco deberá aprender de esta experiencia y corregir los errores defensivos que le costaron caro en los primeros compases del duelo. La concentración en los momentos iniciales y la efectividad ofensiva serán aspectos a trabajar en las próximas sesiones de entrenamiento en Lezama. La competición es larga y exigente, y cada partido presenta un reto diferente que requiere la máxima atención.

La mirada ya está puesta en la próxima jornada. El Bilbao Athletic recibirá el próximo domingo al Celta Fortuna en las instalaciones de Lezama, con el mismo horario de las 12:00 horas. Curiosamente, este encuentro se disputará justo antes del duelo de LaLiga que enfrentará al Athletic Club contra el RC Celta en Balaídos, creando una doble cita futbolística para la afición rojiblanca. El filial tendrá la oportunidad de reivindicarse ante su público y demostrar que esta derrota fue un simple accidente en el camino hacia los objetivos marcados para la temporada.

La competición de Primera Federación no perdona los errores, pero tampoco se puede juzgar un proyecto por un único resultado negativo. El Bilbao Athletic ha demostrado durante las últimas jornadas su potencial y su capacidad para competir al más alto nivel de la categoría. La clave estará en la capacidad de recuperación mental del grupo y en la solidez que pueda mostrar en los próximos compromisos ligueros. La temporada es un maratón, no un sprint, y hay tiempo para corregir el rumbo y volver a la senda del triunfo.